La noche en que 'Viri' resucitó
La mujer de Rajoy, desaparecida durante toda la campaña, celebró los resultados en el balcón de Génova. La azafata de Rivera y Begoña, la 'Michelle' española, no pudieron ocultar su tristeza.
21 diciembre, 2015 03:00Noticias relacionadas
Elvira Fernández, cariñosamente conocida como Viri, hizo saltar las alarmas en la mañana del domingo, cuando su marido, Mariano Rajoy, aparecía solo en el colegio Bernadette de Pozuelo de Alarcón. Durante toda la campaña ha estado desaparecida: ni siquiera el día de la agresión acudió a socorrer a su marido. La primera dama en funciones hizo su primera aparición en toda la campaña electoral en la medianoche del domingo en el balcón de Génova. Parecía claro que si su marido no ganaba no la volveríamos a ver el pelo.
Fiel a su estilo clásico (aunque se notó que ya no tiene a su lado a Jaime de los Santos para que le asesore en estas cuestiones), eligió una levita beige que combinó con un conjunto dos piezas negro. Regaló gestos de alegría y de alivio por doquier. Era como si se hubiera estado conteniendo hasta el último momento.
Miró embelesada varias veces a su marido, incluso le abrazó por la cintura, aunque él no respondió a los cariñosos gestos. Por un momento pensábamos que los 123 diputados haría que nos regalaran una escena a lo Iker y Sara en el Mundial. Pero nada más lejos, Rajoy es campechano pero no de afectos y menos de escenas románticas. Prefirió dar dos saltitos cuando le jaleaban los militantes y simpatizantes congregados.
Las que se han quedado tristes han sido Begoña Gómez, la mujer de Pedro Sánchez, y Beatriz Tajuelo, la azafata que ocupa el corazón del líder de Ciudadanos. La bilbaína se había convertido durante la campaña en la Michelle Obama española. Ha estado al lado de su marido en cada acto. Animándole en los debates y aplaudiéndole en los mitines.
No se ha escondido pero tampoco la hemos escuchado. Sin voz pero con voto. Ha demostrado estar preparada para vivir en Moncloa junto a sus dos hijas. Una familia modélica a la que los 90 escaños les han sabido amargos, aunque aún no esta todo escrito sobre esta jornada electoral.
Beatriz Tajuelo no estaba este domingo para fotos. Al igual que su chico y el resto de miembros de Ciudadanos esperaba mejor resultado. Así lo auguraban las encuestas que no han dado una. Ha estado en el hotel Eurobuilding aplaudiendo pero no se ha dejado ver junto a él, ni se han captado muestras de afecto y cariño.
Albert sí ha aparecido, con su look más favorecedor. Traje chaqueta azul azafata, camisa blanca y corbata estrecha rojo granate. Tenía los ojos vidriosos, no sabemos si por el ambiente o porque le ha caído alguna lágrima de emoción al ver los resultados. El discurso no ha sido nada del otro mundo, tampoco el del resto de candidatos. Al menos sabemos que Rivera esta noche va a dormir tranquilo, porque así tiene su conciencia. Los 40 diputados es una victoria en sí, teniendo en cuenta que partían de cero. También es cierto que todas las encuestas le daban más escaños.
Sí ha sido la noche de Pablo Iglesias, que ha conseguido 69 diputados. No se ha quitado en todo el día su uniforme de la suerte. La camisa azul claro, en la que hoy también tenía cercos de sudor, y el abrigo gris de paño que le queda grande, pero le da suerte. No ha estado eufórico, no se ha abrazado a nadie y todo a pesar de que ha remontado.
Ha sido la noche electoral más poco efusiva de la democracia. No ha dejado imágenes para la memoria. Todo muy comedido y descafeinado, nadie se ha dado por ganador. La noche del 20D prometía pero hay demasiados protagonistas para un solo papel y el público quiere final y no quedarse con la incógnita.