"La campaña que se está haciendo en mi contra es vergonzosa, pero mide perfectamente el miedo que vive el sistema contra el crecimiento del Movimiento Cinco Estrellas (M5S, por sus siglas en italiano)". Así se defendía hace unas semanas Virginia Raggi (37), escogida el domingo la primera alcaldesa de Roma. Líder del movimiento indignado italiano, a Raggi la han separado y divorciado de su marido varias veces. Incluso le han atribuido un amante a quien –supuestamente- iba a dar el cargo de vice alcalde. Y al final ha tenido que salir a defenderse: "Sí, mi marido y yo estamos en crisis desde hace unos años".
Casada con André Severini, director radiofónico y también activista en el M5S, la pareja ya no convive bajo el mismo techo. Ambos, que lo han tenido que admitir, son los padres Matteo, un niño de siete años, que ahora vive con su madre y a quien hasta la fecha llevaba ella misma al colegio.
Raggi se licenció en Derecho en la Universidad de Roma Tre, y ha destacado en su carrera en derecho civil y derechos de autor. Un recorrido profesional que también ha sido blanco de las críticas: la han relacionado con el bufete Sammarco, cuyo fundador ha defendido, entre otros, a Silvio Berlusconi, bestia negra de la izquierda italiana.
Convertida en el personaje del momento en Italia, ella declara que no pensó en política hasta que tuvo al pequeño Matteo. Fue entonces cuando se dijo: "Quiero cambiar el mundo", escribe La Repubblica en un artículo sobre la alcaldesa más joven de la historia de la capital italiana. Así, ya decidida, en 2011 entraba a formar parte del movimiento cinco estrellas.
Poco a poco se fue haciendo un hueco en la política de la ciudad – y la nacional- con discursos en los que habla de "aires de cambio", "revolución gentil", "viejas políticas de partido"... ¿Les suena? Y mientras el discurso -bautizado como 'anti-establishment' por la prensa del país- ganaba terreno en su vida, lo perdía su relación de pareja. Pese a que Raggi y Severini entraron de la mano en política.
Todo se sabe de ellos. La información sobre cualquier cosa relacionada con Raggi salpica toda la prensa italiana, que lleva meses entrevistándola y hablando de ella, preguntándole todo y pidiéndole explicaciones por todo. Aficionada a la montaña y a la inmersión, le gusta ir al cine, escuchar música, el teatro y la literatura. ¿Su libro preferido? El pequeño príncipe. Sabemos que usa poco maquillaje y que le gusta vestir casual, incluso sport. Y que el negro es su color favorito cuando se trata de ropa.
Lo hemos dicho: se sabe todo de esta mujer. Y también se cuestiona todo. Ahora, por ejemplo, las fotografías en las que aparece dándole un intenso abrazo a Alessandro di Battista cuando ganó la primera vuelta hace unos días han dado la vuelta a Italia. Di Battista es diputado por el M5S y uno de los hombres de Belle Grillo, líder absoluto del partido, y su abrazo con la candidata ha levantado sospechas. No importa que ella lo niegue.
Ya sucedió con su relación con Danielle Frongia, miembro de su partido, a quien la revista Chi llegó a situar de segundo en el ayuntamiento si ganaba Raggi. Iba a colocar a "su nuevo novio", criticaron desde la publicación. "Se trata de falsas exclusivas montadas a propósito en mi contra para atacarme", respondió la nueva alcaldesa, "no tengo ninguna relación fuera de mi matrimonio. Yo y Andrea (su marido) estamos atravesando un momento difícil desde hace un tiempo, pero no quiero hablar, se trata de mi vida privada".
Quien sí ha hablado ha sido precisamente Andrea. Y lo ha hecho para felicitar a su todavía mujer por su victoria. En una carta abierta publicada este lunes en su blog, Severini describe a su pareja como "una leona" y la felicita. "Eres la primera alcaldesa de Roma, eso que siempre he sabido se ha hecho realidad. Qué alegría, qué emoción, he llorado de felicidad".
Acaso algo indiscreto, Severini prosigue: "Hace 21 años que te conozco, ahora es un momento difícil para nosotros, y es inútil esconderlo, pero yo siempre estaré a tu lado. Intentaré protegerte lo máximo posible aunque sea desde lejos. Te echo de menos a morir. Tu marido Andrea".
Será difícil, por mucho que la nueva alcaldesa lo intente, que se calle lo relacionado con su vida privada. Aunque piense que “no tiene nada que ver con la política”. Porque al fin y al cabo, todo, alcaldesa Raggi, es política.