Jean Francois Revel, filósofo francés: “La televisión es la violación de las multitudes”. Una sentencia que no puede ser más gráfica. Y más cierta. Basta con permanecer cinco minutos de un domingo por la noche frente al debate de ‘GH’, presentado por Soporrrrrdi González, para confirmarlo. Eso sí, entre gala y debate, yo empiezo a pasármelo mucho mejor con este último. ¿Quién iba a decírmelo hace un año? Soporrrrrdi, a fuerza de verse obligado a presentar algo totalmente impresentable, ha empezado a dotar de ritmo a la cosa. Y lo borda, el tío.
“¡Españoles, el contraclub ha muerto!”, empezaba anoche Soporrrrrdi dándoselas de Arias Navarro. Muy gracioso, todo. Qué humor. Apareció luego Pablo, primer expulsado de GH17 y ‘pansinsalado’ gafapasta. “Aquello era un teatro”, resume así Pablo su paso por la casa de Guadalix. Y lo clava. Cuando más sigo esta edición, más me parece estar viendo un montaje de Bertolt Brecht realizado por aficionados de provincias. ¡Teatro, ‘GH’ es puro teatro!
Para más inri, la relación entre Adara y Paul ha saltado por los aires durante el fin de semana. Y es que Adara, por lo visto, tiene celos de Miguel. La primera pareja de ‘GH17’ corre peligro de muerte. Algo inenarrable. Adara, Paul y Miguel conforman un triángulo isósceles sentimental de extrañísima composición. “No quiero que nadie te toque, ya sea chica o chico”, le suelta Adara a Pol. Aunque Pol, por su parte, sigue empeñado en mostrar sus genitales a cámara en cuanto el Súper se descuida. Es lo que tiene, el ‘edredoning’ como deporte de riesgo en este reality, que acaba propiciando que se confundan las ‘petacas’ de los habitantes de la casa. Pol hace, y deshace, a todo lo que se mueve. Acabará, como si lo viera, liándose con el peluquín rubio de Miguel en cuanto le dejen. Lo de ese chico es un continuo testosteronazo desaforado.
Se presenta también Álvaro en el plató, tras la expulsión disciplinaria del pasado jueves, y le suelta al pobre Soporrrrrdi: “Yo pensaba que me apaleaban al salir a la calle”. Tiene el pobre chico, al parecer, un humor negro especial y se jacta de no haber auxiliado a un perro moribundo. O eso es lo que confiesa. Muy friqui, todo. “Siéntate al lado de Ylenia, por ejemplo, y aprenderás… ejem… modales”, le ordena Soporrrrrdi. Vale.
Chukylenia. Ama y señora de este debate barriobajero. Se mueve, en su chonismo, como pescadilla en el agua. Lanza tarascadas a todo lo que se mueve. A ella debemos que Alba Carrillo haya abandonado el paquebote. Siempre se lo agradeceremos. Carlos Lozano, otro que tal baila. Pedía el ‘casagranjeros’ nominaciones a la cara. Y llevaba toda la razón.
“Qué bárbara la tía”, dice Soporrrrrdi refiriéndose a Bárbara (¡estaba González, anoche, de lo más chistoso!). Y es que lo de esta Bárbara engancha. Se ha destapado la tipa como el verso suelto de este poemón que es ‘GH17’. “Falsa, estratega y mentirosa”, la definen sus compiyoguis. Con Bárbara me ocurre algo de lo más curioso. Es verla ahí y aparecérseme una versión chusquera de Bárbara Rey. Y entonces echo en falta a un domador para que el circo esté completo. Maquiavélica de bolsillo esta Bárbara. Viejóvena y Reina Madre de las ‘granhermanadas’ leoneras. Que la dejen en la casa hasta la final. Da su juego. O sea.