El hipo es una contracción que se produce involuntariamente en el músculo del diafragma de forma brusca, llegando a afectar a nuestras cuerdas vocales, que nos obligan a emitir el típico sonido que caracteriza al hipo: hip, hip.
Si no se trata de un problema crónico el hipo durará unos minutos y todo volverá a la normalidad, pero en ocasiones la molestia que nos provoca tanto a nivel físico como social (por ejemplo si nos da hipo estando en una reunión), hace que queramos liberarnos del hipo lo antes posible. Por fortuna existen métodos para acabar con el hipo, que, aunque no funcionan al 100% en todos los casos, ayudarán muy probablemente a que deje de molestarte.
Causas que suelen provocar hipo
El hipo se produce debido a que nuestro diafragma, que es un músculo que separa el abdomen del pecho, se contrae con un movimiento involuntario, lo que hace que haya unos pequeños espasmos que a su vez provocan el cierre de las cuerdas vocales alterando nuestra respiración y dejando que se libere el típico sonido que se asocia a tener hipo.
Estas contracciones del diafragma se suelen producir por varias causas:
- Tomar alimentos picantes.
- Comer rápido.
- Consumir bebidas con alcohol.
- Consumir bebidas con gas.
- Cambios de temperatura bruscos.
- Comer abundantemente.
- Estar sometidos a una situación de estrés o que nos provoquen muchos nervios.
- Algunas enfermedades como la pleuresía o la neumonía.
- Tener irritada la garganta o el estómago.
- Inflamaciones respiratorias.
Normalmente el hipo dura unos minutos y desaparece, este hipo es el que se conoce como hipo agudo y no tiene consecuencias graves. No obstante, hay casos en los que el hipo llega a durar días o incluso meses, esto se conoce como hipo persistente. En los casos del hipo persistente, una visita al médico de cabecera nos dará la solución, normalmente nos recetarán algún fármaco como clorpromazina o metoclopramida.
Cómo prevenir el hipo
Ahora que conocemos qué causas provocan el hipo, prevenirlo puede resultarnos mucho más sencillo. Sigue estos consejos:
- Evita el consumo de alimentos picantes.
- Evita consumir en exceso bebidas alcohólicas o con gas.
- Come despacio.
- No comas en exceso.
Cómo quitar el hipo
En el caso de que tengamos hipo agudo, es decir, el hipo que desaparece a los pocos minutos, podemos encontrar un montón de métodos para quitar el hipo, algunos de esos métodos no tienen ninguna base científica, por lo que hemos decidido no incluirlos, pero otros aunque puedan parecer métodos que actúan por arte de magia, sí que tienen una explicación a nivel biológica y por este motivo sí los hemos incluido.
Conseguir aumentar el dióxido de carbono de nuestra sangre. Para lograr esto bastaría utilizar una bolsa para respirar en ella o simplemente hiperventilarnos ligeramente, también funciona recibir un buen susto de alguien que se compadezca de nosotros para ayudarnos a cambiar el ritmo de la respiración. Con estos métodos se aumentaría el dióxido de carbono en sangre y los espasmos que se producen en nuestro diafragma se disminuirían hasta desaparecer.
El nervio vago o frenético. Si profundizamos un poco más en cómo se produce el hipo, entran en juego la estimulación del nervio vago o el nervio frenético. Para paliar el problema se puede hacer que el nervio vago envié nuevas señales de sensaciones al cerebro para que deje de prestar atención al diafragma, por ejemplo, podemos tomar una cucharada de zumo de limón o de vinagre, beber agua muy rápido o comer hielo triturado entre otras.
No se trata de métodos que funcionen en todos los casos, pero si no podemos esperar a que pasen unos minutos para liberarnos del hipo, intentar aplicarlos puede ayudarnos a hacer que desaparezca antes.