Los británicos están de celebración. Su reina, Isabel II, cumple 90 años. En realidad los cumplió el pasado 21 de abril, pero como viene siendo habitual, a la monarca le gusta festejarlo en sucesivas ocasiones. El último de los eventos cumpleañeros será este fin de semana con una misa, un desfile y un picnic. Mientras se ultiman todos los detalles y las calles principales de la capital inglesa se engalana para ella, ¿qué hay de su marido el príncipe de Edimburgo, quien cumple hoy 95 años? ¿nadie se ha acordado de él?. En Jaleos sí, por eso hemos querido hacer un repaso por la vida de un hombre, que ha sido y es una de las personas más importantes en la vida de Isabel II. "Ha sido, simplemente, mi fuerza durante todos estos años", aseguró la monarca en sus bodas de oro, en 1997.
Pero empecemos por el principio. El consorte de la reina Isabel de Inglaterra nació el 10 de junio de 1921 como príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca, al ser hijo de Andrés de Grecia y Dinamarca y de Alicia de Battenberg. Un príncipe sin reino que tuvo que vivir con su familia y sus cuatro hermanas mayores en el exilio, tras la primera abolición de la monarquía griega. Fue educado en Inglaterra y en Alemania, y asesorado por su tío lord Louis Mountbatten, solicitó la nacionalidad británica y adoptó el apellido materno para servir en la Marina Real del Reino Unido, donde alcanzó el grado de teniente. Esta decisión sería la que cambiaría su vida para siempre, aunque él aún no lo sabía.
La familia real británica visitó en 1939 el Britannia Royal Naval College y la misión de Felipe durante el tour fue la seguridad de los reyes. Ahí es donde conoció a Isabel cuando ésta sólo tenía 13 años. Desde ese momento, los jóvenes empezaron a cartearse hasta que él se atrevió a pedir su mano. El 20 de noviembre de 1947, la pareja se dio el 'sí, quiero' en la la Abadía de Westmister, perdiendo su título de príncipe de Grecia y Dinamarca, ya que tuvo que renunciar para casarse a su religión ortodoxa griega y a su lealtad a Grecia.
El rey Jorge VI, padre de Isabel, le otorgó el nombramiento de duque de Edimburgo, pasando a ser príncipe con la coronación de Isabel II. El matrimonio tuvo cuatro hijos, el príncipe Carlos, la princesa Ana, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo.
Hasta aquí la historia oficial. ¿Pero cómo es realmente Felipe de Edimburgo? En sus muchos actos oficiales y apariciones apenas le hemos visto tener gestos de cariño con su mujer. Los que le conocen hablan de un hombre un tanto 'insensible', al que no le gusta hacer demostraciones públicas. En cambio, esta imagen choca con su humor.Aunque es un humor peculiar, que le ha llevado ha patinar en algunas ocasiones. Sus meteduras de pata y sus frase más polémicas se recogieron hace un año en un libro escrito por el periodista especializado en monarquía Phil Dampier y el ex corresponsal real para el Daily Express Ashley Walton.
En él se recogen situaciones como cuando en 1967 le preguntaron si le gustaría visitar la Unión Soviética: "Me gustaría ir a Rusia mucho, aunque los cabrones asesinaron a la mitad de mi familia". El año pasado durante una visita al Hospital Dunstable, en Luton (norte de Londres) saludó al personal médico y al hallarse delante de una enfermera filipina le dijo: "Filipinas debe estar medio vacío porque estáis todos aquí trabajando".
Otra de las anécdotas es cuando el duque de Edimburgo dijo sobre el cantante Tom Jones que continuamente hacía gárgaras con guijarros. O unas de las más famosas que cuando Barack Obama visitó Buckingham Palace y el presidente americano recordaba su encuentro, ese mismo día, con Gordon Brown, David Cameron y el presidente ruso, Dmitri Medvédev ¿Es que puede distinguirlos a unos de otros?", dijo el prínicpe Felipe de Edimburgo.
Para algunos salidas de tono y para otros como la reina Isabel este humor de su marido es uno de los secretos de que su matrimonio haya perdurado en el tiempo, según contó Gyler Brandreth, el biógrafo de cabecera real, en una entrevista a la emisora Radio Times.
Sea como fuere, la pareja llega a sus 90 y 95 años de la mano y con una salud y apariencia envidiables. El príncipe Felipe de Edimburgo soplará, una vez más, las velas de su cumpleaños al lado de su mujer.