Kim Kardashian se ha tomado la operación bikini muy en serio y es que la it-girl ha colgado hace unos días una foto a Instagram en la que aparecía enfundada en un escotado bañador luciendo una espectacular y esbelta figura. Las sospechas se han hecho realidad ya que era obvio que la hermanísima del 'clan K' estaba haciendo todo tipo de milagros para intentar perder los kilos que engordó en estos últimos meses.
La celebrity se sinceró en alguna que otra ocasión expresando que en su segundo embarazo había cogido peso de manera excesiva y que estaba muy preocupada por su figura llegando a catalogarlo como "la peor experiencia de su vida". Kardashian había engordado más de 30 kilos así que tras el nacimiento de su pequeño Saint West se puso manos a la obra llegando a pesar a día de hoy 32 kilos menos, algo que ha conseguido en tan solo seis meses.
Es visualmente llamativa la trasformación que ha sufrido la figura de la celebrity en este tiempo, pues se puede apreciar que esta luce una cintura mucho más estrecha, brazos y piernas más delgadas, y una cara más fina y estilizada.
¿Cómo ha conseguido perder tal cantidad de kilos en tan poco tiempo? Todo se debe a la afamada 'dieta milagro' que Kim sigue desde hace años pues ya recurrió a ella tras su primer embarazo y adelgazó 22 kilos. Este método, más conocido como la dieta Atkins, consiste en reducir carbohidratos de forma drástica para sustituirlos por proteínas y tiene como objetivo reducir la grasa y ganar masa muscular.
Los expertos aseguran que se puede llegar a perder hasta 7 kilos en una semana. Toda una locura. Aunque muchos dicen que la propia Kim ha seguido esta dieta en su versión dedicada a madres que están todavía en proceso de lactancia. Un régimen no tan estricto con el que se tiene la seguridad de que se están ingiriendo la cantidad de calorías necesarias tanto para ella como para su bebé consiguiendo perder dos kilos por semana.
Pero no solo someterse a este antiguo método vale para conseguir esa esbelta figura ya que también ha contado con la ayuda de un entrenador personal y con la de su cirujano de confianza, Simon Ourian, quien le ha realizado algún que otro retoque.
Cualquier cuerpo que pierda una cantidad tan exagerada de peso en tan poco tiempo sufre cambios realmente severos que solo un cirujano puede arreglar.
Y es que todo apunta a que Kim sí ha pasado por las manos de Ourian ya que también recurrió a él tras su primer embarazo llegando a invertir hasta 80.000 dólares en tratamientos estéticos como infiltraciones, terapias antriestrías y ultrasonidos quemagrasas para lograr un abdomen totalmente plano.
Simon Ourian es un afamado cirujano de Beverly Hills conocido por sus increíbles métodos estéticos que no requieren del paso por quirófano, entre sus especialidades están la liposucción láser y el contorno de glúteos algo a lo que suelen recurrir con frecuencia las integrantes de la famosa familia.
Lo que está claro es que Kim Kardashian ha conseguido lo que quería, perder todo el peso que había ganado en su traumático segundo embarazo, demostrando una vez más que hace realidad todo lo que se propone, cueste lo que cueste.