La masacre de París ha dejado muchas familias rotas pero también muchas parejas, sobre todo entre las víctimas de la sala Bataclan. Ángela Reina, la prometedora ingeniera de Ciudad Real de 33 años que llevaba tres meses casada con Juan Alberto, tendrá que vivir siempre con el recuerdo de la mirada de su marido tumbado en el suelo y ensangrentado.
Lo que más le duele, ha dicho en una carta dirigida a los medios de comunicación, es no haber podido entender sus últimas palabras: "Creo que dijo mi nombre, pero no estoy segura, el miedo y el ruido de las explosiones no me dejaron escucharlo bien", recuerda. Hay quienes han querido frivolizar con la situación, acusándola de haber dejado a su pareja en la sala y haberse marchado. "Mi marido me intentó proteger, de eso estoy segura. Me quedé a su lado hasta que llegó la Policía y me obligaron a salir. No me dejaron volver".
Isobel Bowdery, una joven francesa que se encuentra entre las supervivientes de los que asistían al concierto de Eagles of Death Metal, ha relatado en su cuenta personal de Facebook cómo fue el horror vivido en el interior de la sala y cómo sigue creyendo que existe el bien en el mundo tras escuchar a numerosas parejas dedicarse sus últimas palabras de amor. “Yo sobreviví conteniendo la respiración y fingiendo que estaba muerta. Pero fue demoledor para mí ver a decenas de chicos llorando mientras sostenían los cuerpos sin vida de sus novias". Ella tuvo más suerte y su novio, al que durante horas dio por perdido, también salvó la vida, aunque está herido.
Isobel también ha tenido palabras de consuelo para los familiares de los que no tuvieron tanta suerte como ella aquella fatídica noche."Les prometo que sus últimos pensamientos no fueron para los animales que causaron todo esto, murieron pensando en las personas que amaban", escribe.
Explica que lo sabe porque ella misma, mientras estaba tumbada pensando que su vida iba a terminar, tuvo una experiencia similar. "Imaginé todos los rostros que he amado, los repasé y susurré un 'te quiero' para cada uno, una y otra vez, y reflexioné sobre los mejores momentos de mi vida, deseando que las personas a las que quiero lo supieran", relata.
Michelle Gil, de 27 años y doble nacionalidad méxico-española falleció mientras cenaba en el restaurante La Belle Equipe. Llevaba varios años viviendo en París dónde había estudiado un máster en negocios. Originaria de Tuxpan (Veracruz), pertenece a una de las familias empresariales más conocidas de la zona y ganó el certamen de Belleza de Tuxpan en 2007. Hace apenas unas semanas recibió su anillo de compromiso y tenía pensado casarse con su novio Filo, un músico italiano con el que llevaba saliendo dos años. Él ha publicado en su cuenta de Facebook: “Te amo mi amor, descansa en paz”.
Mohamed Amine, marroquí de 28 años, es otro de los fallecidos en la sala Bataclan, dónde asistía junto a su mujer al concierto. Ella recibió varios disparos y se encuentra ingresada en estado crítico en el hospital. Hacia unos meses que se habían casado.
Nick Alexander, de 36 años, es el único miembro del equipo de los Eagles of Death Metal que falleció en el ataque a la sala Bataclan. Era el manager de mercancías del grupo y les acompañaba durante su gira. En el momento del tiroteo se encontraba con su novia, Helen Wilson, que está ingresada en un hospital recuperándose de heridas en las piernas. Helen ha descrito cómo fueron sus últimos instantes juntos: “Nick estaba delante de mí cuando estábamos tumbados en el suelo y alguien se movió y comenzaron a dispararnos. Traté de mantenerle hablando, le hice la respiración boca a boca. Cuando dejó de respirar lo tenía en mis brazos y le dije que le amaba".
Estas son algunos parejas, de entre las 89 víctimas mortales del templo parisino del rock, que se han quedado cojas tras la masacre. Hay otras muchas que murieron abrazadas por el miedo y acribilladas por los terroristas que sembraron el pánico en la sala Bataclan, mientras tantos enamorados inocentes disfrutaban de la música.