Uno de los momentos más esperados en cualquier entrega de premios es el de los discursos, dedicatorias y agradecimientos de los galardonados. Y en la historia de los Goya, por supuesto, los ha habido de todo tipo: reivindicativos, divertidos, románticos. Desde JALEOS hemos querido hacer una recopilación de aquellos que por unos u otros motivos han pasado a formar parte de nuestra memoria colectiva.
Concha Velasco
En el lado opuesto a los ganadores, a los que tienen el honor de subir al escenario y pronunciar su discurso de agradecimiento, se encuentran los perdedores. Concha Velasco lo sabe bien. Por eso, cuando fue premiada con el Goya de Honor en 2012, la actriz hizo un monólogo en el que trasladó a los espectadores el sentimiento de tocar con la punta de los dedos un galardón y perderlo a última hora.
“No sabéis queridos amigos académicos lo que supuso para mi que mi sobrina Manuela tuviera un Goya. Yo que nunca he tenido un Goya. Y eso que he estado nominada varias veces, pero no hubo suerte”, bromeó Velasco.
Tony Leblanc
Tras el Goya de Honor, parece que no llegarán más premios. Sin embargo, Tony Leblanc demostró que tras este galardón, se puede volver a ganar un Goya. Fue en 1998, cinco años después de recibir el Goya de Honor. El director Santiago Segura le escribió un papel a su medida para Torrente y los académicos quisieron premiarlo.
“Los hombres también lloran”, comenzó el actor. “Gracias Santiago. Esto no se puede olvidar nunca. Y quiero felicitar a los ganadores, y a los no premiados, que en los próximos años serán nominados y premiados”.
Maria Galiana
Otro ejemplo de que la edad no es un impedimento para alzarse con un Goya es Maria Galiana. Profesora de Historia e Historia del Arte en un instituto, tras su jubilación probaría suerte como actriz en Solas, la ópera prima de Benito Zambrano. Su interpretación fue reconocida con un Goya y Galiana demostró un gran sentido del humor al recogerlo.
“Siempre es una extraordinaria emoción recibir un premio de esta categoría. Pero a mi edad es como volver a creer en los Reyes Magos. Quiero compartir este premio con esas actrices maduritas que todavía no han podido tener una oportunidad. Y se lo dedico a mi club de fans número uno: mi marido y mis hijos”.
Alfredo Landa
Muy emotivo fue el discurso de Alfredo Landa. El actor ya empezaba a padecer de alzheimer, algo que quedó evidenciado a la hora de subir al escenario. “No sé cómo decir. No sé cómo decir gracias. Lo he… Lo he perfao, por favor. El decir gracias… porque es… la… la noch… la más… Es la más exultante de mi vida. Bueno, no estoy. No sé. No sé lo que me pasa. Te… te… lo juro que no se lo que me pasa… Hay algo que no, que no… Que no atisbo… De verdad. No sé”, dijo Landa ante los aplausos del público.
Antonio Banderas y el perdón de un padre
Por primera vez desde su nacimiento, los premios Goya decidieron premiar a alguien más joven durante la edición de 2015. Fue a Antonio Banderas, quien pronunció un emotivo discurso en el que pedía perdón a su hija por no haberle dedicado tiempo como padre. “Creo que todo premio debe de ser dedicado, y yo mandaré esta dedicatoria a quien quizás haya sufrido más mi pasión por el cine, mis ausencias prolongadas, mis compromisos profesionales. Es la persona de la que me perdí los mejores planos, las mejores secuencias, y que sin embargo ha sido mi mejor producción. Te dedico este premio pidiéndote perdón, a ti Stella del Carmen, a ti hija mía.
Dani Rovira. “Va por ti, Clara”.
Poco dados a hablar de su vida privada, Dani Rovira sorprendió a propios y extraños al recoger su Goya a mejor actor revelación el año pasado. El malagueño no dudó en dedicar una bonita dedicatoria a su chica Clara Lago. "Se lo dedico a la mejor compañera en todos los aspectos. Yo me quedo con la peana y tú te quedas con el cabezón. Va por ti, Clara".
Javier Bardem
Tampoco son muy dados a hablar de su vida privada Javier Bardem y Penelópe Cruz. Sin embargo, cuando en 2011 subió a recoger el Goya a mejor actor por Biutiful, Bardem no tuvo problemas en dedicárselo a su mujer y su hijo. “Y quiero dedicárselo a mi mujer y a mi hijo por despertarme todos los días el corazón y la sonrisa”.
Penélope Cruz
Años antes, curiosamente, una delgadísima y nerviosísima Penélope Cruz ganaba su primer Goya como mejor actriz por su papel en La niña de tus ojos. Además de dedicárselo a sus padres, sus dos hermanos y su mejor amiga Goya Toledo, como haría en años posteriores, la de Carabanchel también se lo dedicó “especialmente a un checo que está por ahí sentado”. Se trataba del cámara Thomas Overmeyer.
Pedro Almodóvar y Carmen Maura
Dos compañeros de Penélope en Volver, Pedro Almodóvar y Carmen Maura, protagonizarían otro momento emotivo en los Goya de 1990. Tras varias películas trabajando juntos, director y actor se distanciaron. “Hace casi un año que no veo a Carmen. Quiero aprovechar la ocasión para decirle algo (...) Ese muro que nos separa a ti y a mí yo creo que puede caer de un momento a otro”, declaró el director.
Candela Peña
Durante los últimos años, con motivo de la crisis, algunos discursos se volvieron más reivindicativos. Uno de los más llamativos fue el de Candela Peña, que aprovechó la ocasión para pedir trabajo y denunciar los recortes en sanidad. “Hace tres años que no trabajaba. En estos tres años he visto morir a mi padre en un hospital público donde no había mantas para taparlo y le teníamos que llevar el agua”.
Maribel Verdú
También saltó a las portadas de los periódicos el discurso de Maribel Verdú en 2013. La actriz habló de desahucios y el periódico La Razón le recordó que había promocionado hipotecas con algunos de esos bancos que habían desahuciado. “Le dedico este Goya a toda esa gente en este país que ha perdido sus casas, sus ilusiones, sus esperanzas, su futuro incluso sus vidas, por culpa de un sistema quebrado, obsoleto, que permite robar a los pobres para dárselo a los ricos".