En España no hay comida picante. Existe, pero no es propia de la gastronomía tradicional. Ten en cuenta que el pimiento llegó de América así que no es propio de España. Eso no significa que no se use el picante, pues se condimenta con pimienta o pimentón.
El sabor picante en una comida es uno de los toques más personales que existe en la gastronomía. Para muchos, la comida picante no puede faltar mientras, para otros, hasta la pimienta es insoportable. Pero en algunas ocasiones, las recetas pueden venir con indicaciones un poco pasadas de picante.
Cómo quitar el picante de una comida
A todos nos ha pasado alguna vez habernos pasado de sal, azúcar o picante y arruinar por completo un plato. No obstante, las comidas picantes se pueden rectificar y en este artículo te traemos los mejores trucos para ello. ¡Aprende cómo rebajar el picante de tus comidas!
1. Hortalizas ricas en almidón y azúcares
Existen una gran variedad de vegetales y hortalizas con mucho almidón y azúcares. Son una excelente opción para reducir su potente efecto debido a que absorben el picante. Además, gracias a su contenido en azúcar, se equilibra la sazón dejando un gusto más tolerable en las comidas picantes.
Las mejores hortalizas para rebajar el picante son: las patatas, las zanahorias y batata o boniato. Es tan sencillo como agregar alguno de estos ingredientes a la comida picante partidos en cuadrados medianos y dejar que se cocinen entre 10 y 15 minutos.
2. Productos lácteos para rebajar el picante
Del mismo modo que tomar leche cuando se consume algo muy picante ayuda a reducir el ardor y a desinflamar la lengua y los labios, en la cocina, agregar un producto lácteo es uno de los mejores trucos para rectificar una comida picante.
Eso sí, la preparación debe permitirlo, en cuyo caso solo tienes que añadir un producto lácteo para controlar el picante de más. Puede ser leche o cualquier derivado de esta, como yogur griego, mantequilla, nata, leche evaporada o crema de leche. En algunos casos, puedes experimentar usando otro tipo de leche como la de coco o la de almendras para conseguir un toque especial.
3. Agrega azúcar o ácidos a comidas picantes
Los alimentos ácidos y el azúcar también son una buena alternativa para contrarrestar el picante en tus recetas. Esto es porque ayudan a reducir y equilibrar el picante, dejando un sabor un poco más sutil pero no dulce.
Algunos de estos ingredientes son el ketchup, la miel o algún sirope. En cuanto a la parte ácida, podemos agregar una o dos cucharaditas de vinagre de manzana, unas gotas de zumo de limón o unos cuantos trozos de tomate.
4. Incorpora frutos secos
La grasa que proviene de los frutos secos es ideal para rebajar el picante, pues lo equilibra y compensa con su toque amargo. Sin embargo, como en el caso de los productos lácteos, la preparación debe permitir que se le añada este ingrediente.
Nos serviría cualquier fruto seco o alguno de sus derivados, como la crema de cacahuate, almendras o nueces trituradas, pistachos, cacahuetes o avellanas enteras o fileteadas.
5. Sustituye o agrega más caldo a la comida picante
Si eres un apasionado de las comidas picantes, pero se te ha ido la mano, en caso de que tu preparación esté hecha a base de un caldo, una buena opción para rebajar el picante de la comida sería agregar una o dos tazas más de líquido. Cuanto más caldo agregues, más suave se volverá el picante y tendrá un sabor mucho más sutil.
Para los casos en que la receta ya contenga demasiado líquido, una solución efectiva sería retirar un par de tazas de caldo de la comida picante y sustituirlo por un nuevo caldo base. Eso sí, ten en cuenta que además de controlar el picante, puede afectar a la cantidad de sal y otras especias, así que prueba el plato antes de continuar con la receta.
Consecuencias de comer picante en exceso
Varios son los mitos que giran alrededor de las comidas picantes, entre ellos: que provoca acidez estomacal, que ocasiona contracciones en las mujeres embarazadas, que causa o empeora problemas de hemorroides… No obstante, varios estudios científicos han demostrado que comer comida picante como chile, pimiento o curry, por ejemplo, tiene efectos muy positivos para el organismo.
Aunque pueda resultar desagradable, a mucha gente le gusta disfrutar del sabor intenso de las comidas picantes y tiene debilidad por ello. Y es que cuando consumimos comida picante, tenemos la sensación de que la boca nos arde y la cabeza está a punto de estallar, así que la reacción de nuestro organismo es refrescarse a través del sudor, las lágrimas…
Esa sensación de ardor está provocada por la capsaicina, un compuesto químico que se encuentra en la comida picante. Al comerla, este compuesto entra en contacto con la saliva y se agarra a los receptores de potencial transitorio (TRPV1), unas proteínas de nuestro sistema nervioso, que están involucrados en la transmisión y modulación del dolor.
Su principal función es avisarnos del dolor cuando algo está muy caliente. Por esta razón, si los TRPV1 detectan la capsaicina de la comida picante, enviarán al cerebro la información de que nuestra boca se está quemando.
Entonces, ¿por qué tanta gente disfruta con el 'dolor' del picante? Porque cuando el cuerpo siente dicho dolor, el cerebro libera endorfinas y dopamina que, juntos, crean una sensación similar a la adrenalina. Las endorfinas son opiáceos naturales, analgésicos que nuestro cuerpo libera a veces en respuesta al picor en exceso de un alimento.
Dicho de otro modo, nuestro cuerpo responde a la explosión de dolor intenso generando adrenalina. Así, se podría afirmar que comer comidas picantes en exceso es una forma de buscar la emoción a través de la estimulación de nuestro cerebro.
En los casos más drásticos, si el alimento es demasiado picante podrían aparecer ampollas en la garganta, generar vómitos e incluso entrar en shock anafiláctico. Aunque la comida picante no resulta tan perjudicial como pensábamos, ten cuidado con su consumo en exceso.