En el momento en el que el jet privado de Prince tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia, seis días antes de que la estrella falleciera por una sobredosis accidental de fentanilo -un analgésico de la familia de los opiáceos que Prince tomaba para sus dolores de cadera-, una compañera y amiga estaba a su lado. Judith Hill, una cantante estadounidense premiada con un Grammy a la Mejor película musical, salvó la vida de la estrella en el transcurso del vuelo.
Tal y como confesó en una entrevista para The New York Times, Hill avisó al piloto para que tomara tierra en cuanto pudiera. El avión aterrizó en Moline, Illinois en un viaje con una ruta marcada de Atlanta a Minneapolis. A pie de pista le recibía una ambulancia donde le inyectaron naloxona, utilizada para casos típicos de sobredosis de opiáceos.
Judith, que se confiesa amiga y muy cercana a Prince, relató como se encontraban hablando mientras disfrutaban de una cena basada en vegetales y pasta cuando Prince perdió la consciencia en pleno vuelo. "Sus ojos se quedaron fijos", confesó. Ella y Kirk Johnson (amigo y ayudante de Prince) insistieron en la reanimación y ante la ausencia de medicamentos en el avión que pudieran ayudar a modificar la situación decidieron aterrizar en cuanto se lo permitieran.
Hill comenta al The New York Times que ambos se encontraban discutiendo el pasado concierto de Prince, el que se convertiría en su última actuación pública, opinaron sobre la cantante funk Betty Davis y sobre fotografía de la que Prince era un gran aficionado. Todo fue un cúmulo de coincidencias ya que si Judith no hubiera observado la cara del cantante en ese mismo instante es posible que se creyera que se había quedado profundamente dormido.
Veinte minutos después de aterrizar la ambulancia le trasladó al hospital de Moline, una pequeña localidad a tres horas al oeste de Chicago. Cuando se encontraban de camino Prince despertó y habló con ella: "Consiguió aliviarme ya que creía que se había ido". Para el resto del mundo Prince realizó un aterrizaje aquejado de una fuerte gripe que no hizo saltar las alarmas ya que el cantante era sumamente reservado con su vida privada y ni siquiera su círculo más cercano sabía que tomaba medicamentos -sólo disponibles con receta médica- para su dolor de cadera.
Hill también tuvo relación con Michael Jackson ya que iba a cantar en su espectáculo londinense This Is It, pero el artista murió tres semanas antes de su actuación conjunta. La cantante intervino en la canción Heal The World en el funeral televisado de Jackson, cuya leyenda se encuentra más en entredicho que nunca por su supuesta culpabilidad por abuso de menores.
La cantante ha diferenciado su relación entre ambas estrellas del pop. "Con Michael era una relación menos personal como de una fan que de vez en cuando trabaja con él", aclaró. Mientras que con Prince confiesa que "era una relación profunda ya que estaba realmente preocupada por él". "Él me dijo que me amaba y que siempre estaría allí para mí". Judith que escribió su primera canción de gospel a los cuatro años narró que el cantante "respetaba mucho su opinión" musical.