Nos estamos volviendo locos y la cultura del absurdo y el “horterismo” se están apoderando de nuestras mentes. Claro, que bien pensado, con la que está cayendo en el mundo, la búsqueda de distracciones por surrealistas que resulten puede que sea la opción más sana. Rastreando por Internet, la selección de idas de pinza para Las Pijotadas de la Semana son para todos los gustos y sus consecuentes efectos secundarios pueden ir desde la risa al llanto.
Las horas previas al parto que las mujeres comparten con matronas y sufridas parejas son cuanto menos poco glamurosas: contracciones, sudores, temores y dolores de todo tipo suelen ser la tónica general. Pero siempre existe la excepción que confirma la regla.
La joven que protagoniza la primera de las pijotadas, decidió que entre apretón y apretón nada mejor que distraer su mente con kilos de maquillaje, sombras de ojos, delineadores y pintalabios. Ella no estaba dispuesta a dar la bienvenida a su retoño con ojeras y malos pelos. La estética ante todo. Y tan orgullosa se quedó con su hazaña que decidió compartirla en las redes sociales, lo que provocó un aluvión de comentarios . “Nunca creí que maquillarme para el trabajo de parto sería tomado como la gran cosa”.
Quienes no perdieron la cabeza, pero a punto estuvieron, fueron un matrimonio de Misuri al darse cuenta de que por error habían tirado una anillo de 500 mil dólares al cubo de la basura. Como quien no quiere la cosa, Bernie Squitieri, sufrió un ataque de limpieza en ausencia de su mujer y arrampló con todo lo que vio sobre la encimera de la cocina, anillo incluido.
Cuando Carla no encontró su alhaja donde la había dejado, ambos fueron conscientes del desastre. Pero como a grandes males grandes remedios, los dos se plantaron en la central de residuos dispuestos a remover toneladas de basura en busca del diamante de 12,5 quilates. Afortunadamente apareció.
La última moda en Internet tiene que ver con un folio. A partir de una hoja tamaño A4, se ha creado el fenómeno viral llamado “el reto del folio”. Un desafío que consiste en que mujeres con la camiseta remangada posen ante la cámara con un folio en su cintura y que su contorno sea menor que los 21 centímetros de ancho que mide el papel.
El gusto por tener una cintura de avispa se ha elevado al absurdo entre las jóvenes asiáticas que utilizan la red social Weibo para presumir de delgadez y lo peor es que este reto amenaza con extenderse por más países.
La desmesurada reacción de Eva Longoria al ver su rostro tatuado en la pierna de un fan no tiene precio. Como tampoco entienden de límites las locuras que se hacen por los ídolos y el gusto por los tatuajes.
El dolor experimentado por un joven finlandés para inmortalizar en su cuerpo la cara de la protagonista de Mujeres Desesperadas se vio recompensado con la efusividad de la estrella latina cuando se lo mostró. “Qué locura ¡Tiene un tatuaje de mi cara en su pierna!”