Con un casual y favorecedor top blanco, Irina Shayk ha visitado la capital española para ejercer de embajadora de una conocida bebida refrescante. La top ha estado de lo más divertida y se le ha visto muy cómoda posando para los numerosísimos fotógrafos presentes.
Y es que ha confesado que guarda un especial cariño de nuestro país, donde vivió algunas temporadas mientras todavía mantenía una relación con Cristiano Ronaldo. Pero no es precisamente por los recuerdos de su relación por lo que le gusta España sino porque tuvo su trabajo en nuestro país. "Empecé a desfilar en Barcelona y me decían que parecía española. Aquí gané mi primer sueldo".
La exnovia del astro del balón ha rehecho su vida sentimental junto al actor Bradley Cooper, lleva al menos de un año con él, pero ya se les ha podido ver juntos y felices, tanto que han empezado a saltar, de manera muy insistente los rumores de boda. Ella, que siempre ha sido muy celosa de su vida privada, prefirió no hacer comentario alguno al respecto, aunque sí hizo recomendaciones a algún periodista: "lee libros, no rumores".
Lo que no le ha importado reconocer es que está pasando por un momento muy feliz y que ser madre es algo que entra en sus planes, pero no en los más inmediatos. Ahora mismo, su único objetivo es pensar en vacaciones, pues ya tiene decidido que este verano disfrutará del sol y el calor en las Islas Maldivas.