Los seguidores de Laura Matamoros pueden respirar tranquilos. La hija del colaborador de Sálvame se alzó este jueves con la victoria en Gran Hermano VIP y con los consecuentes 100.000 euros del maletín. Ya puede añadir a su currículum ser ganadora de reality pero, ¿sirve de algo ganar GH VIP?
"Yo sé que hacer GH VIP no me vino bien, aunque se gana mucho dinero el año que lo haces, luego como artista desacreditada”, así de tajante se mostraba hace unos días Marlene Morreau, ganadora de la primera edición del concurso celebrada en el ya lejano 2004 y en el que ‘sólo’ pasó en la casa 68 días.
La actriz francesa había ganado el concurso tras ofrecer algunos de los momentos más tórridos que se recuerdan en televisión. Morreau mantuvo coqueteos o relaciones con varios de los habitantes de la casa de Guadalix. Primero fue con en el actor italiano Fabio Testi, que rompió su relación con su novia, Almudena Herrero, y después con el modelo Carlos Orellana, ex de Rosario Flores.
“No conviene a los artistas que trabajan bien hacer estas cosas. A Gran Hermano suelen entrar los frikis o cuando ya está la gente sin trabajo", se lamenta. No obstante, lo cierto es que en su edición los concursantes sí que fueron algo más VIP. Entre éstos gente como Rody Aragón, Coyote Dax, Fabio Testi o Ángela Carrasco.
Tras ganar GH VIP, Morreau probó suerte también en este género en su país. Primero participaría en un concurso militar llamado Première compagnie, el que abandonaría de forma voluntaria. Y poco después llegaría a la final de Mira quién baila, donde se rompería dos costillas.
También aparecería en varios programas de Telecinco tras su victoria en GH VIP, aunque no por este hecho ni por su trabajo sino por haber denunciado a su novio Miguel Ángel Redondo por malos tratos, mientras que éste declaró que fue la francesa la que le golpeó con violencia y le causó lesiones que necesitaron de tratamiento médico.
Dos años después de su victoria, participaría en Supervivientes, donde se convertiría en la concursante más breve de la historia del concurso ya que fue expulsada sólo unas horas después de que se iniciara el concurso. No obstante, antes de marcharse, la organización le ofreció la posibilidad de pasar una semana en solitario en una playa muy inhóspita. Morreau, que durante los días previos veddette había pedido a sus compañeros que le nominaran, decidió regresar a Madrid.
A día de hoy resulta difícil ver en televisión a la que fuera presentadora de El Semáforo. La última vez que la vimos protagonizando titulares sería hace dos años ya que aparecía en la documentación de los registros a la trama Gürtel. Esta red aceptó pagar 600 euros diarios a Morreau y Malena Gracia por su participación en la revista musical ‘Vuelven las corsarias’.
La nieta de Plácido
Tampoco le fue mejor a la segunda ganadora de Gran Hermano VIP: la nieta de Plácido Domingo, Ivonne Armant. Al igual que Morreau, la explosiva mexicana también probó suerte después en Supervivientes. Allí aguantó más que la vedette y estaría en la isla 21 días. Después, nada más hemos sabido. Actualmente, según confesó hace poco en una entrevista, Armant está empezando a hacer cine independiente.
Curiosamente uno de sus compañeros de edición fue Kiko Matamoros, que por entonces no era el personaje televisivo en el que se ha convertido hoy en día. De hecho, tal es su fama, que dos de los concursantes de la reciente edición de GH VIP entraron por su él: su hija Laura Matamoros, que finalmente se ha alzado con la victoria; y su hijastro, Javier Tudela.
A la que mejor le ha ido de las tres anteriores ganadoras de GH VIP es, obviamente, a Belén Esteban. En su caso, el concurso le sirvió para mejorar su por entonces debilitada imagen pública y demostrar a los espectadores que estaba totalmente recuperada de sus adicciones.
El hecho de que decidiera donar el premio final a distintas asociaciones benéficas le hizo ganar aún más puntos. Fue, no obstante, una donación que le trajo problemas ya que al que fuera su ex representante Toño Sanchís no le gustó nada. Según contó la propia Esteban, éste le pidió que no donara los 100.000 euros para cobrar los 30.000 euros que le tocaban en concepto de representación.