Paseantes curiosos, admiradores y detractores de Donald Trump en la capital mundial del cine tienen un lugar al que acudir para rendir pleitesía o demostrar su rechazo al magnate que está haciendo temblar los cimientos de los republicanos en Estados Unidos al acaparar la mayoría de los votos en las primarias.
La estrella 2.327 del Paseo de la Fama en Hollywood (Los Ángeles) luce su nombre… siempre que una pintada no lo impide. ¿El mérito artístico del ahora polémico político? Ser una “estrella de la televisión”, según el portal oficial del Paseo de la Fama.
“Esto es lo que me gusta de Donald Trump: quiere ser famoso. Quiere que la gente hable de él. Quiere que la gente se fije en él. Quiere que la gente escriba sobre él. Quiere que la gente le pida autógrafos y le reconozca e invada su privacidad”, escribió ya en junio de 1989 la escritora y guionista Nora Ephron en la revista Esquire.
Pero no fue hasta el 16 de enero de 2007 cuando la Cámara de Comercio de Hollywood le entregó su estrella de la fama a quien hoy encabeza la carrera republicana para la candidatura a la Casa Blanca. Le acompañaron su actual mujer, Melania, y el hijo de ambos, Baron. "Ha sido realmente un momento especial en mi vida", reconoció el multimillonario aquel día, según el diario USA Today.
Trump era por entonces el productor y presentador del programa de telerrealidad “The Apprentice” - con sus versiones en distintos países, incluida España de “El Aprendiz”- en el que una decena de concursantes luchaban por ser el trabajador con madera de empresario elegido por un exigente Trump que les echaba con el famoso “you're fired” (“estás despedido”). “Se ha acabado, ¿no crees que se ha acabado”, le dijo a un concursante. “Iros a casa”, invitó a otros en la Trump Organization, el gigante inmobiliario que preside y dirige tras heredarlo de su padre.
“El extravagante estilo de vida de Trump y sus modales sin pelos en la lengua le han convertido en una celebridad durante años, un estatus amplificado por el éxito de su programa de telerrealidad en la NBC, The Apprentice”, justifica la Cámara de Comercio de Hollywood en la página web del Paseo.
El "Paseo de la Vergüenza"
El mismo año que recibió la famosa estrella, su programa había dedicado unos meses antes un episodio a que los distintos equipos compitieran por crear una ruta turística original en el barrio más mediático del mundo bajo el título de “Hollywood, Walk of Shame”, en un juego de palabras que convirtió al Paseo de la Fama en el Paseo de la Vergüenza. Con su campaña política actual suena premonitorio, pues las pintadas y burlas de los paseantes del famoso boulevard de Hollywood han tenido su hueco en las redes sociales y en los medios de comunicación. “La gente no es capaz de parar de destrozar la estrella de Donald Trump en el Paseo de la Fama de Hollywood”, tituló la revista Vanity Fair en su versión estadounidense a principios de abril.
Desde las necesidades de un perro que hizo de vientre precisamente al pasar por allí…
… a una cruz gamada en alusión a sus ultraconservadoras propuestas políticas en materia de inmigración (como hacer pagar a los mexicanos por erigir un muro en toda la frontera entre ambos países)…
… o una señal de “silencio” sobre su nombre.
Los episodios de pintadas contra la estrella de Donald Trump en las últimas semanas acaparó el interés de medios como la CNN, que salió a la calle a preguntar su opinión a los transeúntes. “A mí me gusta. No estoy de acuerdo con todo lo que dice, pero me gusta, supongo que es su personalidad”, reconoció una joven ante la cámara. Otros mostraban su indignación con la presencia de Trump entre las estrellas del actor Kevin Spacey o el jugador de fútbol americano y actor Jim Hill. Si pasas por la zona y tienes curiosidad por ver la estrella de Trump, está muy céntrica: junto al Dolby Theatre y la estación de metro Hollywood/ Highland.