La pasada edición de Barcelona Wine Week reunió, en una cata inédita, a diferentes profesionales del mundo del vino que comparten su visión y experiencia personal en relación con las nuevas vinificaciones de tendencia en recipientes singulares. Hablamos de tinajas, madera de castaño, huevos de hormigón y otros recipientes para vinificar y envejecer el vino que, además de aportar características únicas, promueven a los cuatro vientos su compromiso medioambiental.

Finca Olivardots Groc d'Àmfora (Vinyes d'Olivardots)

Dentro de la D.O. Empordà, Carme y Carlota elaboran vinos diferentes siguiendo una viticultura ecológica y biodinámica, y enfocando su esfuerzo en la recuperación de variedades autóctonas. Viticultura respetuosa y mínima intervención en busca de la máxima expresión del terruño. Finca Olivardots Groc d'Àmfora es un coupage de garnacha blanca, macabeo y garnacha tinta procedentes de cepas de más de 80 años, envejecido en ánforas de barro de 700 litros durante cuatro meses. Esta crianza, actualmente en desuso, estuvo muy extendida en las localidades del Mediterráneo y sin duda confiere al vino un carácter especial. Precio: 11,60 euros

La Memòria (Vins de la Memòria)

Desde Villalba dels Arcs, en la provincia de Tarragona, Vins de la Memòria elabora vinos ecológicos como este blanco de garnacha blanca que procede de media hectárea de viñas viejas plantadas a 500 metros de altitud. Sin pesticidas, herbicidas ni cualquier otro producto químico que pueda perjudicar el equilibrio natural de la vid, La Memòria envejece en bocoy de madera de castaño, que le aporta untuosidad, complejidad y elegancia, mientras mantiene la esencia histórica de la Terra Alta y la personalidad del terruño. Precio: 22,99 euros

Nuestra Fauna Verdejo en Tinaja 2020 (Lagar de Moha) 

Nuestra Fauna es un verdejo natural que recupera la crianza ancestral en tinaja de barro. Se trata de uno de los vinos ecológicos y veganos más especiales de El Lagar de Moha (la primera y única bodega biodinámica de la D. O. Rueda), fermentado en depósito de acero inoxidable con las levaduras naturales presentes en la piel de la uva y madurado en ánfora durante 15 meses. Un blanco sin filtrar ni clarificar, embotellado directamente desde este singular recipiente. Precio: 26 euros

Kvevri (Alfredo Maestro)

El viticultor Alfredo Maestro es el responsable de este verdejo único por su concepción y elaboración. Un homenaje a los vinos ancestrales de Georgia que nace bajo el velo de flor en una tinaja enterrada junto a una ladera de la ribera abulense del río Duratón. Las viñas, de más de 100 años, situadas en Blasconuño de Matacabras a una altitud de 786 metros, se trabajan de manera respetuosa, manual y consciente, sin productos químicos, en pro de mantener la armonía del entorno natural. Precio: 40 €

La Furtiva Punt Verd (Óscar Navas)

Este tinto de la Terra Alta llama la atención por su crianza en depósitos de hormigón enterrados bajo tierra. El joven viticultor Óscar Navas consigue embotellar la energía del terruño de Villalba dels Arcs, al sur de Cataluña, entre el Ebro y la frontera con Aragón. Es el pueblo de su abuela, por eso La Furtiva Punt Verd es una vuelta a sus orígenes. Vibrante, accesible, insultantemente joven y fresco, este blend de tempranillo y morenillo directo y sin maquillajes, seduce por su mineralidad y un final que invita a seguir disfrutando. Precio: 11, 85 euros

El Rosado de Padilla (Casa Balaguer)

Defensor del carácter de las soleadas tierras de Alicante, el viticultor Rafa Bernabé marca la diferencia desde Casa Balaguer con una filosofía de mínima intervención y máxima autenticidad. Variedades autóctonas, viñas viejas y recipientes tan variados como el acero, la madera, el hormigón o el barro. Todo suma a la hora de preservar la naturaleza del lugar. El Rosado de Padilla es un monastrell ecológico fermentado en tinajas de barro sin adición de sulfuroso (donde descansa durante 4 meses) y embotellado sin clarificar ni filtrar. Precio: 15, 95 euros

Garrut (Cara Nord)

Cara Nord nace en el año 2012 en la Conca de Barberà de la mano de Tomàs Cusiné, Xavier Cepero y Eric Solomon, tres amigos con una relación de más de 20 años y un largo recorrido en el mundo del vino. Se trata de un proyecto basado en el origen, la viña, el terroir y las personas que trabajan la tierra. Aspectos decisivos para conseguir la personalidad de vinos como Garrut, elaborado con la variedad tarraconense que le da nombre (monastrell), procedente de viñedos propios, y criado durante 6 meses la mitad en toneles de roble francés usados de 500 litros y la otra mitad en ánforas. Precio: 17,65 euros