Según la Eurostat, la Oficina Estadística de la Unión Europea, España es el primer productor de calabazas de la Unión Europea (UE), con una cifra aproximada de 115.000 toneladas en 2019.

La calabaza es una hortaliza propia del otoño y pertenece a la familia de las cucurbitáceas, como los calabacines, pepinos o melones. Además, como todas las de su especie, el fruto que genera tiene forma pepónida, sus flores son comestibles y contiene semillas. Pero, ¿sabes cómo conservar la calabaza fresca?

Este alimento es muy rico en nutrientes. Por ejemplo, contiene hidratos de carbono, sobre todo en forma de almidón, muchas proteínas y muy pocas grasas. También tiene un alto contenido en agua, alrededor de un 90%. ¡Descubre cómo congelar una calabaza fresca para disfrutar de sus propiedades!

¿Se puede congelar la calabaza?

La respuesta es sí, se puede congelar la calabaza fresca. Esta hortaliza es muy dulce y se puede emplear en infinidad de recetas, tanto dulces como saladas. Por ejemplo en cremas, pasteles, al horno, cocida, etc.

Pero también es cierto que una calabaza suele ser una hortaliza muy grande, por lo que es muy difícil que podamos consumirla de una vez. De modo que podremos congelar la calabaza fresca que no vayamos a consumir, pero podemos hacerlo de varias formas diferentes.

Así pues, para conservar la calabaza fresca congelada es importante tener en cuenta cómo vamos a hacerlo para saber los tiempo de cocción y cómo prepararla. Puedes congelar la calabaza fresca de estas tres formas distintas. ¡Toma nota!

1. Congelar la calabaza fresca

Antes de congelar las verduras en casa, es muy importante pelarlas y lavarlas bien. Es cierto que, en el caso de la calabaza, limpiarla puede ser una tarea engorrosa, pues la piel es muy dura y además tiene muchas semillas dentro. Al final de este artículo te contamos cómo pelar una calabaza de forma rápida y sencilla.

Una vez pelada y limpia, córtala en dados de 2 o 3 centímetros y guárdalos en una bolsa hermética para congelarlos. Cuando quieras emplear esta hortaliza, solo tendrás que descongelarla en el frigorífico.

Bolsas reutilizables para congelar

Debes saber que, como la calabaza se compone en un 90% por agua, al descongelarla puede que se quede algo acuosa y flácida. Esto no quiere decir que se haya echado a perder, así que cocínala como prefieras.

2. Hervida, frita u horneada

Otro método para congelar la calabaza fresca es cocinarla previamente. Tienes varias opciones: hervirla, freírla u hornearla. En el horno está deliciosa, para lo que tendremos que cortarla en dados con un grosor de 2 o 3 centímetros o en rodajas como si fuera una sandía. Procura que no sean de más de 3 centímetros.

Cuando la tengas troceada, ponla en una bandeja de horno con papel vegetal, rocía con un chorro de aceite de oliva y hornea a 160 ºC durante una hora. Una vez cocinada, déjala enfriar y guárdala en bolsas específicas para congelar. Para descongelarla, déjala en la nevera y úsala para hacer puré o triturarla para utilizarla como guarnición bien aliñada y especiada.

3. Congelar la calabaza fresca en forma de puré

Una de las mejores formas de congelar la calabaza fresca es en puré. Para ello, puedes asarla o cocerla con agua, un chorrito de aceite de oliva y una pizca de sal. Si te apetece, puedes añadir ciertas especias como comino o pimienta negra, pues combinan a la perfección con esta hortaliza.

Cuando quieras descongelarlo, solo tendrás que poner el puré en la nevera hasta que se descongele por completo. A continuación, caliéntalo muy bien para que vuelva a recuperar la textura que tenía antes de conservar la calabaza fresca en el congelador.

Recuerda que, para congelar las verduras en casa y que aguanten más tiempo, es fundamental que nuestro congelador funcione de forma correcta. Existen congeladores en el mercado que controlan la temperatura y humedad con el objetivo de conservar tanto los sabores como los nutrientes de los alimentos en perfecto estado.

Del mismo modo, la tecnología No Frost evitará la formación de hielo en nuestro frigorífico y congelador. Esto es una gran ventaja, pues te ayudará a conservar la calabaza fresca durante más tiempo, así como otros alimentos.

Cómo pelar una calabaza

La calabaza es un ingrediente ideal para añadir a tus sopas, purés, dulces, etc., además es una increíble fuente de fibra, como te hemos indicado antes, y con muy pocas calorías. Por eso, hay que aprovechar la temporada para congelar la calabaza fresca y disponer de ella durante todo el año. Así, podrás elaborar un sinfín de recetas con este vegetal.

No obstante, es cierto que, con solo pensar en pelar una calabaza, es posible que se te quiten las ganas. ¡Hasta ahora! Pues te ofrecemos un método infalible para pelar una calabaza antes de congelarla. Los pasos que debes seguir para ello son los siguientes:

  1. Sabemos que la piel de la calabaza es muy dura. Por eso, en lugar de intentar pelarla con un cuchillo, lo mejor será ablandarla para eliminarla después con mayor facilidad.



  2. Una buena manera de ablandar la piel antes de pelar y conservar la calabaza fresca es utilizar el horno. Lo primero que tendrás que hacer será limpiar la calabaza muy bien con abundante agua. Después, sécala con un trapo suave y limpio que no deje pelusa y hazle unas pequeñas incisiones para que la calabaza no explote por el calor.



  3. A continuación, precalienta el horno a 200 ºC e introduce la calabaza una vez caliente durante 20 minutos. Pasado este tiempo, la piel se habrá ablandado y podrás cortar y pelar la calabaza sin problemas.



  4. Es imprescindible que no cocines la calabaza más de 20 minutos, de lo contrario comenzará a cocinarse por dentro y no queremos que esto ocurra.

Ahora que ya tienes claro cómo congelar la calabaza fresca, debes saber que este método será el más utilizado. Además, es el mejor para conservar la calabaza fresca. ¿A qué esperas para probarlo?

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