El último tramo de la céntrica calle Conde Salvatierra de Valencia comenzó y terminó el 2024 con dos inauguraciones hosteleras. A principios de año aterrizaba en el número 37 el italiano Mamma Pazzo y hace menos de un mes llegó el restaurante Noble al local contiguo, el número 39 (habitado antes por Señuelo, el proyecto del chef Sergio Giraldo).

Noble nace de la unión de dos importantes grupos de restauración de Valencia. Grupo Empieza el Baile, propietario de otros restaurantes de la ciudad como Living Bakkali (así como el proyecto asesorado por Dani García que verá la luz próximamente en los antiguos Cines Aragón), y Grupo Jugando con Fuego, creadores de la marca de restaurantes americanos Jenkin's, Restaurante Flama o Rutins Coffee & Co, entre otros.

La entrada de Noble ya nos da pistas sobre el concepto híbrido que caracteriza al espacio: una robusta puerta corredera de madera ocupa toda la fachada principal, que recuerda más al acceso de un club privado secreto que al umbral de un establecimiento que promete trasportarnos a un viaje por los sabores 'de siempre'. Noble reivindica las recetas tradicionales de nuestros abuelos, sí, pero desde la sofisticación y la elegancia. 

El interior mantiene la atmósfera sobria y distinguida que ya se anunciaba desde fuera. El estudio barcelonés Pablo Peyra Studio ha realizado una labor impecable, inspirándose en los clubs neoyorquinos de la Ley Seca de los años 20, con materiales y colores oscuros como maderas de nogal y pavimentos de madera de roble Versalles que invitan a dejar pasar las horas comiendo, bebiendo y charlando sin prisas.

"En pocos sitios de Valencia puedes disfrutar de un auténtico all i pebre como el que cocinaban nuestras abuelas rodeado de un interiorismo elegante y a la altura de su majestuosa ubicación", asegura uno de sus propietarios. Y así es. Los reservados íntimos y las románticas luces tenues contrastan significativamente con los platos castizos de su carta, como son la croqueta de torreznos de Soria, la oreja crujiente, la sopa de cebolla o el cocido. 

Los arroces también ocupan una parte muy importante en la propuesta gastronómica de Noble, todos ellos ideados por el jefe de cocina, José Cifre, que trabajó como arrocero en Llisa Negra, el restaurante del afamado Quique Dacosta. "¿Por qué vamos a cenar a la Tagliatella, pero nos parece raro comer arroz por la noche?", se pregunta Cifre, que pretende fomentar el consumo de paellas y arroces durante la noche.

Para lograrlo ofrece a los comensales cinco sugerentes recetas, entre las que no falta la típica paella valenciana de todos los domingos (aunque sólo disponible bajo reserva). Le acompañan el arroz de tuétano y gamba roja, el arroz del senyoret, el arroz de mollejas, setas y trufa y el arroz de mollejas, setas y sobrasada.

Si te resistes al arroz nocturno, puedes optar por sus carnes y pescados, destacando el salmón a la crème fraîche, el solomillo al café parís, el entrecot trinchado (con salsa Roquefort o pimienta verde), o la hamburguesa de vaca madurada con piparras y torrezno. Estas alternativas difieren de las tradiciones más españolas, pero aportan un matiz internacional y diverso al menú.

Los postres, que llegan a la mesa en un carrito, también reflejan ese toque afrancesado que tienen algunos de los platos de Noble. Podréis elegir entre un surtido de seis macarons, tocinillo de cielo, flan parisien, tarta Alaska, mini torrija, arroz con leche caramelizado o el original 'fuet' de chocolate de la casa, un trampantojo que viene con su propia navaja y tabla de cortar como si se tratase de un embutido real (aunque te darán ganas de comerlo a mordiscos, como ocurre con el de verdad).

En esta recuperación de recetas icónicas de la gastronomía más tradicional no puede faltar un guiño a la típica sobremesa española. Noble quiere rendirle culto y por ello su carta incita a alargar las veladas a través de licores, cócteles y juegos de mesa 'de toda la vida'. Que no te engañen su finura, sus papeles pintados y sus mesas con manteles blancos: el restaurante pone a disposición de los clientes juegos como la baraja española, el póker, el dominó, la Oca o el Parchís para divertirse como antiguamente. "Porque la sobremesa no es el final, sino el inicio de otro momento inolvidable", tal y como ellos mismos expresan. 

Abren todos los días de 13:00 a 1:30 sin interrupción para recibir en cualquier momento a quienes quieran disfrutar de una tertulia distendida sin renunciar a un ambiente privado, tranquilo y distinguido. Por ello, además de comidas y cenas, ofrecen también una carta de picoteo con bocados como el taco de queso comté, el jamón de cebo de campo, el lomo ibérico embuchado, o la terrina de foie y trufa. 

Así pues, Noble nace para "acercar al centro de la ciudad una cocina hasta el momento relegada a los pueblos y las zonas menos visitadas de nuestra geografía", "una cocina en la que se pone de manifiesto la importancia del producto y la forma de tratarlo", explican. Un lugar con aroma actual para avivar los mejores sabores del pasado.