A escasos metros del mar, en la urbanización Novo Sancti Petri de Chiclana de la Frontera (Cádiz) y en primera línea de la playa de La Barrosa, se encuentra el hotel IBEROSTAR Andalucía Playa. En sus dependencias, desde hace apenas un año, se ubica el asador Cataria. Aplicando un concepto de trabajo innovador, cocinando en sus brasas las mejores ofrendas que en cada época y momento ofrecen las aguas gaditanas, a la par de otros productos de calidad excepcionales que proporciona el entorno.

Quién es quién en el restaurante Cataria

Al frente del Cataria, el director Pablo Vicari, pieza fundamental de este proyecto. Formado bajo la dirección del Decano de la Cocina Vasca Luis Irizar e impartiendo más tarde clases como profesor en la escuela del mismo nombre. Pablo Vicari diseña, perfila, equilibra, aconseja y supervisa las directrices generales de la carta. Aportando su inestimable experiencia, aquilatada en los mejores restaurantes de San Sebastián.

Oficia como chef Carlos Hernández. Formado en las cocinas de la Escuela de Luis Irizar, alumno de Pablo Vicari y colaborador en distintos proyectos, pudiendo citar la corresponsabilidad en la recuperación del “Elkano-Txiki” en Getaria. Amplía sus conocimientos con estadías en otros referentes consagrados como el restaurante Zuberoa o su paso por el laureado restaurante DiverXO. Formado especialmente en el proceso de interiorización y praxis del concepto del ”Paisaje Culinario” y designado transmisor para la puesta en marcha de este nuevo proyecto en aguas del sur. Responsable “in situ” en el desembarco en Cádiz.

Es, además, pieza importante en el restaurante Cataria, el maestro parrillero Eduardo Pérez, quien conoce a la perfección el medio y los pobladores gaditanos; teselas fundamentales, cual piedra angular, del decálogo conceptual del trabajo a desarrollar en el restaurante Cataria. Un chef que además de la década dedicada a la profesión en San Sebastián es además reconocido en Cádiz por algunos de sus emprendizajes, anteriores a su incorporación al proyecto Cataria.

Por último, y no por ello menos importante, Aitor Arregi, hijo del desaparecido Pedro Arregi. Valedor incondicional del testigo recibido de su padre Pedro. Legado construido tras 50 años de dedicación a la pasión del “saber hacer”. Valedor de la trasmisión del Paisaje Culinario. Aitor Arregi ha sido fundamental junto a IBEROSTAR para que todo este conocimiento pudiera trasladarse de norte a sur, dando así lugar al desembarco de una innovadora manera de entender la profesión, aunando sinergias desde el respeto y la cooperación.

La oferta gastronómica del restaurante Cataria

Cocinillas

El reflejo en la carta es únicamente la traslación del ejercicio de simbiosis y mimetización dado entre los pobladores y el medio. El epílogo diario e irrepetible de una historia que comienza a roturarse en el lienzo del día a día con la visita a la lonja de Carlos Hernández y su equipo para, una vez reunidos con los pescadores lugareños, poder así elegir la mejor materia prima que más tarde acabará dignificada en las brasas del Cataria.

La jornada incluye la visita, igualmente importante, a los agricultores de la zona y a los marisqueros del Parque Natural de la Bahía, pobladores con los que colaboran estrechamente para poder ofrecer unas resoluciones basadas en el producto de proximidad , que pone en valor la magnífica riqueza plural de la materia prima del entorno. Y es así, de esta manera, trabajando codo con codo con los habitantes de este fantástico medio, lo que hará posible que el proyecto pueda cumplir su primer aniversario dentro de cercanas fechas.

Nos acercamos pues, al epílogo de la historia del día a día. Llegamos a las propuestas en la sala. Sugerencias en las que los pescados y mariscos a la brasa serán las estrellas indiscutibles. Según haya sido la pulsión del mercado de cada día podremos encontrar manjares como el pulpo de roca, la gamba de Huelva, langostinos de Sanlúcar, langostas, bogavantes, urtas, besugos, bocinegros, borriquetes, salmonetes, atún… siempre y únicamente , ofrecidos y servidos en aras de la idoneidad , tras el cernido escrupuloso con el cedazo de la temporalidad y respeto a los ciclos biológicos de cada especie para ser manipulados con el acierto y mimo que encierra la máxima de Pedro Arregi……”comprar bien y procurar no estropearlo”.

No faltan entrantes variados, desde el gambón alistado a la parrilla, las clásicas croquetas de jamón ibérico o cremas y guisos tales como el marmitako de atún, platos de cuchara y/o tenedor, perfectos éstos para templar el cuerpo en los días más frescos.

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Cataria culmina su sugerencia con un amplio surtido de postres caseros. Creados a partir de producto netamente local, recreando y pronunciando sus peculiaridades más significativas: la tarta cremosa de queso gaditano con nueces de Pecán y dulces de la sierra o la tabla de quesos artesanos y afinados de la sierra de Cádiz.

Aprovechando el momento óptimo de la estacionalidad de los productos frescos: las fresas silvestres de primavera, con jugo espumoso de frambuesa y cardamomo, crema tostada y migas de mantequilla.

La bodega

En la carta de vinos encontramos del orden 50 referencias entre espumosos, blancos, tintos y dulces de las cuales aproximadamente una docena están disponibles también por copa.

La sala del restaurante Cataria

sala-cataria

El restaurante Cataria ofrece capacidad para 80 comensales. Un espacio interior amplio y diáfano con una decoración minimalista y sencilla donde resaltan la madera y las cuerdas de cáñamo y algodón, así como otros elementos marinos que acercan al visitante a la tradición del lugar. Pudiendo disfrutar también de una magnífica terraza desde donde se divisa la postal del mar de Chiclana.

Qué, dónde y cuándo

Presentado por IBEROSTAR

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