Arzábal Retiro se renueva ampliando espacio y carta
Tras escasos dos meses de obras, Arzábal Retiro presenta un nuevo -y ampliado- espacio completamente renovado en el que su barra cobra protagonismo.
30 octubre, 2018 12:50Noticias relacionadas
Álvaro e Iván. Iván y Álvaro. Ellos lo han vuelto a hacer. Tras escasos dos rapidísimos y efectivos meses de obras en su Arzábal principal, la taberna que les vio nacer como dúo de empresarios hosteleros, presentan un nuevo -y ampliado- espacio completamente renovado en el que su barra cobra protagonismo pero donde hay hueco también para sentarse cómodamente a comer, o a cenar, o lo que se quiera, porque Arzábal Retiro nunca deja de atender a sus clientes.
Ficha y detalles del restaurante Arzábal Retiro
- Lo mejor: las tablas de embutidos cortados al momento, las pochas con almejas y las carnes y pescados a la brasa.
- Dirección: Av. de Menéndez Pelayo, 13. 28009 Madrid
- Horario: 12:30h a 02:00h. Cerrado domingos todo el día.
- Reservas: En el teléfono 91 409 56 61
- Precio medio: 40 euros
- Nota: 4.5/5
Continuando con su horario ininterrumpido (de 12.30h a 02:00h), el que ha sido uno de los proyectos taberneros pioneros de Madrid cumplirá en 2019 que viene su década de vida. 10 años de pasión por su profesión, de apuesta personal y de máximo orgullo al haber contagiado la capital de su filosofía “arzabalera”: Taberna, barra, mesas y vino, sin que falte nunca, por supuesto, una buena copa de champagne.
Su oferta gastronómica se amplía incorporando permanentemente muchas de las propuestas que tenían fuera de carta, superando las 70 propuestas saladas entre las que incluyen como novedad los embutidos y los mariscos del día.
Los tres espacios de Arzábal Retiro
A tres niveles está el nuevo Arzábal Retiro. Una amplia zona de barra, donde darle prioridad a los embutidos al corte, las raciones para compartir, los mariscos del día, entre los que se incluyen las ostras, y los vinos por copas; una zona más alta con mesas bajas en las que disfrutar de una visita más pausada y tranquila; y -bajando de nuevo unos pocos escalones- una tercera zona de mesas bajas, más espaciosa y regentada por una vitrina-bodega. Tres espacios, con una capacidad para 180 comensales en total, de y una única carta, porque todo en Arzábal se puede pedir estés donde estés ubicado.
Facilidades para el comensal, un producto de 10 elaborado cuidadosamente para sacar lo mejor de cada elaboración, opciones y variedad para todos los gustos, y un ambiente siempre animado. ¿Qué más podemos pedir?
Embutidos al corte y mariscos del día en la Arzabalería
Tan extensa como apetecible resulta la nueva carta de Arzábal, con casi 80 propuestas saladas entre las que podemos escoger. Picoteo, aperitivos, conservas, embutidos, mariscos, quesos, ahumados y salazones, verduras y setas, de temporada, tartares, carnes y pescados… Pero vamos por partes.
Nada más entrar nos recibe su nueva barra, un mostrador que simula un puesto de mercado tradicional, con sus azulejos, sus vitrinas con el marisco del día, una selección de quesos y los mejores embutidos para degustar al corte, y con un cartel que reza “Arzabalería”. En esta zona se viene a disfrutar de una visita más informal, donde los fines de semana el jolgorio y la alegría se respiran a raudales, corren las raciones y las propuestas para compartir, y la mejor opción líquida son las más de 40 referencias de vinos y espumosos por copas.
