Mientras el Partido Republicano sigue sumido en una guerra civil y la bronca entre Hillary Clinton (68 años) y Donald Trump (70) acapara los principales titulares en la campaña electoral estadounidense, en el estado de Luisiana ha saltado un nuevo escándalo sexual que salpica de lleno al partido conservador, y colateralmente al Ejército y a la Iglesia Católica, después de que el FBI haya iniciado una investigación contra el presidente del distrito de Jefferson por mantener relaciones inapropiadas con un menor de edad.
El protagonismo de esta polémica es Mike Yenni, ex alcalde de la localidad de Kenner que ahora, a sus 40 años, dirige el Parish o condado de Jefferson. A primera vista parece el político perfecto americano. Está casado, tiene una hija de tres años, buena planta, es reservista de la Armada y su elocuencia transmitía confianza a un electorado al que, como es sabido, le gusta verse reflejado en la vida privada de sus gobernantes, a los que pide que además de administrar, sean modelos de rectitud y conducta a seguir. Casi héroes.
Sin embargo, este líder republicano ha resultado salirle rana a los que ya le auguraban una proyección más allá de las fronteras de Luisiana. El FBI abrió hace una semana una investigación al descubrir que estaba manteniendo una relación poco adecuada con un adolescente de 17 años, con el que habría estado intercambiando mensajes de texto de alto contenido sexual, lo que los norteamericanos denominan sexting.
Tras destaparse la investigación y saltar el escándalo a los medios, Yenni decidió dar la cara lanzando un vídeo este fin de semana donde admite parte de los hechos, los atribuye a que todavía es inmaduro, pide perdón y asegura que no volverá a repetirlo.
"Creo que ustedes se merecen conocer la verdad directamente por mí. El verano pasado tenía la edad suficiente como para saber lo que estaba haciendo, pero supongo que también era joven como para hacer algo estúpido", arranca la grabación.
"Decidí mandarle mensajes inapropiados a un chico. No entraré en detalles por respeto a la privacidad de los involucrados, pero tomé una mala decisión. Me arrepiento de mis acciones y me disculpo", añade antes de insinuar que no dimitirá. "Soy lo suficientemente inteligente como para no repetir los errores del pasado", alega en el vídeo.
Mientras se mide el efecto de este intento por zanjar la controversia, los detalles del caso que van saliendo a la luz tienen a los tradicionales votantes de Luisiana impactados. El político conoció al joven, que ahora tiene 19 años, en un evento del instituto católico Jesuit High School, el mismo en el que Yenni se graduó en 1994. La relación se produjo el pasado año, cuando el implicado ejercía de alcalde y realizaba la campaña electoral para presidir el distrito.
Según publica la cadena de televisión WWL, el FBI tendría en su poder el móvil del joven. Del intercambio de mensajes se desprende que Yenni quedó una vez con el chico en un centro comercial, llegó a besarlo en un baño público, le regaló ropa interior de diseño e incluso se ofreció ayuda para conseguirle un trabajo en su administración en Kenner.
Las autoridades federales han entrevistado al menos cuatro personas en relación con los mensajes de texto en los que, según los informes, el republicano llega a hacerle al adolescente una propuesta para practicar sexo en grupo, lo que podría suponer una violación de una ley federal que prohíbe el envío electrónico de material obsceno a menores de 18. No obstante, no está tan claro que haya cometido un delito, ya que en Luisiana la edad de consentimiento para mantener relaciones sexuales es de 17 años.
El mismo medio ha publicado un episodio que se produjo hace un año, durante la citada campaña electoral. Un informante anónimo llamó a su contrincante político, Elton Lagasse, antes de las elecciones para denunciar que Yenni había quedado varias veces con otro joven, al que incluso lo habría llevado a su oficina. El contacto entre ambos habría terminado debido a que el adolescente se sintió incómodo por el tono de las conversaciones del republicano.
Lagasse perdió aquellos comicios, en los que no usó aquella información en contra de su rival. Ahora sostiene que no dijo nada públicamente, pero que envió una carta al arzobispo Gregory Aymond para informarle. "Básicamente me respondió con un 'gracias y que Dios te bendiga", ha manifestado a los medios americanos.
VETADO EN LOS COLEGIOS
Yenni ha negado que el FBI se haya puesto en contacto con él, pero no ha comentado nada sobre las acusaciones que se publican estos días. Lo que sí ha dejado claro es que no piensa dimitir, a pesar de las peticiones que le llegan desde todos los frentes, por no hablar de las demandas que han presentado el consejo del condado, el sheriff Newell Normand y otros colectivos.
Además, varios concejales del Ayuntamiento de Kenner han pedido abrir una investigación sobre si hay más casos de sexting relacionados con los miembros del Consejo Asesor Juvenil que Yenni creó cuando era alcalde de esta localidad y que podrían estar relacionados con la supuesta orgía que preparaba el republicano.
La Archidiócesis de Nueva Orleans también ha tomado cartas en el asunto y ha prohibido al implicado visitar o trabajar con los estudiantes de las iglesias y las escuelas católicas de la zona. La portavoz de la entidad religiosa, Sarah Comiskey McDonald, ha avisado de que el presidente del distrito ha "sobrepasado los límites y, por lo tanto, no puede visitar o trabajar con los alumnos".
También la Armada, donde el político es reservista -por lo que puede ser llamado a filas- se ha visto salpicada, aunque de momento no tomará medidas hasta que concluya la investigación del FBI sobre si violó o no alguna ley federal en sus comunicaciones con un joven de 17 años.
'SEXTING' DEMÓCRATA
El pasado mes de agosto otro caso de sexting sacudía a EEUU, afectando directamente a la campaña electoral. Entonces le tocó al Partido Demócrata. El responsable de aquel caso, el ex congresista demócrata Anthony Weiner (51), era reincidente y marido de Huma Abedin (40), una estrecha colaboradora y amiga personal de Hillary Clinton.
La asesora de la candidata demócrata anunció que finalmente se separaría de su esposo, después de que éste, según publicaba el New York Post, hubiera intercambiado mensajes subidos de tono con otras mujeres, con fotografías de su hijo de cuatro años incluidas. El excongresista arrastraba un largo historial de escándalos sexuales a cuenta de su afición al sexting. En 2011 ya tuvo que dimitir de la Cámara de Representantes por enviar fotos y mensajes sexuales a varias mujeres. Pese a someterse a terapia, dos años después, cuando el demócrata aspiraba a ser alcalde de Nueva York, se repitió el escándalo, lo que truncó sus anhelos políticos.
Entonces Weiner dimitió, incapaz de soportar la presión mediática. El republicano Yenni de momento resiste, aunque todos aguardan a que trascienda el contenido de alguno de los mensajes. Ese podría ser el momento crucial para saber si el gobernante, ya lejos de ser un héroe, debe o no dar por concluida su carrera.