Este viernes, Andrea Levy (32 años) acudía a la toma de posesión de dos de sus compañeras de partido como ministras; primero estuvo con Dolores de Cospedal, segunda Ministra de Defensa de la democracia y luego quiso arropar a Dolors Monserrat (43), la popular catalana, nueva ministra de Sanidad del ejecutivo de Rajoy. Muchos esperaban que Levy, 'Andy' para los amigos, obtuviera una cartera como en su día consiguieron dos jóvenes promesas socialistas, Bibiana Aído y Leire Pajín, ministras de Igualdad y de Sanidad en el gobierno de Zapatero.

A Levy dice su entorno que eso parece no haberle afectado y que su sentimiento es el mismo que cuando quedó fuera de las listas al Congreso. Tampoco se quejan sus otros dos escuderos; Casado y Maroto con los que conforma la cuota juvenil más poderosa de la quinta planta de Génova. "Aún es pronto. Un gobierno tiene que tener detrás un partido fuerte. Todo llegará…", dicen fuentes populares. Quizás su frescura asuste a su jefe que es precisamente su antítesis. Andrea es de los rostros populares más mediáticos. Su curriculum profesional y político, su belleza, estilo indi y desparpajo la han hecho imprescindible entre los populares para liderar la regeneración del partido.

Es cercana, directa y si puede atender ella misma una llamada, lo hace con naturalidad. Como la que recibe de EL ESPAÑOL, el motivo la deja descolocada aunque provoca en ella una risa que no oculta. “ ¿Qué salgo con Iñigo Errejón?...(ríe) pero que dices. Para nada. Soy una chica de 32 años que sale con muchos amigos y no porque se me vean con ellos signifique algo. Estáis obsesionados con emparejarme. Hace unos días también se publicó que estaba con el guitarrista de 'La habitación roja'. Y no es cierto. “, explica Levy.

Circulan rumores de que la joven popular y el portavoz de Podemos en el Congreso podrían ser algo más que compañeros de bancada. Ambos están ideológicamente en las antípodas y aunque ese podría no ser un obstáculo, el feeling entre ambos parece que no existe a juzgar por la determinación con la que la vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular zanja el asunto al otro lado del teléfono.

Levy no ha podido impedir que se la relacione con unos y otros sobre todo desde que se mudó a Madrid en verano de 2015. Es frecuente verla disfrutar de la marcha de la capital o de conciertos de música indie, al igual que cualquiera de su edad. Ella se toma estos noviazgos con humor. No piensa renunciar a su juventud a la que hace hueco en su apretada agenda. Una cosa no está reñida con la otra.

Enric Vila, un célebre escritor independentista catalán, doce años mayor que ella, es la única pareja ‘oficial’ que se le puede atribuir. Una historia que terminó en 2015 y no por cuestiones ideológicas. Su primer verano lejos de su querida Barcelona, tuvo una amistad especial con Manuel Jabois, columnista de El País. Levy lectora empedernida quedó prendada de la intensa labia y el atractivo ‘canalla’ del periodista, con el que no dudo en bromear sobre sus artículos en Twitter. La cosa no cuajó.

En marzo de 2016 no se cortó a la hora de bromear con Thais Villa reportera de El Intermedio (La Sexta). A ella le confesó que de todos los diputados del Congreso se había fijado en uno de pelo largo sin coleta y del partido más antagónico del PP.

En aquel momento no sabía cómo se llamaba e incluso pidió a la reportera su número de teléfono. El elegido era Miguel Vila, diputado de Podemos. A él le sorprendió la noticia pero se dejó querer y se mostró abierto a cualquier tipo de contacto con Levy. Lo que pasó entre ellos sólo ellos saben.

A la vicesecretaria popular ahora le gusta más 'coquetear on line' con Ramón Espinar, senador de Podemos. Siendo justos, empezó él llamándola 'pibón' en Twitter a la vez que felicitaba al PP por tener mejor ojo para la belleza que para los tesoreros. Ella como siempre haciendo gala de su buen sentido del humor le respondía: "Tenemos mejor ojo para la ortografía", a la vez que le llamaba guapo. La diputada popular es una de las más activas en las redes sociales y eso la beneficia aunque algún community manager le desaconsejaría según que tuits y fotos. Ella prefiere mostrase sin filtros y adelantarse a los demás.

Pau Roca, guitarra de 'La Habitación Roja' es la última pareja que le han adjudicado. A parte de ser uno de sus grupos favoritos y que haya acudido a varios conciertos del grupo, el último, en La Rioja, el pasado mes de agosto, no parece haber nada más. Ahora un grupo de amigos entre los que se encontraría Iñigo Errejón, apuntaba a que entre ambos existía algo más que una bonita amistad.

Ella niega toda relación y asegura estar soltera y sin compromiso. Lo cierto es que no hay ninguna imagen de ella con ninguno de todos ellos. A ciber Levy nadie le hace la 'cobra' como a Chenoa. Ella misma bromeaba con el asunto el pasado fin de semana a través de Twitter. “Esto en el indie no pasa. En el indie fluye el amor”.