Una de las grandes apuestas que desde Arzábal han hecho en este espacio son los embutidos. Desde un jamón ibérico 100% puro de bellota, hasta la mortadela italiana, el jamón dulce trufado, la cecina o la secallona, todos se cortan en finísimas lonchas gracias a una espectacular cortadora Berkel para degustar a modo gourmet. Imperdible aquí acompañar las raciones con su delicado pan de cristal con tomate natural. Pero hay mucho más. Sus famosas croquetas de ibérico con leche de oveja latxa, o de boletus; los torreznos de Soria fritos, las gambas al ajillo, las ortiguillas con pimientos dulces…
No faltan las conservas, todas ellas de proveedores seleccionados con los que conseguir la máxima calidad de producto; los ahumados y salazones, como las anchoas, los boquerones o el salmón; y una cuidada lista de mariscos -muchos de ellos serán del día, según mercado-, entre los que encontramos ostras, berberechos, coquinas, gamba roja y cigalitas de Garrucha, y gamba blanca.
Mesas, guisos, brasas y vino
Los dos espacios restantes, donde encontramos las mesas bajas y en las que hay un ambiente más tranquilo y apaciguado, invitan a profundizar más en la carta y a continuar estudiándola. Ahora en otoño, apostar por uno de sus platos de cuchara es todo un acierto. Las patatas a la importancia con cigalitas, las cocochas de merluza, la cazuelita de callos o las pochas con almejas son verdaderas exquisiteces con las que regresar a los sabores de antaño. Las verduras y las setas, así como el producto de temporada protagonizan dos secciones más de la carta.
Los pescados y las carnes, además de presentarse en elaboraciones tradicionales como la hamburguesa de carne roja 100% beef, el pollito picantón en escabeche, el bacalao al pil pil o a la vizcaína, o los chipirones encebollados o en su tinta, entre otros, ahora podemos degustarlos a la brasa gracias a esta ampliación que también ha favorecido a la cocina de Arzábal.
Pescados del día como el rapito, el rodaballo o el cogote de merluza; calamar, secreto de cerdo ibérico, lomo de carne roja rubia gallega, chuleta de vaca rubia, o incluso el tomahawk, se cocinan al fuego para ensalzar los sabores de la mejor materia prima del mar y de la tierra.
Los quesos y los postres cierran la propuesta de Arzábal, y merece la pena dejar hueco al menos para alguna de las dos propuestas. Aunque se trata del aperitivo o picoteo ideal, la selección quesera está también disponible como colofón final de la visita, presentado en tablas (de 3 ó 5 variedades) e ideal para compartir.
Entre los postres, desde una sencilla pero irresistible tarta de cumpleaños, hasta la famosísima torrija con su helado, pasamos por un flan de queso excepcional, las natillas con su barquillo sorpresa, la cuajada con leche de oveja latxa, una fina tatín de manzana o el fondant de chocolate, la mejor elección para los golosos. De su brasa también sale una sabrosa piña asada, la opción más ligera y saludable.
Una bodega de excepción, también por copas
Bien es sabido que los arzabaleros Álvaro e Iván son fieles amantes del buen vino y, sobre todo, del mejor champagne. Por ello han aprovechado este relanzamiento para asentar una bodega que anteriormente era muy cambiante con el objetivo de sorprender a los clientes en cada visita, custodiando en el local más de 300 referencias entre vinos nacionales e internacionales, sidras, generosos, espumosos y dulces.
La mejor propuesta dentro de esta selección es la opción de degustar más de 40 etiquetas por copas, 70 si contamos los vinos de jerez y los sherries.
Arzábal ya no es únicamente una taberna situada en El Retiro que ha ampliado durante estos casi 10 años su espacio al Museo Reina Sofía y ahora también al Mercado de San Miguel. Arzábal es mucho más que eso. Es un concepto, una filosofía de disfrute de la vida, es el mejor y más variado producto, es amistad, es sentirse como en casa.
Arzábal es celebrar el arte del buen comer y, por supuesto, del buen beber. Son esas raciones entre amigos un sábado de aperitivo, brindando por lo que está por llegar; pero también es esa velada íntima en pareja saboreando delicadas elaboraciones; o una comida tranquila entre semana en la que no se pierde el gusto por lo sencillo, por lo de siempre, por la tradición y los sabores más puros.
Arzábal son Iván y Álvaro, grandes almas de un proyecto que, a punto de cumplir sus 10 años, promete continuar ofreciendo lo mejor de ellos mismos y darnos disfrute, vida y buen comer muchísimos años más.