Teniendo en cuenta que Mariah Carey (47) posee más de mil pares de zapatos y duerme con veinte humidificadores para que no se le reseque la garganta, a nadie le extrañará la 'discreta' manera con la que ha pregonado a los cuatro vientos que por fin ha conseguido su ansiado divorcio de Nick Cannon (35).
A través de sus redes sociales y luciendo un escotadísimo vestido negro la cantante derrochaba felicidad mientras grababa dos vídeos en los que descorchaba el champán, como si el premio gordo de navidad le hubiera tocado, y lanzaba hielitos al aire cual quinceañera con las hormonas revolucionadas.
Por su parte, el rapero también ha hecho uso de Internet y ha publicado un rap de cuatro minutos de duración con el que anuncia que por fin ha firmado los papeles y que “ en lo que ahora toca pensar es en cómo tratar y hacer felices a los niños, porque tenemos dos” (los gemelos Moroccan y Monroe, 4 años). Y todo apunta a que pese a las disputas legales y el reñido multimillonario acuerdo de divorcio, la pareja mantiene una relación cordial por el bien de los pequeños, por quienes se reunieron como si de una familia unida se tratase para celebrar el día del padre en Estados Unidos.
En las paradisíacas playas de Bahamas, el rapero y la cantante sellaron su amor dos meses después de haberse conocido durante la grabación de un vídeo musical y en Los Ángeles ha tenido lugar la ruptura definitiva gracias a la intervención de la abogada Laura Wasser, conocida por ser la letrada especializada en divorcios de famosos como Tom Cruise y Nicole Kidman o Jennifer Garner y Ben Affleck.
A razón de 850 dólares la hora y por 25.000 de anticipo por los servicios jurídicos, Wasser ha conducido a buen puerto un divorcio polémico desde que Cannon declarase para el programa The Insider: “Hay problemas en el paraíso, hemos estado viviendo separados desde hace unos meses”. Y las especulaciones sobre los motivos de la ruptura no se hicieron esperar. Todo apuntaba a que la diva no soportaba el éxito profesional de su marido, así como los dimes y diretes sobre una posible relación de su ahora ex con la hermanísima del clan Kardashian, Kim.
Con el divorcio en una mano y el anillo de pedida de 35 quilates en la otra, se prevé inminente la celebración de una nueva boda de la cantante con su prometido James Parcker (48) . El multimillonario australiano con el que se comprometió en enero de este año y con el que formará una familia numerosa, pues James aportará al nuevo matrimonio tres hijos (Indigo, Jackson y Emmanuelle) fruto de su matrimonio con la modelo y cantante Erika Baxter.
Una boda que será la tercera para ambos y esperemos que también sea la definitiva, pues antes de Cannon, Mariah pasó por el altar con tan solo veintitrés años con el productor musical Tommy Mottola y el futuro novio estuvo casado en primeras nupcias con la modelo Jodhi Meares.