Más de 23 mil personas han respaldado en menos de 24 horas la campaña alojada en la plataforma HazteOir.org que pide a marcas comerciales retirar su publicidad del programa Cámbiame de Telecinco y a la Dirección de Telecomunicaciones y del Sector Audiovisual.
El motivo, según explican, es la historia de Dani y Ana emitida el pasado 11 de abril. Aunque el programa trata de estilismo, la pareja revelaba que eran hermanos por parte de padre, que habían crecido separados y que al reencontrarse 20 años después se habían enamorado. Aprovechaban entonces su minuto televisivo para anunciar a la familia su intención de casarse.
"En ese contexto y en horario infantil - expone Hazte Oír, ya que el programa se emite a la hora de comer - los presentadores animaban a la pareja, alentando su derecho a un supuesto amor. Además de la difusión televisiva, los conductores del programa refrendaban sus argumentos en las redes sociales".
"Los adolescentes españoles, a quienes va dirigido este programa, están siendo programados en un mercadeo carnal que no conoce límites ni mesura desde la cadena de Mediaset" - escribe el promotor de la campaña, que firma como A. Velázquez.
¿Pero qué clase de mentes pueden concebir que este tipo de contenidos son aptos y deseables para un público juvenil? ¿Es que todo vale por la audiencia, incluso jalear el ejemplo de dos hermanos que mantienen relaciones sexuales y se declaran en matrimonio? ¿Qué será lo próximo?
Los anunciantes son corresponsables de los contenidos que se emiten en una cadena. Fanta, Moulinex, Burger King, Amena, Dentix, Dodot, El Pozo y Fairy son empresas que conocen perfectamente dónde han decidido invertir su presupuesto publicitario.
Como potenciales cliente de sus productos, han de saber que muchos ciudadanos sentimos como perniciosa y dañina esta basura televisiva que emite Telecinco con el título de “Cámbiame”. Al normalizar el incesto, este programa causa un daño terrible a los adolescentes y jóvenes de nuestro país.
El presidente de HazteOir.org, Ignacio Arsuaga, señala también a los anunciantes considerando injustificado que excusen su responsabilidad con el argumento de que desconocen dónde aparecen sus campañas, tal y cómo esgrime la Asociación de Anunciantes.
“Limitarse a esta valoración es un insulto a la inteligencia del espectador. Una vez hecha la denuncia, todos los anunciantes son conscientes de que su publicidad está financiando la promoción del incesto en horario infantil”, considera Arsuaga.