Etxeko: Martín Berasategui ya tiene restaurante en Madrid
Descubrimos Etxeko, el primer restaurante de Martín Berasategui en Madrid, ubicado en el nuevo hotel BLESS, un templo del lujo hedonista.
20 febrero, 2019 21:00Noticias relacionadas
Tenemos nuevo hotel en la ciudad. El que fuera el Gran Hotel Velázquez, uno de los grandes de Madrid, ha vuelto a la vida reconvertido en BLESS, un hotel de alta gama que trae muchas novedades a la ciudad, entre ellas, el primer restaurante de Martín Berasategui en Madrid, Etxeko.
Restaurante Etxeko Madrid
- Dirección: BLESS Madrid, Velázquez, 62.
- Horario: Lu a Vi de 13:30 a 15:30 y de 20:30 a 11:00 horas. Sa y Do de 13:30 a 16:00 y de 20:30 a 23:30 horas.
- Reservas: En el 910 861 378
- Precio: 60-70 euros.
- Nota: 5/5
El chef donostiarra se ha aliado con el grupo Palladium en esta nueva marca de hoteles que llegan para conquistar nuevas fronteras. El primero ha sido en Madrid, pero este verano abrirá sus puertas el BLESS Ibiza, que también contará con toda una propuesta gastronómica creada por Berasategui entre sus encantos.
Etxeko, hecho en casa
Etxeko significa hecho en casa en euskera. Y es que para este restaurante, el multiestrellado chef apuesta por un viaje a sus orígenes, poniendo especial atención en el producto de temporada. Es más, en su carta nos da la bienvenida de esta manera: “Durante más de cuatro décadas, me he dedicado en cuerpo y alma a transportar felicidad a través de mi cocina, llegando a alcanzar 10 estrellas Michelin. En Etxeko Madrid, os propongo viajar a través de mis orígenes en la parte vieja de San Sebastián y dejaros seducir por mis creaciones, según el antojo del mar, el campo y las estaciones”.
Así la carta de Etxeko cuenta con un apartado de entrantes fríos, otro de calientes, una de las brasas de Martín, pescados, carnes y postres. Toda comida en Etxeko arranca con aceite Changlot Real de la Huerta de Carabaña y el torrezno en dos texturas, toda una declaración de intenciones. Se presenta acompañado de una piparra para refrescar.
Entre los primeros entrantes nos quedamos con platos como su ensalada tibia de perdiz escabechada, la lasaña fría de antxoa marinada con gazpacho Vasco y el steak tartar Etxeko que viene acompañado de un helado de mostaza y patatas soufflé.
No podéis dejar de probar una excelente crema de alcachofas con sopa de foie y una reducción de naranja sanguina. El plato es puro equilibrio y se corona con chips de alcachofa que apuntan el punto crujiente.
Otro de los imprescindibles, son los tagliatelle melosos de calamar con camarones y crema de batata, que se acompañan con un estupendo fondo del propio camarón para ensamblar el plato. No falta tampoco un excelso canelón de rabo de todo de Lidia.
Si nos decantamos por las brasas, el arroz de pichón a la llauna viene llamado a convertirse en un clásico de la casa, sin olvidarnos del morrillo de atún rojo Balfegó, marca de la que es imagen el propio chef, hecho al sarmiento o de la txuleta de vaca vieja con tuétano y pimientos del piquillo.
El apartado de pescados cuenta con platos clásicos como una raya a la mantequilla negra con alcaparras y en las carnes no podía faltar un guiño de Berasategui a la capital, con sus particulares callos madrileños, así como un jarrete de cordero con queso de Madrid, un cochinillo lechal meloso y crocante, con tatín de papaya y crema amarga de limón o pularda en pepitoria en dos cocciones con sobrasada ibérica.
En el apartado de postres nos conquistó su torrija tibia de pan brioche caramelizada, muy cremosa, coronada con compota de manzana y acompañada de helado de leche. Si buscas una opción para bajar la comida, puedes decantarte por la esencia fría de albahaca con sorbete de lima, granizado de enebro y toques de almendra.
Para esta aventura el chef ha contado con una de las grandes de la sumillería española, Cristina de la Calle, hermana del chef Rodrigo de la Calle, creador del concepto de la ‘Revolución verde’. Cristina fue premio Excelencia 2016 de la XXIII Promoción Cámara de Comercio de Madrid y ha desarrollado su labor en la casa madre de Aranjuez y en restaurantes como Trivio en Cuenca. La bodega cuenta con numerosas referencias, apostando por txakolís, vinos D.O Madrid, champagnes…
Y también en propuesta ‘casual’
El lobby del hotel acoge un espacio apodado como ‘Verus, lively lounge’. Un lugar donde se rinde homenaje a aquel bar mítico del Gran Hotel Velázquez, La Ruleta, donde se servían los primeros gin-tonics de la capital hace más de 30 años. Incluyendo una barra circular con una ruleta como decoración en el techo, han contado con el mixólogo Alberto Fernández que ha pensado una carta de cócteles ad hoc para el hotel, con creaciones tan sugerentes como el Jerez y tónica, a base de vino fino, cítricos, bitter de limón y tónica o el cóctel Beets Red Bellini, con shrub de remolacha, frutos rojos y vino espumoso.
El cocinero con 10 estrellas Michelin también se hace cargo de la carta de este espacio, con platos como un lobster roll sobre ensalada de col y brioche artesano, un carpaccio de vaca madurada u ostras con caldo acidulado y codium, entre otros.
Sobre BLESS Madrid
Hemos visto como su restaurante es una de las excusas perfectas para conocer este hotel, pero todo lo demás que han preparado para sus huéspedes no tiene desperdicio. Bajo el leit motiv de lujo hedonista, nace esta nueva marca dispuesta a embelesar al público con sus propuestas.
Empezando por sus exquisitas habitaciones, todas ellas con colchones especiales, las BLESS bed, creadas especialmente para el hotel y unas bañeras exentas que harán las delicias de los visitantes y terminando por su bar clandestino.
Al tratarse de un hotel histórico, han mantenido varios espacios respetando las leyes de patrimonio, como ha sido su fachada, las espectacular escalera central y las dos claraboyas, una presidiendo la recepción y otra en el centro del restaurante Etxeko.
Aquí han llevado el tema del baño a un siguiente nivel, creando las experiencias ‘Bathology’, en las cuales el cliente puede disfrutar de un mayordomo de jabones, sí, has leído bien, para que te preparen el baño adecuándolo a tus necesidades ese día: energizante, sensual, relajante…
Vale la pena pasarse por su bar clandestino, Fetén, porque además de tener todas las papeletas para convertirse en unos de los ‘place to be’ de coctelería, tiene una bolera. ¡Sí, una bolera! Está disponible para todo el mundo y no se nos ocurre mejor plan que jugar una partida de bolos entre amigos mientras disfrutas de buena música, coctelería y la propuesta informal de Berasategui en sus platos.
En los próximos meses abrirán su terraza Picos Pardos, con piscina, zona para comer y beber y camas balinesas. ¡Ah! Y también han pensado en el mundo del bienestar incorporando un pequeño spa y una cabina de la prestigiosa firma Tacha Beauty.