Podría ser la próxima primera dama de EEUU y si sigue como hasta ahora, la polémica está asegurada. Melania Trump, la mujer de Donald Trump, candidato en la carrera republicana, es la protagonista de una nueva polémica que parece que se alarga sin fin. Repasemos.
Hace unas semanas, la esposa de Trump dio una entrevista a la revista GQ que no gustó ni a la protagonista, ni a sus seguidores, ni, lo más importante, a los seguidores de su marido. Y tras el disgusto, estos últimos han emprendido una campaña en las redes contra la periodista que firma la entrevista, una campaña en la que ha superado ciertas líneas rojas. Líneas rojas especialmente sensible en Estados Unidos.
Porque Julia Ioffe, la periodista, es judía, un hecho sin importancia que ha terminado siendo el objeto de las críticas contra ella. Llamadas amenazantes, insultos, referencias a buenos y malos judíos... y ya de paso, referencias más que cuestionables sobre su condición de mujer.
No es cuestión frívola, Ioffe ha denunciado los hechos a la policía. Colaboradora de prestigiosos medios como The New York Times, Politico y Slate, entre otros muchos, Ioffe es una veterana reportera procedente de Rusia y experta en relaciones internacionales. Por eso la escogieron en GQ, porque Melania es eslovena, una nacionalidad que Ioffe conoce muy bien, por su trabajo y por vecindad.
La redactora habló con amigos, con compañeros de escuela y hasta con vecinos de sus padres. Y eso, molestó sobremanera a la señora Trump. Así lo expresó la ex modelo en su Facebook, donde criticó a la periodista por hablar con su familia, algo que es "privado" para ella. No tuvo en cuenta su faceta de candidata a primera dama.
Si su marido termina siendo presidente (algo improbable, dicen los optimistas), las familias de ambos serán objeto de escrutinio. Algo que parece que Melania no tiene un claro por ahora. Porque fueron predice mente sus críticas a la persista las que terminaron por encender a sus seguidores.
Y decimos que no lo tiene muy claro porque después de la denuncia que Julia Ioffer tuvo que interponer ante la policía, la esposa de Trump no paró en su intento de humillación. "No controlo a mis fans pero no estoy de acuerdos con lo que hacen", ha declarado a la revista DuJour en una nueva entrevista."Hay gente por ahí que quizás ha ido demasiados lejos. Les provocó".
Lo hemos dicho, Melania como primera dama puede dar mucho juego. Sea quien sea quien termine al frente de la Casa Blanca, su cónyuge será una estrella total, ya sea la señora Trump, ya sea el señor Clinton.