Ana Rosa Quintana se ha volcado en la celebración de la boda de su primer hijo, Álvaro Rojo Quintana, y la psicóloga, Ana Villarrubia, celebrada este fin de semana en la Finca Entrepuentes en La Vera, propiedad de la presentadora. Si había un deseo por parte de los novios era que no trascendiera nada sobre la celebración y que fuera una ceremonia íntima con "los amigos que queríamos que estuvierais" tal y cómo recalcó Ana Rosa durante su breve discurso en el transcurso del convite.
La presentadora y su marido Juan tuvieron el detalle de acercarse a la puerta de la finca para brindar con los paparazzi que llevaban horas soportando el agobiante calor de la comarca. En la imagen puede apreciarse el elegante vestido largo, en tono verde claro de gasa, con un solo hombro de la firma catalana Tot-Hom.
La novia muy sencilla lució un vestido en blanco roto con un escote uve en la espalda elaborado en tela mikado y con una sencilla cola que aguantó perfecta toda la noche y un sencillo recogido decorado con unas florecitas muy favorecedor.
Aunque la pareja que llevan juntos más de diez años se habían casado hace unos meses, volvieron a celebrar una emotiva ceremonia que ofició el juez Grande-Marlasca, amigo de la familia. Tampoco faltó la bendición del padre Ángel que regaló a la pareja una estola bendecida por el Papa Francisco.
Si algo llamó la atención de todos los invitados fue la exquisita decoración de la finca. Esta se divide en dos casas, la familiar y la de invitados. En las inmedicaciones de esta segunda se colocó un original huerto lleno de verduras, legumbres y productos típicos de la zona cubiertos de azúcar moreno como cóctel de bienvenida. Muchos asistentes dudaron en un principio si aquella obra de arte era comestible o no.
Las mesas del convite organizadas en vertical con capacidad para 30 personas cada una. En lo alto de ellas cientos de bombillas recordaban a las verbenas de hace años. El menú personalizado y los platos con mensajes románticos como "All you need is love" (todo lo que necesitas es amor). Un exquisito gazpacho de primero y una deliciosa carne regada con unos magníficos vinos y champagne que sofocaron el calor de los asistentes. En recuerdo de Carmen, la madre de la presentadora fallecida en julio de 2014, las invitadas recibieron como detalle una pulserita con la imagen de esta Virgen.
Mucho se había hablado de los numerosos rostros populares que iban acudir, pero al final sólo estuvieron entre los asistentes: Bibiana Fernández con un diseño también de Tot-Hom, y Alessandro Lequio y su embarazadísima mujer, María Palacios. En un principio se pensó que acudiría sólo, pero prefirieron ir juntos para acallar rumores.
También Iker Jiménez, presentador y director de Cuarto Milenio, programa producido por la productora de Quintana o Joaquín Prat, copresentador de AR, Guillermo Fernández Vara, presidente de la Junta de Extremadura, las periodistas y amigas; Rosa Villacastín, Beatriz Cortázar, Paloma Barrientos y Marisa Martín Blázquez.
En la finca Entrepuentes sonó la música hasta altas horas de la madrugada. Nadie olvidará esta emotiva celebración, sobre todo Ana Rosa que casaba a su primer hijo enamoradísimo y con un futuro prometedor como abogado.