Damajuanas oxidánose al sol

Damajuanas oxidánose al sol Bodegas De Alberto

Vinos

El oro es el color del otoño: cuatro vinos dorados para descubrir el tesoro de Rueda

El pasado mes de febrero, la Unión Europea amplió la categoría de generosos a los vinos dorados de Rueda. Un reconocimiento al origen de estos singulares vinos, que ya se elaboraban en la comarca durante el reinado de los Reyes Católicos.

12 septiembre, 2024 07:00

La D. O. Rueda es conocida por los vinos frescos y afrutados que produce la variedad autóctona de la zona, la famosa verdejo. Pero esta región también tiene sus secretos. Oficialmente incluido en la categoría de vino generoso, el dorado de Rueda se elabora a partir de las variedades palomino fino y/o verdejo. Es un vino de elaboración tradicional que se obtiene por crianza oxidativa y debe permanecer en barrica de roble, al menos, los dos últimos años inmediatamente anteriores a su comercialización.

Son vinos con una graduación mínima de 15 grados, expuestos al sol en damajuanas de cristal y posteriormente envejecidos en botas de roble, muy interesantes y valorados a nivel gastronómico, con tantos matices como historia a sus espaldas. El tesoro mejor guardado de Rueda

Barricas de dorado en Rueda

Barricas de dorado en Rueda

61 Dorado en Rama (Bodega Cuatro Rayas)

Se trata de un vino de producción limitada elaborado a partir de viejas cepas de verdejo, y la uva palomino de una pequeña parcela centenaria de poco más de una hectárea. Para elegir su coupage se catan más de 100 barricas, algunas con vinos que superan los 60 años. Se elabora siguiendo el método de crianza y envejecimiento tradicional de la zona, semejante a los vinos generosos del sur de la Península. Después, se introduce en barricas de madera de 550-660 litros de capacidad, que en esta parte de España también se llaman botas, dejando un tercio sin llenar.

El resultado de esta crianza es un vino con tonos dorados, aromas tostados y de vainilla, típicos de los dorados de Rueda, y la viveza de haber sido embotellado en rama, directamente de la bota a la botella, sin clarificar ni filtrar. Una edición limitada a 1100 botellas que triunfa en las guías y concursos nacionales e internacionales. Precio: 24,20 euros 

Carrasviñas Dorado (Félix Lorenzo Cachazo)

Los 92 puntos Parker del dorado de Félix Lorenzo Cachazo hablan de su excelencia y su complejidad. Untuoso, potente, un poco especiado y con matices de frutos secos, este vino se elabora con verdejo y palomino fino y se introduce en envases de cristal de 16 litros de capacidad, llamados damajuanas, donde permanece a la intemperie, en el exterior de la bodega, durante al menos 18 meses para favorecer su crianza oxidativa. Antes de ser salir al mercado, permanece durante dos años en botas de roble. Este es el sistema de elaboración tradicional de los vinos dorados de Rueda. Precio: 14,71 euros

De Alberto Dorado (Bodegas De Alberto)

Heredero del saber hacer acumulado durante varias generaciones, el Dorado de la histórica bodega De Alberto es un buen representante de la singularidad de esta clase de vinos. Elaborado solamente con uva verdejo, siguiendo el método tradicional al dedillo, sometido a crianza oxidativa en damajuanas expuestas al sol y con un posterior envejecimiento en botas de roble por el sistema de criaderas, tal y como la familia Gutiérrez lleva haciendo de manera ininterrumpida desde los últimos 40 años.

Se trata de un dorado muy complejo en aromas y especialmente amplio en boca, de color oro viejo, con un delicioso recuerdo de frutos secos tostados aportado por una solera de 70 años. Puro disfrute para los sentidos. Precio: 25,50 euros

Adorado Menade Solera 1967 (Bodegas Menade)

Elaborado con verdejo y palomino vendimiadas de manera tardía para conseguir mostos con alta graduación de alcohol naturalmente, este vino desarrolla velo de flor en tinajas, donde reposa durante un tiempo. Posteriormente, sigue una crianza oxidativa bajo el sistema de criaderas y solera en la bodega subterránea. De la solera de 1967 se realizan dos sacas anuales, en otoño y primavera, y se embotella en rama, sin clarificar ni filtrar.

Se trata de un vino muy singular que atesora la cuidadosa labor de abuelos, padres e hijos. Es, como dice la familia, una oda a la historia de los Sanz y de Bodegas Menade. Un elegante vino rancio, de aromas intensos y lleno de sensaciones en el paladar, que recuerda aquellos años en los que el vino era un alimento y se elaboraba con la tecnología más austera que existe: las manos. Precio: 59 euros