Dylan (75) conoció a Joan Báez (75) en un festival de folk en Nueva York en 1961. A él le gustó más su hermana pequeña Mimi, pero Joan, con sus canciones y su activismo logró conquistarle. En 1963, con tres discos de oro, fue ella la que le invitó a que tocase en su gira y fue así como le introdujo en un circuito hasta entonces desconocido para Dylan. La piel oscura de ella y la cara de niño de él, les convirtieron en la pareja ideal de la juventud americana inconformista.
Dos años después la relación fracasó, porque Bob comenzó una gira por el Reino Unido y no invitó a Joan a cantar con él. Algo que ella sí había hecho antes. Como testimonio de su pasión por él, le dejó tres canciones para la posteridad; To Bobby, dónde le pedía que volviera al activismo político, Diamonds & Rust en la que directamente le dice lo que siente por él y Winds of the Old Days en la que le recuerda lo mucho que le ha hecho sufrir. Años más tarde volvieron a coincidir en una gira y Bob no dudó en decirle en público que no se arrepentía de no haberse casado con ella. Aún así, ambos han continuado respetándose, al menos profesionalmente.
Primer matrimonio
Sara Dylan (76), conoció a Bob en noviembre de 1964, en la boda del representante del cantante, a la que acudió con una amiga. Por entonces llevaba cinco años casada con el fotógrafo Hans Lownds, y ambos eran padres de una niña, María. La guapa modelo quedó prendada del músico y a los pocos meses abandonaba su domicilio conyugal para mudarse a una habitación al lado de la de Dylan en el hotel Chelsea, para estar cerca el uno del otro.
Se quedó embarazada al año y el cantante y ella se casaron el 22 de noviembre de 1965, bajo un roble que había en las inmediaciones del juzgado de Long Island. Sólo asistieron dos testigos. Nadie se enteró de aquella unión, hasta que The New York Post dio la noticia un año después con el titular: 'Silencio. ¡Bob Dylan está casado!'.
La pareja tuvo cuatro hijos: Jesse, Anna, Samuel y Jakob. Durante ocho años el matrimonio vivió feliz en Woodstock, las afueras de Nueva York. Robert Shelton, biógrafo de Dylan, la describió como "un espíritu gitano, sabia para su edad, bien informada acerca de la magia, el folclore y la sabiduría tradicional".
En 1973, Bob y Sara vendieron su casa de Woodstock y compraron una mansión al norte de Malibú, cuyas obras serían el desencadenante de su primera crisis matrimonial. Un año después, Dylan regresó a la casa de Manhattan y comenzó a recibir clases de arte con el artista Norman Raeben. Dylan aprendió a pintar a través de la intuición y el sentimiento y no la conceptualización. Algo que Sara no logró entender desde el primer día, tal y como el propio Bob reconoció en una entrevista: "Fue cuando nuestro matrimonio comenzó a romperse. Nunca sabía de lo que estaba hablando, lo que pensaba, y yo no podía explicárselo", confesó.
En 1975 pusieron fin a su matrimonio, en un proceso millonario, que le costó al cantante 36 millones de dólares, a cambio de que Sara nunca hablara sobre la vida privada de ambos. Nunca lo ha hecho y aún hoy se llevan muy bien.
Tras el fracaso Bob se concentró en intentar criar a sus cuatro hijos. "Recuerdo que pensaba que el arte era un excremento sublime, y decidí darle la espalda durante algún tiempo, creativamente me fui a pique. Es como si hubiera estado en un túnel. Pero al final salí". En los 80 sus índices de ventas cayeron en picado y sus directos perdieron calidad.
La corista secreta
En 1978, Bob, contrata a una joven vocalista, Carol Dennis (62), que había hecho coros con Stevie Wonder. Ocho años después de compartir muchas horas de escenario, se casaron y tuvieron una hija: Desiree Gabrille Dennis-Dylan. Esta boda y esta nueva hija fueron un secreto durante años, hasta que una biografía no autorizada lo reveló.
Mientras algunos aseguraron que había sido idea del cantante esconder esta relación, fue la propia Carol la que salió al paso de las especulaciones asegurando que ambos acordaron que la niña figurara sólo con el apellido de la madre hasta que tuviera edad para decidir si quería también el del padre, que asumió, con 13.
Dylan y Dennis se divorciaron en términos amistosos en 1992 y el cantante siguió ocupándose de la hija y pasando una pensión a la madre. "Ha sido un padre magnífico, que se ha interesado constantemente por Desiree", dice Carol.
Este jueves ha recibido el premio Nobel de Literatura en solitario, sin ninguna mujer a su lado. Quizás así lo ha querido él, al que le han inspirado más las rupturas que los momentos de felicidad. "No es el tener que irme lo que me causa dolor sino que mi verdadero amor deba quedarse atrás"... canta el galardonado cantautor y poeta.