"Incluso los corazones hechos de acero pueden romperse", con estas duras declaraciones se explicaba la diva en la redes sociales. Madonna está pasando una etapa complicada en su vida personal. "Avanzar... Ningún otro lugar para ir", opinaba la artista en un triste post en referencia a la grave situación por la que atraviesa su hijo Rocco.
El adolescente de 15 años fue a visitar a su padre, el conocido cineasta Guy Ritchie, y no ha vuelto. El joven ha decidido vivir con su padre en detrimento de Madonna. Ella lucha en los juzgados estadounidenses por la custodia para que Rocco deje Londres y se vuelva a su país donde vive la familia. Pero, no es a la única situación complicada a la que se enfrenta la cantante profesional y es que su gira está en entredicho.
Sus tres últimos conciertos han sido polémicos, no porque usara la provocación y el sexo sino, por sus continuos retrasos para que dé comienzo el espectáculo. Inició el concierto dos horas tarde en Nashville, mientras en el estadio de Atlanta comenzó el a las 11, algo impensable para los horarios americanos.
Gran parte del público enfureció por tener que irse antes de que diera comienzo la actuación, puesto que el último tren con salida a la ciudad partió antes de que Madonna se subiera al escenario. Además, ha sido acusada de subir borracha al número de Louisville en Kentucky. Y todo en sus tres últimos conciertos.
A la vez Madonna no puede dejar de lado su faceta provocativa y se ha dejado ver con su ex marido Sean Penn, en entredicho por su amigable entrevista con el narcotraficante y asesino Chapo Guzmán. La ocasión elegida fue una gala para recaudar fondos para Haití.
Madonna rompió a llorar en su concierto de México DF mientras explicaba: "Todos atravesamos épocas de cambio en nuestras vidas y yo estoy involucrada en una de ellas", mientras los asistentes jaleaban su nombre. Además, ha querido compartir mensaje desesperado: "La bondad puede salvarme" en alusión a un mensaje de ánimo recibido por su club de fans en el que se hacían eco de la difícil situación que atraviesa la diva.
La cantante de 57 años comparte continuamente fotos de estampas familiares como llamada de atención a su hijo. "Es posible ser una artista y buena madre", declara la artista con imagen de la familia en el backstage de uno de sus concierto.
Madonna ha decidido rodearse de los suyos en estos duros momentos.
No ha dudado en felicitar a su hija, Mercy James, en su décimo cumpleaños a la que invitó a subir al escenario.