Él, el boxeador británico más joven en conseguir una medalla olímpica. Ella, una espectacular modelo paquistaní de ojos claros, que centra la atención en el Reino Unido en cada una de sus apariciones públicas. Y juntos, una de las parejas más excéntricas del panorama social inglés.
Amir Kahn (29 años) y su mujer Faryal Makhdoom (23) vuelven a ser noticia por la extravagante fiesta de cumpleaños que han organizado a su hija Lamaisah por su segundo aniversario de vida. Y no es para menos, porque el matrimonio ha derrochado la friolera de 100.000 euros en una celebración con 250 invitados, entre los que no faltaron las Princesas Disney, Pepa Pigg, y una bailarina para animar el cotarro.
El estadio de Macron fue testigo del gran evento, que Fayral llevaba organizando desde hace tres meses. "Cuando entré, mi primer pensamiento fue: '¡Guau!’ Mi esposa hizo un trabajo asombroso. Cada penique gastado en mi hija, lo vale", aseguró Amir en declaraciones a la revista ¡Hello!.
Y como no hay cumpleaños que se precie sin una buena tarta, la modelo encargó una de tamaño gigante y un tiovivo para el disfrute de los más pequeños. "Quise que fuera algo realmente magnífico. Ahora no hago nada hasta que ella tenga 16 años", afirmó la modelo a la publicación británica.
Esta no es la primera vez que la pareja hace gala de su poderío económico. En 2013 Amir y Fayral contrajeron matrimonio en una ceremonia en el Hotel Waldorf-Astoria de Nueva York en la que gastaron un millón de euros. En la pedida de mano, un año antes (2012), el boxeador regaló a la modelo un anillo de compromiso de platino por valor de 150.000 euros.
Amir Khan es uno de los más jóvenes campeones del mundo británicos de la historia, ganando el título de la Asociación Mundial de Boxeo de peso welter ligero a los 22 años. Conoció a la que hoy es su mujer a través de un amigo, mientras ésta estudiaba en la Universidad de Rutgers en Nueva Jersey.
"Al principio cuando me casé con Amir no le conocía tanto. Pero viviendo con él me ha mostrado muchas cosas que yo no sabía. Es un hombre tan bueno, que dejaría de hacer cosas que le hacen feliz por complacer a su mujer y su hija. Ahora estamos en una etapa de nuestro matrimonio donde hemos alcanzado la felicidad completa", explicó la paquistaní-estadounidense.
De hecho, el boxeador, antes de pasar por el altar, hizo unas declaraciones diciendo que iba a dejar de salir de fiesta con sus amigos para dedicarse en cuerpo y alma a su mujer con la que le gustaría formar una familia y asentarse.
Dicho y hecho. Después de su boda, el matrimonio se trasladó de Nueva York a Bolton, una ciudad británica al noroeste del país, donde viven con su hija Lamaisah. Es habitual encontrar en las redes sociales a Amir presumiendo de mujer y niña.