“¡Hola señores¡ ¿Qué tal?”. Con un look muy cuidado (seguramente aconsejado por su mujer Paula Echevarria) traje negro, camisa blanca y pelo engominado se presentaba esta mañana David Bustamante ante la prensa para dar a conocer su libro: El sueño se hizo realidad (Ed. Planeta). “Con él quiero mostrar quien soy, cómo soy y cómo he llegado hasta aquí”. Se ha definido como un hombre sincero, pasional, espontaneo, emotivo, apolítico y luchador… que no ha cambiado mucho, “al menos eso dice la gente que me conoce”.
Sin perder la sonrisa ha hecho alarde de la simpatía y don de gentes que le sirvieron para convertirse en uno de los concursantes más queridos de la primera edición de Operación Triunfo. Ha hablado de su niñez y adolescencia en San Vicente de la Barquera, de su matrimonio, de su hija, de sus proyectos, de política y cómo no, de su libro.
Orgulloso de sus orígenes
Se enternece cuando recuerda su infancia en San Vicente de la Barquera: “He sido un niño muy feliz. Soy de esas personas privilegiadas que pueden decir que se han criado en un pueblo”.
Educado en el seno de una familia humilde, su madre ama de casa y su padre obrero de construcción, tuvo una vida muy normal: “Mis hermanos y yo éramos tres garrulos que nos peleábamos, reíamos, jugábamos….”. “Mi madre cuando anochecía me gritaba desde la ventana: ¡Venga para casa¡”.
A diferencia de otros triunfitos no reniega del programa que con 19 años le cambió la vida, aunque reconoce que su éxito posterior se debe a muchas horas de trabajo, producciones y esfuerzo: “No puedo obviar algo que es el principio de todo. Es como si niego a mi madre que es quien me ha dado la vida”.
Enamorado de su mujer y su hija
“Son mis chicas, mi vida”. Se casó con la actriz y ahora it girl Paula Echevarría en 2006 en la basílica de Covadonga y poco después nació su hija Daniela. Llevan casi diez años casados y reconoce ser muy feliz pese a los continuos rumores que se publican sobre sus desavenencias conyugales: “Tendremos que presentarnos al Record Guiness porque nos han separado mil veces. Llevamos mucho tiempo conviviendo y discutimos como cualquier pareja”.
De su vida amorosa anterior prefiere no hablar: “No es plan de ponernos a recordar. He tenido dos o tres novias pero mi única mujer es Paula”. Sí trascendieron su supuesto romance con Gisela, compañera de OT o su tórrida relación con la modelo Begoña Alonso, de quienes por cierto no habla ni una palabra en el libro. “La única historia que yo tuve en OT fue con Manu Tenorio, esos ojos que tiene me volvían loco. Es un ex con el que me llevo muy bien”.
De su hija Daniela (8 años) dice que es un calco suyo: “Físicamente y de forma de ser es igual a mí, pero se quiere parecer a su madre y le dice: Mamá a que tengo el pelo igual que tú”. Asegura que es una niña muy aplicada en el colegio “cosa que no era yo” y el centro de su vida. Ejerce de padrazo y por ella ha aprendido a hacer todo tipo de peinados: “No veas como tiro de prendedores y peinados. Igual te hago una trenza, que una coleta de lado, o una de caballo...Lo que no me sale es la trenza diadema”. Buena fé de ello da Mila Fernández Ávila, la periodista que ha plasmado en el libro las vivencias del cantante: “Siempre que acabábamos una charla terminaba hablándome de su hija”.
Comprometido políticamente con su país
Se considera “apolítico” y no quiere desvelar su opción de voto pero el nuevo panorama político del país le parece “súper positivo porque salen nuevas opciones a la palestra”. Enfadado por ”lo mal que se han hecho las cosas, porque se nos vende una cosa y se hace otra, porque ha habido mucha corrupción y encima no está castigada” espera que venga un cambio de la mano de nuevos partidos como Ciudadanos o Podemos “con gente nueva que no esté viciada, que no lleve años y años viviendo de la política y que luego sean consejeros de las empresas que les han ayudado cuando estaban en el poder”.
Consciente de los problemas que tienen los ciudadanos para llegar a fin de mes, de la problemática de los desahucios o de la corrupción que se apodera de los políticos, no duda en afirmar: ”Me avergüenzo de la situación y la imagen que estamos dando fuera”.
Amante de su profesión
Lleva 14 años sobre los escenarios y aunque profesionalmente “ha habido lunes terroríficos y sábados maravillosos” se considera “un privilegiado”. Actualmente está inmerso en la gira de su último disco Vivir y prepara un nuevo producto musical en América que le obligará a estar fuera de su casa. “La carrera de un artista es una montaña rusa, lo difícil es mantenerse. Ha habido momentos duros de desaciertos, pero hoy en día me siento en el mejor momento de mi carrera estoy muy contento de cómo ha ido mi disco y de la gira”.
Se siente muy querido por su público y le encanta ir por la calle y que las abuelas le pellizquen las orejas y le digan: “¡Ay mi niño!”, mientras sacan del monedero las fotos de sus nietos y una suya, o que los obreros le llamen “¡Compañero! “ cuando pasa junto a una zanja. En los conciertos echa de menos esos momentos Jesulín de Ubrique en los que las fans le lanzaban ropa interior.
Pese a su juventud, 33 años, se ha lanzado a publicar un libro biográfico porque le “ha tocado vivir muchas experiencias” y amenaza con publicar un segundo : “Espero no tardar otros treinta y tres años porque con sesenta y seis no me veo…aunque quién sabe ojalá sea como Julio Iglesias que pretende estar cantando hasta los noventa”. Este libro le ha servido de terapia. “Ha sido maravilloso volver atrás y ver el porqué de todo…”