Es la noticia del momento. De lo que todo el mundo habla. El alcohol escasea debido a la crisis de suministro provocada por el Covid y muchas empresas no aseguran un buen servicio a tiendas, bares y restaurantes en las próximas semanas. Algunas, incluso, no tienen stock desde hace meses. Y todo esto con las navidades a la vuelta de la esquina.
Pero ¿qué está pasando realmente? ¿Por qué bodegas y empresas de bebidas tienen tantos problemas para abastecerse de algunas marcas importadas e incluso de materias primas? Y, en lo que respecta al vino, ¿es posible que no podamos brindar estas Fiestas? Intentamos apagamos la alarma buscando respuestas.
En primer lugar, parece que el problema no deriva de un aumento de consumo postpandemia, sino de una importante brecha en la cadena de suministro. “El dilema no está en que no haya bebidas sino en la escasez de las materias primas que sirven para envasar esas bebidas”, explica Manuel Galán, director comercial de Grupo Merino en Madrid.
Hablamos de botellas, de cajas de cartón, de corchos e incluso de cápsulas de aluminio, que cuesta encontrar en el mercado debido a un efecto dominó que comenzó con el acero con el que se fabrican los contenedores que van en los barcos, y que ahora ralentiza la fabricación de vidrio o de cartón, poniendo el precio de estas materias primas por las nubes.
Y el Brexit, ¿qué tiene que ver en todo esto?
En Reino Unido uno de los grandes problemas tras el Brexit es el transporte. "Al igual que sucede con la mano de obra y los profesionales del sector de la hostelería, Inglaterra no encuentra transportistas y empieza a haber mucha demanda también en conductores", expone Galán.
Pero no todo es culpa del Brexit. "Gran parte de las bebidas alcohólicas son destilados que vienen en contenedores y vienen desde Estados Unidos, y hay países que están haciendo acopio de estos contenedores y cobrándolos mucho más caros que el resto”, añade el director comercial.
Y luego está lo que dicen las malas lenguas, que echan la culpa a las ventas masivas de las grandes casas de bebidas alcohólicas al mejor postor. En este caso, Asia. Mucha mercancía podría estar llegando a los países asiáticos, con el consecuente desabastecimiento en otros continentes.
Efecto papel higiénico
Escasean los grandes destilados más consumidos, las ginebras, los vodkas, de determinadas marcas, y más en hostelería que en supermercados. La cerveza por el momento se salva, pero empieza a haber problemas con el champán. “Nosotros llevamos con una rotura de stock de champán de tres o cuatro meses”, asegura el representante de esta distribuidora de vinos y destilados. “Algunas de nuestras marcas están entrando con cuentagotas. Y para ellas el problema tiene que ver con la falta de vidrio y de corchos, entre otras cosas”.
Se trata de un cuello de botella que está complicando el abastecimiento de la mayoría de las bebidas alcohólicas, y que hace suponer que dentro de poco también afectará en mayor medida al del vino.
Cocinillas: ¿Podríamos quedarnos sin vino en los próximos meses?
Manuel Galán: "De determinadas marcas, sí, me atrevo a decir que podríamos quedarnos sin suministro. Incluso se podría producir un 'efecto papel higiénico' con ciertas empresas que, estando a punto de agotar sus existencias, usen este brete como elemento comercial para generar mayor expectación, como sucedió en la pandemia con algunos productos".
7 vinos que no se van a acabar esta Navidad
- Mengoba 2019, de Bodegas y Viñedos Mengoba. Un tinto crianza del Bierzo, elaborado con mencía y garnacha tintorera, ideal para acompañar los menús copiosos que sin duda esperamos para estas fechas. P.V.P.: 15,95 €
- La Cotorra 2020, de Santiago Jordi. Un verdejo de Rueda fresco y muy bien de precio, perfecto para animar el aperitivo o los entrantes. P.V.P.: 8 €
- Reserva 2016, de Territorio Luthier. La elegancia de esta bodega de Ribera del Duero. Tempranillo y garnacha redondeadas por un paso por madera preciso, para paladares exigentes. P.V.P.: 50 €
- Gabaxo 2018, de Olivier Rivière. Un rioja joven, con algo de crianza, elaborado a base de tempranillo, garnacha y graciano, ideal para comidas más ligeras y copeo con clase. P.V.P.: 17,90 €
- Atuna Lías & Barrica 2019, de Santiago Jordi. Un chardonnay 'made in' Somontano, con crianza sobre sus lías. Una delicia blanca para maridar con carnes, no sólo con pescados. P.V.P.: 11,95 €
- Ayala Brut Majeur, de Maison Ayala. El champán que no va a acabarse esta Navidad. Un espumoso con cuerpo, blanc de noirs, de pinot noir, chardonnay y pinot menieur con excelente relación calidad-precio. P.V.P.: 30,90 €
- Amontillado Fino Fossi, de Primitivo Collantes. Porque no hay Navidad sin jerez. Y este amontillado joven tampoco va a escasear. P.V.P.: 11,50 €