En España, las camelias son una clase de flores que se adelantan a la primavera, y consiste en un arbusto muy bonito que requiere muy pocos cuidados. De hecho, por difícil que parezca, las camelias son de esas plantas resistentes y fáciles de cuidar.
Por lo tanto, podemos asegurarte que, si atiendes a los siguientes trucos y consejos para cuidar una camelia, crecerá casi sola. Y es que, como buena especie dentro de la familia de los arbustos, esta planta es muy poco exigente. Solo necesita unos pocos cuidados muy básicos para prosperar y florecer. ¡Descubre cómo cuidar una camelia: trucos y consejos!
Curiosidades sobre cómo cuidar una camelia
La planta de la camelia nos deleita con una de las flores más elegantes que existen. Es originaria de Asia pero, a día de hoy, forma parte del paisaje español de una manera muy natural. Además, puede cultivarse tanto en jardines como en maceta.
Si quieres aprender a cuidar una camelia, te mostramos todos los detalles a continuación para que este arbusto de hojas perennes llene de colorido tu jardín con la llegada del invierno. Pero antes, veamos unas características de este curioso arbusto.
La planta de camelia podría ser catalogada como un arbusto de carácter rústico, pero no debemos descuidar los pocos cuidados que exige. Nos referimos sobre todo al clima, pues para cuidar una camelia es fundamental que haya humedad con frío en los meses de invierno, pero sin heladas, ya que podría congelarse. Tampoco tolera el calor excesivo en verano, pues acabaría quemándose.
Siguiendo con las curiosidades sobre cómo cuidar una camelia, esta planta se adapta muy mal a los cambios bruscos, de modo que sufre muchísimo con ellos. Por esta razón, conviene saber cómo y cuándo trasplantar una camelia para no someterla a modificaciones importantes referentes a sus condiciones de cultivo.
Por ejemplo, si la tienes en una maceta y esperas plantarla en el suelo, lo ideal es que su emplazamiento nuevo sea lo más parecido posible al provisional en cuanto a viento y luz. Solo así evitaremos que detenga su crecimiento. Incluso puede llegar a tirar sus hojas para hacernos saber que está sufriendo estrés.
Trucos y consejos para cuidar una camelia
Después de ver estos detalles para el bienestar de la planta de camelia, vamos a mostrarte con detenimiento cada uno de los pasos a tener en cuenta para su supervivencia. ¡Toma nota!
1. La ubicación
Quizás el punto más importante para cuidar una camelia sea la ubicación. Debes colocarla en un lugar donde reciba el sol las primeras horas de la mañana o, en su defecto, a última hora de la tarde. Por lo tanto, es un arbusto ideal para colocarlo en semisombra, pero evita la sombra completa o no florecerá en condiciones.
Además, debes tener en cuenta algo importante: si expones esta planta al sol durante las horas centrales del día, se acabarán quemando sus hojas. Además, mientras la planta intenta reponerse no disfrutaremos de sus preciosas flores, pues la supervivencia es más importante que la floración.
2. El sustrato
No podemos pasar por alto que la planta de camelia es una planta ácida, lo que quiere decir que son plantas que únicamente prosperan si cuentan con un suelo con el pH adecuado.
Si la cultivas en maceta, basta con mezclar un sustrato para plantas ácidas con sustrato universal, pero asegúrate de que haya un mayor porcentaje de sustrato ácido. La importancia de mezclar ambos sustratos es que el sustrato para plantas ácidas es demasiado ligero y evapora muy rápido el agua de riego, y a la planta de camelia le gusta la humedad.
En caso de plantarla en el suelo, es recomendable conocer su composición. Si la desconoces, para evitar problemas puedes plantar la camelia empleando un sustrato específico para plantas ácidas, en tierra de brezo o con turba rubia.
3. El riego
Ya hemos dicho que a la camelia le gusta mucho la humedad, pero no el encharcamiento, que además es su gran enemigo. Por eso, además de asegurarte de que el sustrato filtra bien, es fundamental que la tierra tenga un buen drenaje. Solo así se eliminará el agua sobrante y la planta prosperará correctamente. En caso de que te excedas con el agua, la planta tirará los capullos de las flores antes de abrirse.
Igual de importante que la pauta de riego es escoger muy bien el agua. Por ejemplo, debes saber que la camelia no tolera la cal, así que lo ideal es regarla con agua de lluvia. De hecho, salvo en los meses de calor o épocas de sequía, es preferible que se riegue únicamente cuando llueva.
4. El abono
Puesto que este arbusto es de crecimiento lento, para cuidar una camelia tendremos que utilizar un abono especial para plantas ácidas. Pero cuidado, pues aunque esta planta florezca en invierno, lo ideal es abonarla con la llegada de la primavera. Esto es debido a que entra en letargo vegetativo durante los meses de frío.
5. La poda
El último de los trucos y consejos para cuidar una camelia es la poda. Y más que una necesidad, se hace más bien por el interés de verla florecer con más intensidad. En el caso de la planta de camelia, el momento ideal para hacerlo es a mediados de febrero, pues la planta ya habrá perdido la floración.
Para ello, despunta las ramas cortando justo por encima de la segunda o tercera yema. También puedes eliminar las ramas u hojas que estén dañadas, ya que es una manera más conservadora de podar esta planta para que dé sus frutos.
Por último, si somos muy rigurosos en cuanto a cómo cuidar una camelias, tendrás que esperar al invierno para ver emerger sus maravillosas flores. Sin duda, un estupendo regalo con el que la naturaleza llena de color la melancólica época de frío.