¿No os ha pasado alguna vez que estáis preparando una maleta para un viaje y os cuesta muchísimo que os quepa todo lo que queréis llevar?, ¿o que, tras conseguir cerrar la maleta tras mucho esfuerzo, os pasáis el vuelo rezando para que aquél vestido o aquella chaqueta tan mona que pensabais usar al día siguiente no salga hecha un trapo?
Pues tranquilos, porque si os preguntáis cómo hacer la maleta sin sacar toda la ropa llena de arrugas, hay ciertos trucos para hacer la maleta que os pueden ser de mucha utilidad.
Trucos para hacer la maleta
1. Elige bien la maleta que vas a usar.
Es importante usar una maleta en la que quepan todas tus pertenencias, pero sobre todo hay que asegurarse de que llevarla va a ser cómodo, y para ello el tipo de maleta es crucial. Uno no se lleva una maleta grande rígida para viajes en aviones de un par de días, ni una mochila de montaña a un crucero de quince días. También hay que tener en cuenta que la ropa de verano ocupa menos espacio que la de invierno y que la ropa elegante ocupa más que la ropa de diario.
2. Mete sólo lo que sea imprescindible.
Tendemos a meter demasiadas cosas en la maleta, muchas veces con la idea de que las vacaciones son el momento ideal para estrenar aquel conjunto que está desde hace años muriéndose de asco en el fondo de un armario. Para limitar lo que metemos en la maleta es bueno hacer listas, que además nos ayudarán a no dejarnos nada en casa.
3. Crea combinaciones de ropa.
Un truco para no llevar ropa extra es escoger combinaciones de prendas (pantalón + camiseta, trajes, vestidos + cinturón, camisas + faldas…), y sólo una por cada día que vayamos a estar fuera. Si es un viaje largo, además, basta con coger la ropa necesaria para unos días, pongamos una semana, porque probablemente tengamos acceso a una lavandería o estemos en algún sitio dónde nos puedan lavar y planchar la ropa.
4. Enrollar la ropa en lugar de doblarla para evitar arrugas.
La ropa doblada se arruga bastante, así que uno de los remedios caseros es enrollar las distintas piezas de ropa para así evitar las arrugas en la medida de lo posible.
También es importante seguir un orden al colocar las prendas en la maleta, dejando en el fondo las prendas más pesadas, el neceser y los zapatos (envueltos con tela o dentro de una bolsa), luego los pantalones, las prendas de algodón o lino y, encima de todo, las prendas más delicadas (lana, seda, trajes, vestidos de gala, etc.). Al hacer esto es importante tener en cuenta cuál es la posición en que va a estar más tiempo la maleta.
5. Doblar toda la ropa junta.
Una manera de reducir espacio es doblar toda la ropa a la vez. Eso se hace colocando toda la ropa extendida sobre una superficie plana de manera que forme una T (camisetas y faldas formando el cuerpo y pantalones y leggins atravesados, formando el palo) y doblando la pila entera como si fuera una camiseta muy gruesa.
Hay que tener en cuenta que si vamos a asistir a algún evento especial, es posible que llevar una planta de viaje nos saque de algún apuro, planchar una camisa arrugada puede ser una solución.
6. Compartimenta la maleta
Si el viaje que se va a emprender es largo y con muchas paradas, es posible que tengamos que sacar de la maleta ropa varias veces, y debemos intentar no tener que deshacer la maleta cada vez que necesitemos una muda de ropa interior o una camiseta.
Para evitarlo deberíamos compartimentar la carga, ya sea usando algún tipo de separador o con bolsas de tela, cada una de las cuáles con una combinación de ropa y una muda de ropa interior, por ejemplo. Y hay que dejar muy a mano lo de uso más habitual, como el cepillo de dientes o el peine.
7. Lleva puesto lo que ocupe más espacio.
Siempre que se pueda, es bueno usar para el viaje las prendas que más abulten. Eso evita que tengamos que rompernos la cabeza buscando un hueco para botas altas, sombreros, abrigos…
8. No metas en la maleta lo que vas a usar durante el viaje.
Hoy en día es muy frecuente llevar un montón de aparatos electrónicos (cámaras, Mp4, smartphones, tablets o portátiles), además de cosas más tradicionales, como libros o pasatiempos. Esas cosas nunca deberían estar dentro de la maleta, ya que es frecuente usarlas durante los trayectos, sino en una bolsa aparte en la que queden a mano y protegidas. Lo mismo pasa con la cartera donde llevemos dinero y documentación.
9. Incluye en el equipaje unas cuántas bolsas de plástico vacías.
Cuando vamos de viaje, solemos salir con toda la ropa y los zapatos limpios y volver con ropa sucia, algunas prendas mojadas y, a veces, con algunos zapatos manchados. Por eso es imprescindible incluir en el equipaje varias bolsas vacías que puedan servir para estas prendas en el viaje de vuelta.
10. Protege el contenido de los líquidos
Finalmente, para no tener que usar las bolsas de plástico antes de tiempo, hay que asegurarse de que todos los envases con líquido que incluyamos en el equipaje queden dentro de una bolsa estanca o en un compartimiento que pueda retenerlo en caso de vertido. Si no se dispone de una bolsa estanca pueden envolverse con una toalla absorbente.