El príncipe Harry de Inglaterra se encuentra de visita oficial en Nepal. Durante los cuatro días que va a durar su estancia en el país, está visitando las zonas más perjudicadas por el terremoto que asoló el país hace ya casi un año. En cada uno de los lugares que visita, Harry se implica en todas y cada una de las costumbres que le muestra el pueblo nepalí.

En el primer día de su viaje, Harry visitó la capital, Katmandú, donde estuvo en varios templos e incluso ayudó a los lugareños con algunas de las tareas. En Katmandú fue recibido por el presidente del país, Bidya Devi Bhandari.

El Parque Nacional de Bardía ha sido una de sus siguientes paradas. El hijo pequeño de Carlos de Inglaterra recorrió el parque, admirando su belleza natural. Sus guías también quisieron llevarle a una estación, donde se puede observar la vida de los tigres, una experiencia en plena naturaleza que difícilmente podrá olvidar el nieto de Isabel II.

A las faldas de la cordillera del Himalaya se sitúa la aldea de Leurani, otra parada más en su apretada agenda. Allí, fue recibido con todos los honores, con unos bailes tradicionales del lugar. Además, fue “coronado” con un turbante y la habitual marca hindú, realizando una pequeña ceremonia que lo nombraba “jefe” de la aldea, todo un honor para el Príncipe Harry, que a cada paso que ha dado por el país ha notado la cercanía y el cariño del pueblo nepalí. 

Pero sin duda, si algo le ha preocupado especialmente al hermano de Guillermo de Inglaterra ha sido la situación de muchas de las víctimas de terremoto que asoló Nepal en abril del pasado año. La mayoría de los supervivientes siguen sin tener un hogar donde vivir, unas experiencias que compartieron con Harry, que se mostró muy cercano y cariñoso con los nepalíes, interesándose especialmente por sus historias y vivencias.