Una irreconocible Madonna ofrecía una performance gratuita en Melbourne (Australia) en un espectáculo llamado Lagrimas de payaso. Se trataba de un concierto íntimo que ofreció a sus fans, fuera de Rebel Heart Tour, la gira mundial que arrancó hace tres meses.
La estrella del pop aparecía en el escenario con cuatro horas de retraso mientras sus seguidores esperaban bajo una intensa lluvia. La actuación suscitó multitud de comentarios haciendo referencia al comportamiento de la díscola cantante.
Madonna se subió a un triciclo vestida de payaso y pidió un cosmopolitan. "Hoy voy a hacer una cosa que nunca he hecho, y es beber mientras canto. Por Jesucristo, traedme una copa". Dos forzudos bailarines de su elenco le acercaban al instante el cóctel de vodka.
Entre chistes la artista no paró de recordar a su hijo: "Voy a dedicarle esta canción a Rocco" y comenzaba una canción con la frase "Tengo que llamar a mi bebé", mientras se proyectaban fotos del pequeño.
Rocco no da su brazo a torcer y su madre no deja pasar la oportunidad para comentar lo mucho que le quiere con mensajes implícitos para que vuelva a vivir con ella: "No dejará de luchar para saber que está seguro y tiene todo lo que necesita. No puede entender por qué ha pasado esto. Su mundo se ha hecho añicos", explican desde el entorno de la diva.
El director de cine Guy Ritchie, amigo de Bard Pitt, está metido de pleno en la jet set inglesa. Se separó de Madonna después de ocho años de matrimonio y se quedó con el 10% de la fortuna de su ex estimada en 300 millones de euros, que según apuntan fuentes cercanas corresponde a lo que él ganó durante la relación.
Durante el sonado divorcio el director se centró en la custodia de los dos hijos que tuvo con Madonna. Tiene otro niño adoptado con ella, David Banda Mwale Ciccone Ritchie.
Un juez acaba de dictar una sentencia no definitiva en la que otorga plena libertad al adolescente para elegir con cuál de los dos padres quiere vivir. El hijo mayor ha decidido quedarse con su padre, mientras el juez espera que la pareja llegue a un acuerdo amistoso con la custodia de Rocco.
Lourdes María, llamada cariñosamente Lola y de 19 años, ha decido interceder en la situación. Quiere provocar un encuentro entre Madonna y su hermanastro materno. Pretende lograr un encuentro entre ambos ya que Rocco se ha negado hasta el momento a contactar con su familia. "Lourdes está muy preocupada por su madre. Madonna no tiene forma de ponerse en contacto con su hijo, ni manera de saber qué está pasando en su vida. Tampoco puede contactar directamente con su ex Guy. Él quiere llevar todo el asunto a través de sus abogados”, añaden desde el círculo de la celebrity.
La trayectoria musical de Madonna parecía pasar por su peor momento en los últimos meses: la venta de discos no acompañaba y hacía tiempo que no se oía hablar de ella. Plantó cara a la situación arrancando su gira Rebel Heart Tour, pero ahora se le complica su vida personal.
Su disco Like a virgin fue grabado una vez superado el duelo por su separación del actor Sean Penn. La polémica cantante tiene experiencia en resurgir de las cenizas.