El restaurante de un pueblo de La Safor que conquista con su terraza y su fartón de figatell de sepia
- La Caseta Gastrojardí es un rincón en la playa de Bellreguard, donde la cocina mediterránea se encuentra con toques innovadores y producto de la zona, creando una experiencia gastronómica diferente en una bucólica terraza.
- Más información: ¿Qué es el figatell? El clásico de la cocina valenciana que tienes que conocer
Donde uno es feliz, siempre ha de volver. ¿Por qué no íbamos a querer replicar eso que solo nos dan ciertos sitios? Que la felicidad luego dura poco y vivimos casi más de recordarla que de experimentarla. Para mí, son los pequeños momentos, los lugares que hacen que me sienta en paz y en casa.
Eso me pasa con un lugar en concreto: La Safor. La provincia valenciana donde viví un tiempo cuando era pequeña también es el lugar al que intento volver siempre que puedo. Concretamente al pueblo familiar, a Bellreguard. Es un pueblo tranquilo, con su correspondiente playa y con no pocas razones gastronómicas para volver y volver. Ya hablamos del que posiblemente sea el mejor bar de carretera de la Comunidad Valenciana, mi querido Poma.
Hoy queremos poner la atención en otro proyecto en el mismo pueblo, uno que se encuentra a apenas unos minutos del municipio en coche y a otros pocos del mar. Un restaurante que abrió sus puertas en 2022 y que, desde entonces, lleva conquistando a todos los que se sientan en su mesa. La Caseta Gastrojardí, el proyecto de Raúl y Dolors, del antiguo Pub Harley, está dando mucho que hablar. Y razones no le faltan...
Una terraza con encanto que abre todo el año
El número 5 de la calle del Samaruc fue el elegido para desarrollar este proyecto. Y, como su propio nombre indica, se trata de una casita donde se ubica la cocina, con una zona de terraza cubierta y una encantadora terraza al aire libre. Rodeada de olivos, palmeras y vegetación, esta zona ofrece un espacio perfecto para desconectar y pasar un gran rato con buena cocina. Por las noches, la terraza se ilumina con lucecitas, haciendo de ella un espacio íntimo y muy apetecible.
A diferencia de otros espacios en la playa que solo abren por temporada, La Caseta Gastrojardí funciona durante todo el año. De jueves a domingo y de 12:00 hasta la 01:30 cada día, se puede disfrutar de su cocina y terraza, que funciona también como espacio para tomar algo por las tardes o la primera copa tras las cenas. Los jueves y viernes, además, ofrecen un menú del día.
Cocina mediterránea con guiños locales y algún toque viajero
La apuesta en cocina iba a ser clara. Apuestan por la cocina mediterránea con toques locales, pero con una forma de ver la gastronomía diferente a la que hay en la zona. En un lugar donde mandan la picaeta y los arroces, Raúl se desmarcaba un poco con una propuesta con algún toque viajero y más actual.
Como en cualquier restaurante de la zona, hay que empezar con el pan. El suyo es casero, lo sirven caliente y lo acompañan de un alioli de manzana y tomate rallado. A partir de aquí, cada uno puede configurarse una comanda diferente, dependiendo de lo que más le apetezca: entrantes, arroces, platos principales, hamburguesas... Cuentan con diferentes opciones para cada momento.
Eso sí, todo ello está elaborado con ingredientes frescos y de calidad, muchos de ellos de origen local. Entre los entrantes destacan sus buñuelos de bacalao, de gran tamaño, caseros e irresistibles, que se acompañan con un puntito de alioli en la base y las croquetas de gamba, que, crujientes por fuera y cremosas por dentro, son un imprescindible para cualquier visita.
Uno de sus platos estrella desde la apertura es el fartón La Caseta. Con este dulce que se suele comer acompañado de horchata, aquí se pasa al mundo salado, sirviéndolo relleno de un figatell de sepia, salsa de cacahuete y un suave alioli de ajo negro. El resultado es una combinación que puede chocar al inicio, pero que realmente es deliciosa.
Puedes probar más cosas interesantes entre los entrantes. El figatell que se sirve en un brioche, acompañado de foie y cebolla, con un inusual toque de chocolate; la tempura de verduras o la coca de espencat y capellán con puntitos de alioli. Hay también concesiones que funcionan a la nueva cocina con toques de aquí y de allá, como con su ensaladilla rusa con atún, que también incorpora wakame, o con el pan bao de carrillera, kimchi y cebolla.
Arroces, hamburguesas y postres caseros
Los mediodías triunfan sus arroces: de atún, de sepia y cebolla, de pollo, costillas y judías verdes, meloso de gamba y calamar... Pero también los platos principales, donde se sigue disfrutando con las propuestas sabrosas de Raúl. Desde una sepia en tempura sobre una base de guisantes y cebolla, hasta las costillas horneadas con miel y tomate, pasando por los canelones de carrillera o el bacalao con salsa de queso. Y, por supuesto, por su chuleta de vaca madurada acompañada de patatas fritas.
Incluso cuentan con un apartado de hamburguesas para las que utilizan carne de primera calidad y recetas como la hamburguesa La Caseta con lechuga, tomate, cebolla, bacon y foie, o la que incorpora queso de cabra. No faltan tampoco una burger vegana y una de pollo crujiente con cebolla morada.
Los postres no se quedan atrás. Además de opciones más sencillas como bolas de helado o una tarta de chocolate, también preparan otras opciones como tarta de queso, una muy buena tarta de pistacho con chocolate blanco o un excelente turrón supreme, un postre de turrón en texturas, que explora las diferentes formas de comer este producto tan típico de Alicante.