La sociedad actual es una sociedad tecnológicamente avanzada que ha aplicado la ciencia a la mejora de la vida de las personas con bastante éxito y que ha logrado convertir a la especie humana en una de las más numerosas y la más extendida del planeta, insectos aparte. No obstante, todo esto se ha logrado a costa de la generación de miles de toneladas de basura, por lo que una adecuada gestión de residuos no es ya solo necesaria, sino imprescindible.
Gestión de residuos: qué es y quién se ocupa de ello
La gestión de residuos consiste en la organización de un sistema de recogida, clasificación, reciclaje y reutilización de todo tipo de desechos. Los responsables de esta labor son los ayuntamientos, que suelen destinar una parte de su presupuesto a este tema, en el que se incluye la dotación de contenedores para las calles, la recogida de basura, la limpieza de las calles y la gestión de las aguas sucias.
En los últimos años, la gestión de residuos se ha centrado en el reciclaje y la reutilización de la basura, y se ha trasladado a los ciudadanos parte de la responsabilidad del proceso al empezar a distribuir contenedores específicos para cada tipo de basura e invitar a la ciudadanía a usarlos. Actualmente existen los siguientes tipos de contenedores con los que podemos reciclar en casa:
- Contenedor verde, para el cristal.
- Contenedor amarillo para el plástico y otros envases, incluidas las cajas de madera pequeñas. Recordar que ya os dimos los remedios caseros en cómo reciclar botellas de plástico. Con esto respetaremos el medio ambiente y la contaminación por plástico.
- Contenedor gris, para los restos orgánicos.
- Contenedor azul, para el papel y el cartón.
- Contenedor específico para pilas.
- Contenedor específico para aceites usados.
- Punto Sigre (en las farmacias) para recogida de medicación.
Cómo reciclar en casa la basura
Consejos para separar los distintos tipos de basura en nuestro hogar:
- Intenta adecuar tu consumo a tus necesidades y a las del planeta: Todos necesitamos consumir ciertos productos, pero sí podemos evitar comprar de más y podemos elegir no solo el material de los productos que compramos sino también el material de la bolsa o el paquete en el que lo llevamos. La mejor manera de no tirar plástico, es no utilizarlo, y si compramos solo lo que nos vamos a comer evitaremos generar toneladas de residuos orgánicos.
- Intenta tirar el mínimo de basura posible. Una vez ya se ha generado la basura, uno debería hacerse esta pregunta: ¿es realmente basura o se puede hacer algo con ella?, porque una botella podría ser también un jarrón si hacemos unas manualidades, y esos zapatos que ya no te pones quizás le valgan a otra persona. Reutilizar y readaptar evitan que lo viejo se convierta en desechable, y en la red podéis encontrar cientos de tutoriales de tipo "hazlo tú mismo" que os enseñarán como reutilizar de manera creativa tejidos, madera, botellas de plástico Y/o cristal y cualquier otro desecho que os podáis imaginar. Todo es ponerle ganas.
- Separa bien los desechos: No solo hay que tirar cada pieza de basura al cubo que le toca, sino que es importante separar los materiales de aquellos productos que contengan varios distintos, de manera que no tiremos tapones metálicos al contenedor del cristal, por ejemplo.
- No uses bolsas de plástico: las bolsas de plástico, solo para el plástico. Para el resto lo ideal es reutilizar cajas de cartón que, tras ser vaciadas, puedan ser depositadas en el contenedor correspondiente. Claro está que eso solo es válido para el caso de que dispongas de cajas de plástico, pero si no es así nuestra recomendación es que uses cubos que puedas bajar al contenedor y volver a subir a casa después, ya que el plástico, el cristal y el papel ni huelen ni ensucian. Para el material orgánico usa bolsas biodegradables o no uses bolsa.
- No tires cosas que no tocan en ningún contenedor. Puede parecer que arrojar un papelito en un contenedor de vidrio no es ningún drama, pero para eso están las papeleras. Mezclar desechos solo ralentiza el proceso de reciclado y aumenta los costes del mismo.
- Utiliza los puntos limpios y los servicios de recogida de enseres de tu zona: Hay objetos que no van en ningún contenedor, por ser muy voluminosos o de materiales no reciclables, no los arrojes en ellos. La mayoría de los ayuntamientos recogen enseres voluminosos como muebles y electrodomésticos al menos una vez por semana de forma gratuita, basta con llamar al ayuntamiento para acordar una recogida.
- No te excuses en la falta de contenedores para no reciclar: Si en la zona en la que vives no hay suficientes contenedores o falta un tipo de contenedor concreto, avisa a tu ayuntamiento para que haga su trabajo y los coloque. También debes quejarte si la recogida de la basura depositada en los contenedores no es lo suficientemente frecuente.
- Si tu cocina es pequeña, usa cubos pequeños y baja la basura a diario, una costumbre que, además de permitirnos reciclar, evitará los malos olores en nuestra cocina, ya que no se acumularán desperdicios de un día para otro. También existen soluciones de almacenaje de basura discretas y adaptadas a todo tipo de espacios en tiendas de muebles y decoración e incluso en grandes superficies.