Estamos más que acostumbrados a abrir un grifo y poder consumir directamente el agua que fluye, sin ningún tipo de miedo a contaminar nuestro cuerpo o sufrir una enfermedad a causa de bacterias.
Que tengamos agua embotellada a la vuelta de cada esquina nos aporta mucha seguridad y hace que estemos preparados contra cualquier problema temporal que surja en los ríos o embalses de donde procede el agua corriente. Pero… ¿Y si viajas a países sin agua potable? Créeme, puedes quedarte sin agua potable por una simple avería que se alargue unos días y no tengas la posibilidad de comprar agua embotellada.
Ya os dimos los trucos para la limpieza de las piscinas en verano, ahora vamos a explicar los métodos más efectivos y rápidos que pueden llevarse a cabo en tu hogar, cuando vayas de viaje a otro país o cuando pases el fin de semana cerca de un río y así eliminar cualquier mal, que afecte a tu salud al ingerir agua no potable.
Potabilización del agua en casa
De igual manera que hervimos el agua al cocinar, lo podemos hacer para eliminar parásitos o bacterias que estén presentes en los líquidos. Tendrá que estar en ebullición de 15 a 30 minutos si queremos asegurarnos la desinfección.
Otra manera es añadir dos gotas de cloro por litro y esperar media hora para su consumo. El problema es que en ocasiones el agua ya viene clorada por la red de tuberías y el exceso de cloro la puede hacer desagradable en cuanto a sabor, pero en ningún caso perjudica al organismo.
También podemos potabilizar el agua con un filtro de carbón activado, los huecos de este evitan que pasen las moléculas contaminantes. Lo bueno es, que retiene de igual manera insecticidas, pesticidas o herbicidas y elimina los olores y los malos sabores del agua.
Utilizando ozono, también podemos purificar el agua ya que este gas inactiva microorganismos o virus y no deja residuos químicos perjudiciales para la salud. Este procedimiento requiere de instalación mantenimiento que garantice un buen funcionamiento.
La ósmosis inversa, es uno de los métodos que cada vez tienen más presencia en la sociedad. Mediante una membrana que únicamente permite el paso de las moléculas de agua, elimina también las sales que se encuentran disueltas. También existe un sistema que utiliza los rayos ultravioletas para destruir todas las bacterias y completa la potabilización mediante carbón activado. No daña al medio ambiente y es muy sencillo de instalar en nuestros hogares.
Potabilización del agua en los viajes
Lo peor de consumir agua en países menos desarrollados es que nunca sabemos si perjudica a nuestro viaje con una diarrea o si podemos contraer enfermedades más graves como la hepatitis o el cólera.
Lo más inteligente cuando tengas dudas, es prevenir, o ¿no te suena el dicho, es mejor prevenir que curar? Ten a mano unas pastillas con dióxido de cloro, con sólo una unidad podemos potabilizar en media hora, un litro de agua. Con esto nos aseguramos de que hemos eliminado los microorganismos o virus que pudiera contener, no obstante, si vemos que el agua está demasiado turbia, lo mejor es dejarlo actuar durante al menos 4 horas.
Otra forma útil para eliminar protozoos, bacterias o virus es añadir pastillas con iones de plata y trocloseno sódico. En dos horas pueden purificar el agua acabando incluso con el mal sabor. El problema de la plata es que al contacto con los ojos puede resultar tóxica, por tanto, debemos tener cuidado.
La tintura de yodo también puede ayudarnos en formato líquido, es una táctica sencilla y económica de potabilizar el agua. Con sólo 2 gotas por litro y esperando únicamente media hora podemos consumir el agua sin ningún miedo.
También existen en el mercado, filtros portátiles que consisten en unos tubos preparados para beber directamente del agua en mal estado como si fuera una pajita. Son muy útiles si los utilizamos en escapadas al río o aventuras del tipo Frank de la jungla.
Potabilización del agua de forma profesional
Como he mencionado, somos unos privilegiados por tener un acceso tan sencillo al agua potable. Según la ONU, más de 1 millón de personas en el mundo carecen de este privilegio, por lo que debemos realizar un consumo responsable simplemente por solidaridad.
Para que el agua llegue a nuestros hogares debe pasar un proceso muy complejo de potabilización con varias fases que eliminen del todo los agentes nocivos. La primera fase es la captación, el agua que más tarde saldrá de nuestros grifos, proviene de ríos, lagos, embalses o de pozos o manantiales. Esta agua puede tener buena calidad y reducir los tratamientos para su consumo.La potabilización en este caso tiene lugar en una planta potabilizadora y consta de 4 pasos:
- Coagulación y floculación: consiste en agrupar las partículas con carga eléctrica idéntica de modo que se coagulan y permita la separación del agua.
- Decantación: separa las partículas en suspensión de las más densas, ya que las que flotan son fácilmente neutralizadas.
- Filtración: El agua decantada pasa por un filtro que retiene gran variedad de partículas como los parásitos.
- Desinfección: ya sea por procedimientos químicos o con la aplicación de calor, este método acaba con los microorganismos y organismos patógenos que son la principal causa de enfermedades.
Una vez el agua está limpia, se almacena en depósitos aislados y bien conservados en lugares altos que permiten más tarde su distribución. No obstante, periódicamente se realizan análisis biológicos o químicos que aseguran la potabilidad de esta agua y las hace aptas para el consumo.