El otro Felipe en la vida de Doña Letizia -bueno mejor dicho Varela a secas, como se hace llamar su marca en la MBFWM- se hizo de rogar. Ni prensa ni invitados pudieron acceder hasta pasados treinta minutos al desfile del diseñador, cuando lo normal (y lo que practican los otros diseñadores) es dejar las puertas abiertas a prensa e invitados para que la gente comience tranquilamente a sentarse y así no se demore en exceso el inicio del desfile.
El diseñador (y su familia) mantuvo ordenes firmes para que un guardia de seguridad por puerta custodiara el acceso a la pasarela que consta de seis accesos (3 por lado). Seguramente Felipe tuvo que pactar con anterioridad con la organización este despliegue de agentes de seguridad. Todo para evitar que ningún gráfico pueda acceder a la pasarela mientras se prepara el show. Ha sido tal el secretismo con el que ha llevado la colección que el director creativo prefirió no enseñar sus propuestas a el jurado de la pasarela compuesto por expertos en moda y periodistas especializados, con tal de que nadie desvelara el secreto de los outfits que acaba de mostrar en la pasarela Cibeles, después de su primer desembarco hace 20 años.
Una pequeña ventana de aperturismo se observa en la marca (que no en el diseñador) con el pase de modelos y su recién inaugurada cuenta de Twitter.
El diseñador consiguió guardar el morbo hasta el final. Además, otras pequeñas puertas adyacentes como es la entrada al DJ estaban cerradas. Varela se encargó de contratar uno especial para la ocasión. No uno cualquiera. Cristian Varela, el conocido DJ, que no tiene nada que ver con la familia del diseñador pero que si es gran amigo de Felipe, lleva 20 años en el mundo de la música y ha conseguido el premio como mejor DJ Techno en 2013. Cristian compuso y pinchó en vivo la música y remasterizó la canción Only de Nicki Minaj para el fashion show de Varela. Otra característica peculiar del espectáculo con la que Varela quiso sorprender a los presentes.
Ni una sola figura famosa en el front row. Varela a pesar de ser conocido por el diseñador de Doña Letizia no quiere que ninguna celebrity esté unida a su nombre. Como negocio familiar que es (su hermano Jacob es el CEO de la empresa) tiene clara su proyección de marca: seguir vendiendo tratando como reinas a sus mejores clientas. Así las familias Fierro y Osorio llenaban seis huecos de el front row de solo 20 plazas.
Todas las invitadas (mujeres en más del 98%) tenían el mismo perfil. Mechas rubias en melena midi, trajes sastre de Varela, stilettos acharolados tipo 'letizios' y unos 30 años más que la Reina, dieron un aura de público de Loewe de los setenta. Debido a la oscuridad con la que se plasmó el desfile las caídas entre el público fueron frecuentes.
El diseñador salió a saludar vestido como si de uno de los integrantes de men in black se tratara. Traje negro brillante, gafas negras para que no le cegaran los focos y saludo pausado desde el inicio de la pasarela, también negra y con sofisticados leds alineados en blanco.
En la colección predominó el negro y el blanco, incrustaciones en pailletes de Swarovski , mucho visón, pendientes de cadenas, carteras tipo Yves Saint Laurent, clutchs en los que combinaba el níquel negro con pitón y cadenas doradas y botines de Magrit. Las transparencias predominaron todo el desfile. Una colección que algún diseñador celoso de su éxito ya ha comentado "que jugaba con ventaja. Ha tenido más de seis meses para prepararla". Y es que el diseñador formado en los talleres de Lanvin, Mugler y Dior ha vuelto a la pasarela Cibeles, después de 15 años, por todo lo alto.
"Sublime. Es de una exquisitez magistral. La colección es espectacular con un patronaje tan correcto y sujeto al cuerpo que las telas parecían latex", opina a las preguntas de EL ESPAÑOL uno de los grandes expertos en moda de nuestro país, Pedro Mansilla. "Parecía Versace hecho para una dama sofisticada y millonaria de San Petesburgo", relata el periodista y sociólogo en referencia al lujo que irradiaba la colección. Sin duda, Varela quiere meterse en el bolsillo a una clientela adicta a la opulencia.
Como era de esperar la Reina no asistió al desfile, ¿para no hacer sombra a su amigo costurero? Doña Letizia se encuentra más confiada respecto a la vestimenta que nunca y varia los modelos de Felipe Varela con otras marcas como Hugo Boss y Carolina Herrera. Nada de lo que mostró Varela suele exhibirlo Doña Letizia.
La única concesión a su amiga fueron sus magníficas chaquetas a las que Letizia nos tiene habituados, pero que para el desfile lucían desestructuradas con guiños al frac y con transparencias que dejaban a la vista el busto de las maniquís. Aún así, otros diseñadores como Juanjo Oliva o Roberto Torretta no desisten en vestirla. ¿Lo conseguirán? Desde los círculos de la moda se echa en falta algo más de apoyo de la Casa Real a la moda española.