Más de 27 millones de euros volaron este viernes desde el Palacio de los Guzmanes a los Juzgados de Sanlúcar de Barrameda, separados apenas tres kilómetros. Es la cantidad que el juez de Primera Instancia e Instrucción número 1 de la localidad gaditana, José Lázaro Alarcón, ha determinado que la Fundación Casa Medina Sidonia deberá entregar a Leoncio, Pilar y Gabriel González de Gregorio y Álvarez de Toledo, los tres hijos de Luisa Isabel Álvarez de Toledo y Maura, XXI duquesa de Medina Sidonia.
Después de tres años y siete meses de pleito, el juez ha fallado sustancialmente a favor de los descendientes de la 'duquesa roja' en una sentencia de 91 folios que ha sido celebrada por los demandantes en la misma medida en que ha causado preocupación en la Fundación creada por Luisa Isabel en 1990, a la que donó la mayor parte de sus bienes y que preside Liliane Dhalman, pareja de la 'duquesa roja'.
La sentencia condena a la Fundación Casa Medina Sidonia -en la que las administraciones públicas son mayoría- a resarcir las lesiones en sus derechos hereditarios causadas a los tres hijos por Luisa Isabel Álvarez de Toledo, que "dispuso en vida por liberalidades [donaciones] más de cuanto le estaba permitido legalmente".
La duquesa perjudicó a sus hijos en la parte de la herencia que por ley les correspondía (el tercio de legítima estricta) al donar los bienes del conjunto ducal, entre ellos el Palacio de los Guzmanes, a la Fundación, poseedora de un impresionante archivo de seis millones de documentos que arrancan de la Edad Media.
La decisión judicial permite a la Fundación seguir siendo titular del conjunto ducal Medina Sidonia, pero la convierte en deudora del "exceso de disposición" en que incurrió Álvarez de Toledo. Ese "exceso" tiene una cifra: 33,5 millones de euros, de los que 27,3 corresponden a los hijos y los 6,2 restantes a Liliane Dhalman como viuda de la 'duquesa roja'.
"Larga y estable relación sentimental"
La sentencia considera probado que Luisa Isabel y Liliane vivieron "una larga y estable relación sentimental" que tuvo su origen en 1982, cuando ambas se conocieron con ocasión de la primera boda del primogénito de la duquesa, Leoncio. Liliane era amiga de la novia.
Las dos mujeres "contrajeron matrimonio in articulo mortis horas antes de la muerte de Luisa Isabel, el 7 de marzo de 2008", señala la sentencia. La duquesa tenía 71 años.
Sólo 9 dias antes, el 26 de febrero de 2008, firmaron escrituras públicas por las que Álvarez de Toledo vendía a Liliane una parcela de su propiedad en Atlanterra (Tarifa) y la mitad que le correspondía de otra parcela contigua adquirida entre las dos mujeres 1990.
Se hizo constar que Liliane Dahlman había pagado a Luisa Isabel un total de 207.500 euros, pero el juez no cree que ello fuera así. "Ha de darse la razón a los demandantes principales", dice en referencia a las demandas de los tres hijos de la duquesa, "pues es lo cierto que en esos negocios concurren múltiples presunciones que desvirtúan lo manifestado por las partes en las escrituras que los recogen".
"En primer lugar", señala el magistrado, "esos negocios jurídicos se realizan después de conocer la testadora el diagnóstico de la fatal enfermedad que terminaría con su vida nueve días después de otorgarlos".
"Más aún", añade, "ambos negocios se realizan el mismo día y sin solución de continuidad, es decir, uno seguido de otro, pues los números de protocolo notarial de sus respectivas escrituras son consecutivos. Se evidencia con ello unos actos in extremis que significaban inequívocamente una disposición complementaria de las disposiciones testamentarias o sucesorias de Luisa Isabel a favor de Liliane".
Además, el supuesto pago "siempre se da por cumplido y siempre según las manifestaciones de las otorgantes, pero sin justificantes". El juez subraya que Liliane Dhalman no ha podido acreditar el pago de las parcelas. "No consta en sus cuentas corrientes, parcialmente aportadas, el reflejo de esas importantes cantidades que se dicen entregadas, y es lo cierto que no estamos ante la mera imposibilidad probatoria de un hecho sino ante la falta de prueba del hecho mismo", afirma la sentencia.
El juez concluye que se trató de "meras liberalidades o donaciones encubiertas realizadas in extremis por Luisa Isabel a favor de la persona que compartía con ella su vida" y en perjuicio de sus hijos. Al ser donaciones nulas, las parcelas han pasado a integrarse en la masa hereditaria.
La sentencia es sólo el primer paso de un proceso que, a buen seguro, tendrá continuidad porque el fallo de la primera instancia es recurrible. Por el momento, los tres hijos de la 'duquesa roja' han visto su legítima estricta incrementarse notablemente: a Leoncio, que en su día heredó 495.428 euros, le corresponden 16,1 millones, y a Pilar y Gabriel, que recibieron 123.857 euros cada uno, se les deben reintegrar 5,5 millones.