Ya dejamos atrás la semana siete de embarazo, ahora en la octava semana, el embrión mide 13 centímetros y ya se está formando. En su cabeza se perfilan orejas y ojos, y su cabecita es más grande que el resto del cuerpo, permaneciendo doblada hacia adelante, ya que su columna vertebral no se ha enderezado.
Qué pasa en la semana 8 de embarazo
En esta semana, empiezan a formarse los ojos y las orejas del embrión, así como las manos y los pies, aunque aún estarán unidos al cuerpo. En esta semana posiblemente debamos hacernos una de las primeras ecografías y ver si gestamos varios bebés, y en la que se confirmará cuál es la edad de gestación exacta del feto, y también se detectará el latido del corazón.
Ésta es una semana vital para el desarrollo del feto, ya que en esta fase su cerebro queda unido a la médula espinal y se empiezan a formar sus hemisferios, que todavía están muy blandos. A través del cordón umbilical, la placenta irá alimentando al feto, proporcionándole agua, nutrición y oxígeno.
Semana ocho de embarazo, qué mes es
La semana ocho de embarazo corresponde al segundo mes. En este mes ya se producen cambios físicos en la madre, con posibles molestias por las mañanas, causadas por la reacción de las hormonas que están produciendo cambios hormonales como el cansancio.
Las gestantes podrán notar, como aumenta el tamaño del pecho y como crece la cintura, porque el cordón umbilical ya está formado, y el feto va creciendo y alimentándose dentro de la bolsa de líquido amniótico que le protege. Este es el momento en el que se acudirá a consulta para análisis de sangre y orina, así como la ecografía inicial para saber la edad del feto. El corazón del bebé ya late, y para los padres es difícil apreciarlo en la ecografía. Al mismo tiempo, sus piernas y brazos van creciendo.
Embarazo semana a semana: cómo cambia el cuerpo de la madre
Además del cansancio y los cambios hormonales iniciales, en la semana 8 de embarazo pueden aparecer ciertas molestias en la ciática, debido a la inflamación del nervio ciático por la presión que el útero en crecimiento está ejerciendo. No tiene la menor importancia, ni para la madre ni para el embrión, salvo las molestias, y la mejor opción en estos casos es permanecer tumbados sobre el lado opuesto para disminuir esta presión.
Qué comer en la semana ocho de embarazo
A las 8 semanas de embarazo, es necesario que la alimentación de la gestante sea rica en ácido fólico, vitamina D, calcio, hierro y yodo, así como ácidos grasos omega 3. La alimentación deberá ser rica en alimentos como las legumbres (garbanzos), las frutas, las verduras, las carnes magras (pollo, pavo, ternera blanca), los huevos, los pescados azules, frutos secos, y lácteos. Posiblemente, el ginecólogo nos recete ácido fólico, ya que previene algunos defectos graves que se puedan producir en el feto.
Es muy importante lo que la madre coma, pero también su preparación y conservación. Lavarse las manos regularmente, sobre todo antes de cocinar, mantener los alimentos en el frigorífico hasta su consumo, servir la comida caliente, y si quedan para otro día, calentar las sobras una sola vez. Comer cualquier tipo de carne cruda está absolutamente prohibido, por el riesgo de contraer toxoplasmosis y transmitírsela al feto. Hay que evitar los embutidos, los pescados marinados como el salmón y los boquerones, y lavar con profusión las frutas y las verduras, antes de consumirlas.
Las verduras ricas en hierro como las de hoja verde, los cereales integrales o el zumo de naranja son esenciales para combatir una posible anemia, que puede detectarse cuando hay una pérdida grande de energía y un cansancio más severo y más continuado que el cansancio que provoca un embarazo en su periodo inicial.
Consejos para estar mejor durante la semana ocho de embarazo
Los mareos a las 8 semanas de embarazo pueden ser muy frecuentes, aunque no revisten la mayor importancia. Estos mareos se deben a que el corazón trabajará con más intensidad en los meses de gestación. Así que si sentimos mareos, hay que intentar levantarse de la cama por fases, de acostada a sentada, y después de pie, y en lo posible no levantarse de golpe para evitar así los mareos. Estos pueden aparecer si hay un nivel bajo de azúcar en sangre o si hemos permanecido de pie durante mucho tiempo. En este caso, conviene estar en movimiento y no paradas, y también consumir algo con azúcar.
Respecto a nuestra seguridad, es importante utilizar el cinturón de seguridad en los desplazamientos. Este es obligatorio para todo el mundo, pero si teníamos alguna duda al respecto, es obligatorio también durante el embarazo. Hay dispositivos e indicaciones de la DGT (Dirección general de tráfico) a disposición de las madres gestantes, para saber cómo colocar el cinturón y no dañar al feto.
Por otra parte, y a partir de las 8 semanas de embarazo, nuestro ginecólogo nos irá planificando las citas médicas, salvo necesidades puntuales de revisión por algún cambio, cada cuatro semanas. En estas citas, iremos explicándole a nuestro ginecólogo nuestro estado general de salud, y cómo nos encontramos en líneas generales, y nos hará una revisión rutinaria, con toma de tensión, auscultación y palpación de la tripa, aunque aún sea demasiado pronto para notar cambios a nivel exterior.