Lorenzo Caprile es uno de los modistos más reconocidos del panorama nacional pues ha vestido a las novias más elegantes del país como la Infanta Cristina o la cantante Marta Sánchez. Pero también es famoso por hacer brillar sobre la alfombra roja a toda aquella que tenga el gusto de enfundarse en un vestido de gala que lleve su sello. La reina Letizia o caras conocidas como Anne Igartiburu o Macarena Gómez se han mantenido fieles al diseñador quién las ha sabido favorecer como nadie con su estilo.
Ahora el modisto se embarca en un nuevo proyecto, trasladando la esencia Caprile a Alemania, ya que es el encargado del diseño del vestuario del ballet ‘Jewells’, que se estrena el 21 de mayo en el Deutsche Oper de Berlín. Acompañado también de otros dos españoles: Pepe Leal como escenógrafo y Nacho Duato como coreógrafo.
Tal y como nos ha contado Caprile, todo este proyecto surgió a través de Nacho Duato que fue quién contacto con él para ofrecerle la oportunidad de darle su toque personal a los trajes que lucen los bailarines de este ballet. Es la primera vez que el modisto lleva a cabo un trabajo de estas características. Comenta que sí que había diseñado el vestuario de otras compañías de danza pero siempre de danza española como el flamenco, por lo que crear trajes de ballet clásico era todo un reto para él. Además también era la primera vez que trabajaba con una compañía extranjera.
En cuanto al diseño, el modisto confiesa que ha tenido que seguir una serie de pautas en cuanto a colores, el largo de las faldas o la pronunciación de los escotes recogidas por la fundación Balanchine, pues al morir el fundador del ballet, George Balanchine, se crearon unos derechos de autor que hay que respetar. “Sí que hay fuente de inspiración pero entre comillas porque hay cosas que tienes que respetar”, comenta Caprile. Eso sí, puesto que el ballet se llama ‘Jewells’, joyas en español, el modisto, una vez cumplidos todos los requisitos, insistió en que los trajes tenían que tener un bordado espectacular y muy logrado.
Para la confección de los trajes, Lorenzo ha elegido materiales muy sencillos ya que tiene que ser tejidos que puedan moldearse con facilidad para que los bailarines ejecuten la coreografía sin problema. Por ello, ha utilizado un terciopelo elástico y un raso de seda. En cuanto los colores, Caprile se ha decantado por el rojo rubí y el verde esmeralda, y para el bordado de los brillantes un blanco marfil. En total se han creado 100 trajes y hay seis modelos distintos, tres para hombre y tres para mujer.
Pero lo más complejo, según el modisto, llega a la hora de los ensayos ya que él crea un atuendo que cree que va a quedar bien y más o menos va a encajar pero cuando empiezan a moverse todos los bailarines juntos en el escenario interpretando la coreografía se da cuenta de que hay detalles que tiene que arreglar porque no funcionan bien.
Para Lorenzo Caprile este proyecto ha sido toda una aventura de la que afirma ha aprendido mucho, y por otro lado, también ha sido un reto ya que ha tenido la oportunidad de trabajar para el Staatsballet Berlin, la mayor compañía de ballet de Alemania, que cuenta con una coreografía histórica creada en 1967. Además, comenta que este trabajo también le ha enriquecido mucho a nivel humano pues ha conocido a grandes profesionales.
Por último expresa que estaría encantado de volver a vivir esta experiencia y que ojalá Nacho Duato quede contento y para 2018 vuelva a contar con él pues ha disfrutado mucho y se lo ha pasado muy bien.