El pollo empanado es una de esas preparaciones que tiene infinidad de adeptos en España y que se convierte en un básico de cualquier hogar a la hora de cocinar, sobre todo para aquellos momentos en los que no se sabe que comer.
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La combinación del pollo con el rebozado y pasado por aceite es muy sencilla de elaborar y además muy sabroso. Sin embargo, para conseguir un resultado final aún mejor, te vamos a mostrar el truco maestro para que tus pechugas de pollo queden aún más crujientes.
Ingredientes
Los ingredientes necesarios para conseguir el pollo empanado aún más crujiente son muy sencillos de encontrar, ya que están disponibles en cualquier supermercado, e incluso muchos de ellos podrías tenerlos en tu propia casa. Concretamente, para su preparación necesitarás los siguientes ingredientes:
- Cuatro filetes grandes de pollo
- Un huevo batido
- Pan rallado
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
Receta de pollo empanado crujiente
Una vez reunidos todos los ingredientes, es el momento de comenzar con la elaboración. Antes de comenzar hay que tener muy en cuenta que se recomienda comprar el pollo en el mercado, en una carnicería para así poder disfrutar de un mejor sabor que el que se puede encontrar en las grandes cadenas de supermercados.
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En el caso de que no vengan fileteadas las pechugas, tendrás que cortarlas en trozos de unos 3-4 mm de grosor haciendo uso de un cuchillo bien afilado. Además, si quieres que las pechugas tengan aún más sabor, podrás coger un martillo aplanador y darle unos golpes a trozos para que estos se aplanen aún más, aunque se trata de un paso que es totalmente opcional.
A continuación, una vez que los filetes de pollo están preparados, es el momento de preparar el empanado. Para ello es muy importante recalcar que el huevo batido es fundamental para conseguir un pollo crujiente, ya que se trata de un ingrediente que es clave para conseguir que el rebozado se adhiera de la manera óptima a la superficie del filete y que no quede ninguna de sus partes sin el pan rallado.
Para ello habrá que coger un plato hondo, cascar un huevo y batir hasta que no se pueda diferenciar la clara de la yema. En ese momento, será el momento de reservar para más tarde.
Truco para que esté más crujiente el pollo empanado
Una vez hechos los pasos anteriores, que son los similares a cualquier otra receta de pollo empanado, es el momento de conocer el truco para conseguir que el rebozado sea más crujiente. En este caso será necesario sustituir el pan rallado por panko.
El panko es un pan rallado japonés que se caracteriza por tener un crujiente a base de migas de pan seco. Una vez que se tiene batido el huevo, se debe añadir en un plato llano una elevada cantidad de panko, salpimentando la mezcla para que adquiera todo el sabor de los filetes de pollo.
El panko es clave para conseguir que la cobertura exterior del pollo quede muy bien crujiente, pero la temporada del aceite es otro de los aspectos fundamentales para que el pollo quede bien crujiente. Para ello, habrá que pasar una sartén con abundante aceite al fuego a temperatura media y dejando que se precaliente durante un espacio de unos 5 minutos.
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A continuación, para conocer si la temperatura es la perfecta para empezar a freír, es posible hacer uso de un termómetro o bien coger un trozo de pan duro del día anterior, y cuando se empiece a tostar será el momento de bañar el pollo en la sartén.
Antes de que el aceite llegue a estar en su punto es el momento de proceder a rebozar el pollo. Para este paso es necesario coger los platos que tienen el huevo batido y el panko para colocarlos en el orden en el que se va a hacer uso de los mismos.
Primero se debe empapar el filete de pollo en el huevo batido, para seguidamente retirar el exceso de huevo y pasarlo por el panko hasta que cubra todo el filete. Un consejo que te puede ayudar a la hora de llevar a cabo este paso es que uses una mano para el huevo batido y otra para el panko para evitar que tu mano se manche de pan rallado.
Hechos los pasos anteriores llega el momento de cocinar el filete de pollo con el objetivo de conseguir que el interior quede jugoso y tierno, mientras que el exterior sea crujiente y dorado. Para ello habrá que ir introduciendo uno a uno los filetes en el aceite caliente, dejando que se cocinen durante 2-3 minutos, hasta que el empanado pase a estar dorado. El tiempo concreto dependerá de la potencia del fuego, así como del propio grosor del filete y la rapidez con la que el rebozado se dore.
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Tras haberlos cocinado, es el momento de sacarlos del aceite, para dejar que reposen en un plato con papel de cocina, paso clave para conseguir que se absorba el exceso de aceite. Para su emplatado será suficiente con colocar el filete empanado en un plato y agregar algún acompañamiento.
Para acompañar a esta elaboración puedes recurrir a diferentes opciones, que van desde las clásicas patatas fritas hasta un puré de patatas o bien, si buscas que sea una elaboración más saludable, hacer que el pollo empanado se encuentre acompañado de tu ensalada favorita.