Aunque el pelo liso ha ganado terreno al pelo rizado como moda en las últimas décadas, los 80 están volviendo y los rizados de todo tipo que poblaron esa década maravillosa están volviendo también. Ya lo veníamos comentando en nuestro artículo de cómo hacer peinados para pelo liso. No obstante, lo que no está volviendo es el gusto por las permanentes, que, además de ser caras, lentas y pesadas para quién se las hace, implican un montón de químicos que pueden dañar mucho el cabello.
Cómo rizar el pelo
Rizar el pelo con una plancha es una de las opciones más simples y efectivas entre las que tenemos posibilidad de escoger si queremos un ahorro interesante de la economía doméstica en la peluquería, y ofrece algunas ventajas claras sobre otros métodos, como el hecho de que el rizado así obtenido no es permanente (aunque eso también puede ser visto como desventaja) y que dependiendo de cómo usemos las planchas podremos hacer multitud de peinados distintos sin cambiar de herramienta.
Aunque rizar el pelo es posible con cualquier plancha para peinados, debemos tener en cuenta que existen planchas específicamente indicadas para rizar el pelo y que son básicamente de tres tipos:
- Planchas tubulares, que se usan igual que las planas, pero que están adaptadas a la curva de los rizos.
- Planchas moldeadoras, que muchas veces llevan accesorios para distintos tipos de rizado.
- Planchas planas para pelo liso que incorporan planchas accesorias para moldear.
No obstante, dado que la plancha que la mayoría de la gente tiene es la lisa, las siguientes instrucciones se centrarán en el uso de este tipo de aparato (que se puede sustituir por tenacillas si se busca un rizo muy pequeño o cerrado o si no se sabe manejar bien la plancha grande).
Antes de empezar con los consejos de belleza, lo primero que hay que tener en cuenta es que la plancha va a estar caliente. Eso significa que hay que ir con cuidado para no quemarse, pero también que hay que observar ciertas precauciones para no dañar el pelo, como no detenerse en un mismo mechón de pelo más de lo necesario, y aplicar algún tipo de protector térmico sobre el pelo antes de usar, y pedir ayuda a otra persona para la parte de atrás de la cabeza, sobre todo si tienes el pelo largo. También es mejor utilizar planchas de cerámica en lugar de las de metal, que se calientan mucho más.
Y ahora unos remedios caseros: estos son los pasos a seguir para lograr un rizado perfecto con plancha:
- Antes de empezar el pelo debe estar seco por completo, y preferentemente liso. Si está mojado o húmedo no cogerá forma, mientras que si ya está ondulado o rizado será más difícil darle uniformidad.
- En caso de que te acabes de lavar el pelo, aprovecha que tienes que secarlo con el secador y alisarlo para echarte algún tipo de mousse o espuma que le dé volumen.
- Precalienta la plancha a la temperatura mínima necesaria. La temperatura necesaria depende de la cantidad de pelo que vaya a haber en cada mechón y de la fortaleza del pelo, ya que un pelo frágil o muy fino puede quemarse con más facilidad.
- Aplícate protector térmico.
- Divide el pelo en secciones y péinalo bien para que esté liso y desenredado. Lo ideal es hacer la raya por dónde la lleves habitualmente y luego separarlo en capas que sujetaremos en lo alto de la cabeza con algún tipo de pinzas.
Por último tenéis que decidir qué tipo de rizo queréis crear, ya que hay distintas opciones:
- Ondulación en las puntas: empezando a media altura (sobre las orejas en media melena, en la nuca en melenas largas), sujeta la plancha cerrada sobre un mechón de pelo y gírala sobre sí misma hasta que el pelo forme una U. Luego desliza la plancha hacia la punta del pelo en esa misma posición. Te quedarán ondas más o menos pronunciadas dependiendo de la velocidad del movimiento.
- Tirabuzones: cogiendo cada mechón desde la punta, girar la plancha sobre sí misma hasta que todo el mechón quede enroscado. En este caso, se puede mantener la plancha ligeramente abierta para que el calor pase también al pelo que la rodea. Poner la plancha en vertical e ir soltando el pelo lentamente.
- Ondulaciones leves (pelo marcado): Con una plancha pequeña o unas tenacillas planas, coger cada mechón repetidas veces a distinta altura y girar la plancha con el pelo cogido cada vez. El pelo quedará ligeramente marcado en las zonas dónde se ha aplicado presión y liso en el resto. Esta modalidad queda mejor en pelo liso corto o en media melena.
- Rizos en todo el pelo: cogiendo cada mechón desde la raíz, sujetar la plancha cerrada y girarla sobre sí misma igual que se ha hecho al ondular las puntas. Luego deslizarla en el sentido de la caída del pelo. Cuánto más lento la deslicemos más marcado quedará el rizo.
A partir de aquí, todo es experimentar. Girar más o menos la plancha, apretarla más o menos, avanzar más o menos deprisa… creará rizos de tamaño y consistencia distinta, y cada uno debe aprender qué tipo de pelo le queda mejor. Dependiendo del tipo de pelo, es posible que requieras laca o fijador para que el rizo coja forma o para que aguante rizado. Aplícala antes de pasar la plancha, no después y ya puedes pasar al maquillaje.