Pantoja: abuela de nuevo, duerme en la cárcel y busca la condicional
Ha dormido una noche en la cárcel pero no volverá hasta el 21 de diciembre por un permiso de tercer grado. Ya conoce a su nieta Ana.
16 diciembre, 2015 03:11La tonadillera Isabel Pantoja, ha sido de nuevo abuela, el mismo lunes que tenía que volver a dormir a la prisión de mujeres de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), en la que cumple una pena de dos años por blanqueo de capitales. El martes por la mañana, su hermano Agustín y su sobrina Anabel fueron a buscarla a la cárcel, dónde no tendrá que volver hasta el lunes 21 de diciembre. La cantante dispone de ocho días de permiso que se les conceden a los reclusos en tercer grado y que se pueden unir a los fines de semana.
Lo primero que han hecho ha sido acudir al hospital para conocer a Ana, su tercer nieto, que ha nacido en el hospital Nisa Sevilla Aljarafe para conocer al bebé. Isabel entró en la clínica abrazada a su hijo Kiko pero sin querer hacer declaraciones. La pareja ha elegido el nombre de Ana, en honor a la abuela materna del hijo de la tonadillera.
También estuvo en la clínica su hija Isa, con su novio Alejandro y su hijo Alberto, que llegaron por la tarde para conocer a la pequeña. También su hermano, el torero Francisco Rivera, ha querido conocer a su sobrina.
Desde este lunes, Pantoja, tiene que cumplir con el régimen normalizado del tercer grado penitenciario. Esto supone que tendrá que pernoctar de lunes a jueves en un centro penitenciario y el fin de semana en su casa.
Mientras tanto, está a la espera de la decisión de la Fiscalía y del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria sobre la propuesta, adoptada por unanimidad, de la Junta de Tratamiento de la prisión para que se le conceda la libertad condicional.
Con la libertad condicional, Pantoja podrá firmar cada mes o cada dos meses en alguna dependencia de los servicios sociales penitenciarios y sólo tendrá que comunicar si sale de la provincia de Cádiz. Pantoja ha pagado la totalidad de la multa impuesta por el juez, 1,14 millones de euros, y se le ha levantado el embargo que pesaba sobre algunas de sus propiedades.
Más pronto, que tarde, la volveremos a ver vestida con bata de cola y sobre el escenario cantando. Parece que la mala racha va pasando y las dos últimas semanas, Isabel, sólo ha recibido buenas noticias. A ver cuanto dura esta paz en el clan Cantora.