No hay quien los pare. Los Sardá son una familia que sabe reinventarse como pocos y pasan del éxito al fracaso y de nuevo al éxito casi sin pestañear. Javier Sardá (58) se subirá al escenario este viernes en el estreno de Terapia, una obra de teatro que ha escrito y dirigido con el periodista Juan Carlos Ortega (47). Y lo harán en Luz de Gas, la sala de Fede Sardá, su hermano. Javier es el penúltimo de cinco: Santi (especialista en comunicación y dirección de empresas), Rosa (actriz), Fede (rey de la noche) y el ya citado Javier. En los 80 murió Juan, el pequeño, víctima de sida.
Hijos de un campesino de Lleida y de una enfermera, los hermanos Sardá se criaron en el barrio obrero de Sant Andreu y han cosechado un éxito rotundo sin mamarlo en casa. Todos recuerdan como la madre murió cuando ellos eran pequeños, lo que traumatizó a alguno de ellos, tal y como contaba Javier en Mierda de infancia (Ediciones B, 2012), una autobiografía.
Nunca fueron de vacaciones de pequeño, nunca disfrutaron de privilegio alguno, ni siquiera se codearon con la Gauche Divine, la juventud de su generación que llenó las calles de Barcelona con una actitud libre y cargada de ideología.
En la actualidad, Rosa María (75) se encuentra algo retirada de la escena pública. Sufre una enfermedad que se ha agravado por el tabaco y pese a que se encuentra estable y con muchos ánimos, prefiere no prodigarse ante el público. Está divorciada de Josep María Mainat, uno de los creadores de Gestmusic, productora de programas como Operación Triunfo y Crónicas Marcianas. Juntos tuvieron un hijo, Pol, que se encarga de los negocios del padre.
Ella es la única actriz de su familia y fue la primera en triunfar, aunque en la actualidad rivaliza en popularidad con su hermano Javier, quien llenó las noches españolas con horas y horas de televisión con sus Crónicas Marcianas y eso ha marcado su carrera para siempre. Al finalizar el programa, en 2005, se retiró un tiempo y decidió dedicarse a lo que le gusta de verdad: vivir la vida. Así lo ha dicho él mismo en numerosas ocasiones. Y la obra de teatro que estrena este viernes en un resumen de ese gesto de 'easy living' con el que acompaña todos su actos.
Este periodista metido a cómico estrena ahora Terapia, un espectáculo en el que durante más de una hora recrea, junto a Juan Carlos Ortega, las reacciones que se establecen entre paciente y psiquiatra, psiquiatra y psiquiatra, y psiquiatra y paciente. "Es un espectáculo de humor que nadie en su sano juicio sería capaz de definir con precisión", señalan entre risas desde Luz de Gas.
No es la primera vez que el ex presentador y ahora tertuliano político se sube a un escenario. El año pasado ya protagonizó junto a Ortega la obra El montaje. "Llenaba cada noche así que esperan repetir su éxito este año, la obra es buenísima", dice María José Matamoros, del equipo de relaciones públicas de la sala.
¿Tiene éxito Sardá? "¿A qué te refieres cuando hablas de éxito? Si hablas de ganar mucho dinero y ser famoso, quizás ya no tiene tanto éxito, pero si hablas de vivir la vida y ser feliz, entonces Sardá es un gran triunfador", añade Matamoros.
El periodista, que tiene una hija de 21 años, fruto de su anterior relación, tiene pareja estable desde hace años. Su novia actual es Ana, peluquera, que trabajaba en el equipo de Crónicas Marcianas, donde se conocieron. Después de vivir tanto tiempo a un ritmo laboral frenético, el presentador decidió apartarse de la primera fila y dedicarse a vivir la vida.
Padre, actor de teatro, tertuliano, articulista... Sardá vive en Canet de Mar, cuenta con un programa de televisión de divulgación científica, un asunto que le apasiona y sobre el que ha escrito varios libros. Y el viernes su carrera se volverá a juntar con la de su hermano Fede. Juntos vivirán el estreno como siempre, con nervios y expectación, esperando que ese "todo Barcelona" que le vio el año pasado vuelva a pasar por el Luz de Gas.