En España, no se nos ocurre una idea mejor que sorprender a nuestros seres queridos con joyas. Si te han regalado un anillo de diamantes y quieres saber si es verdadero, hay distintos métodos para saberlo sin necesidad de acudir a un profesional. Y es que es posible reconocer un diamante verdadero de uno falso, por eso te damos las claves para saber cómo hacerlo.
Conocer la autenticidad de un diamante no es tan sencillo a simple vista, pero con elementos tan sencillos como el agua, la luz o una lupa de joyero, podrás descubrir la fiabilidad de tus joyas con diamantes. ¡Descubre todos los detalles a continuación!
Pruebas caseras para saber si tu anillo de diamantes es auténtico
Las joyas con diamantes son muy codiciadas, por lo que no es de extrañar que aquellos que tengan una quieran confirmar si es verdadera en realidad. Para ello, puedes acudir a una joyería de confianza o testarlo tú mismo siguiendo estos procedimientos fiables, económicos y sencillos.
1. Prueba del vaho
Esta pruebas para saber si tu anillo de diamantes es auténtico es la más económica, y también es bastante fiable. Solo tienes que colocarlo frente a tu boca y empañarlo con tu vaho: si la piedra se mantiene empañada durante más de dos segundos, el diamante será falso.
La razón por la que esto es así es porque los diamantes auténticos dispersan el calor del aliento de forma instantánea, por lo tanto, no son fáciles de empañar. Si no te lo crees, puedes hacer la prueba también con una piedra falsa, verás como esta sí se queda empañada por más tiempo.
2. Revisión del engaste y la montura
Otra forma de reconocer un diamante es observando la montura y el engaste de la joya sobre el que se encuentra. Los diamantes verdaderos no suelen montarse sobre metales baratos, sino sobre oro o platino real, y puedes comprobarlo en el interior del anillo, donde habrá un sello con las siglas 10K, 14K, 18K, PT, Plat, 585, 750, 900 o 950. En caso de que la piedra no sea verdadera, el metal tampoco lo será, en cuyo caso encontrarás las siglas C.Z. (zirconia cúbica).
3. Lupa
Si dispones de una lupa en casa, puedes usarla para averiguar si tus joyas con diamantes son auténticas. Verás que las piedras verdaderas presentarán unas ligeras imperfecciones naturales o inclusiones.
También es habitual que aparezcan pequeñas manchas o cambios sutiles de color, un indicio más de que el diamante es puro, verdadero e imperfecto. Los diamantes falsos no suelen presentar imperfecciones, ya que son fabricados en entornos estériles y, por tanto, no forman parte del entorno natural.
4. Refracción del diamante
Por último, para reconocer un diamante auténtico debe refractar la luz, es decir, dejar que pase a través de ellos permitiendo que esta cambie su dirección. Al observar de cerca la refracción de la luz sobre el diamante, podrás descubrir su veracidad gracias a esta propiedad. Puedes emplear los siguientes métodos:
- Prueba del agua: llena un vaso de agua y deja caer el diamante para contemplar si se hunde hasta el fondo. Si es así, tu diamante es auténtico, y es su alta densidad lo que hace que se hunda. Por el contrario, si flota en la superficie o hacia la mitad del vaso, será falso.
- Papel de periódico: coloca el diamante boca arriba sobre una página del periódico y comprueba si puedes leer a través de él. Recuerda que las piedras cambian la dirección de la luz, de modo que no podrás leer nada a través de un diamante auténtico, pero sí de uno fabricado.
Pruebas profesionales para reconocer un diamante
Si con las pruebas anteriores no te ha quedado claro si tus joyas con diamantes son verdaderas, puedes solicitar la ayuda de un profesional. Los joyeros tienen herramientas y aparatos especializados para reconocer y distinguir un diamante auténtico de una falsificación. Además de la prueba del calor, microscopios potentes o balanzas de alta sensibilidad, hay una prueba concluyente para certificar si una piedra preciosa es real o no: la de la luz ultravioleta.
Prueba de la luz UV
Esta prueba consiste en colocar el diamante directamente bajo este tipo de luz y comprobar si el diamante tiene un color azulado. Si es así, tu anillo de diamantes será real. Cuanto más claro sea el tono de azul, más puro será, y por ende, su valor será más elevado.
Cómo diferenciar un diamante de una zirconia
El diamante es la piedra natural más dura de la naturaleza, y gracias a sus propiedades, también es una de las más valiosas. La zirconia, conocida popularmente como circonita, es una piedra sintética de origen artificial y su similitud visual con el diamante es increíble.
Tanto se asemejan, que puede resultar difícil diferenciar un anillo de diamantes de uno de zicornia. Para que esta labor resulte más fácil, te recomendamos que utilices alguno de estos trucos:
- Prueba de la balanza: una circonita pesará dos veces más que un diamante de su mismo tamaño.
- Prueba del papel blanco: dibuja un punto con un lápiz o un bolígrafo negro sobre un papel blanco. Coloca el diamante centrado sobre el punto y observa si se distingue con claridad o no. En el primer caso, se tratará de una zicornia, mientras que en el segundo, será un diamante auténtico.
- Prueba de la lente: los bordes de la zirconia son redondeados y los de los diamantes son puntiagudos. Además, con una lupa podrás observar si tiene arañazos en su superficie, pues el diamante es tan duro que no suele presentar anomalías, al contrario que la circonita.
- Acude a un joyero profesional: si no consigues distinguir y reconocer un diamante de una zirconia a pesar de utilizar estos trucos, un joyero profesional certificará y comprobará si se trata de una pieza auténtica o una zirconia. ¡Ya puedes hacer la prueba con tus joyas con diamantes!