Reconozco que la idea de que Irina Shayk (30 años) se hinche como el resto de las humanas me hace esbozar una sonrisa. Bueno, seré sincera. ¡Estoy que no quepo en mí de gozo! De hecho, creo que voy a dar una fiesta para celebrarlo. Y no, no estoy loca. Y no, tampoco voy a invitaros. Porque aunque muchos especulen con un posible embarazo, yo me inclino más por la opción de que se había pasado con los quintos, los cuartos (no los de las uvas) y los tercios de ese exquisito manjar que es la cerveza. O cualquier otra bebida espirituosa. Cosa que no me extrañaría nada porque si yo tuviera que posar en bikini abrazada a una llama (el animal) también necesitaría un par de copas.

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Sin embargo, muchos son los que piensan que Irina podría estar esperando un hijo. Algo que, particularmente, me haría pasar varias semanas en la cama, comiendo helado y llorando. La razón es que si ella estuviese embarazada se confirmaría el hecho de que ¡se acuesta con su novio, Bradley Cooper (41)! Llamadme tonta, pero en mi cabeza la dulce parejita solo se da besitos y se coge de la mano. Vamos, lo que piensa todo el mundo de sus padres, ¿o no? Porque ya bastante tuve con verlos en Las Bahamas tonteando y echándose agua con una botella…

Bradley Cooper e Irina Shayk en las Bahamas. Gtres

Pero como soy una mujer adulta y profesional, voy a exponer los motivos que me llevan a pensar que Irina no está en estado de buena esperanza (que bonita expresión, eh?) y que solo tenía gases (el motivo de estos ya que lo valore un médico).

1. Poco más de un año de relación

Vale, ya sé lo que estáis pensando. Que en el mundo del famoseo las cosas van más rápidas. Puede. Pero recordemos que Irina sale con Bradley Cooper. Un hombre que estuvo casado con Jennifer Esposito (43) entre 2006 y 2007, y que tras su divorcio salió durante un año con Zoe Saldana (37), dos años con Renée Zellweger (47) y otro par con Suki Waterhouse (24). Y con ninguna se planteó la paternidad. Así pues, ¿qué podría hacernos pensar que con Irina va a ser diferente? Nada. No nos engañemos, Bradley tiene todas las papeletas para ser el eterno gigoló de Hollywood.

Jennifer Esposito, la única que ha llevado al altar a Bradley hasta la fecha. Gtres

2. Desfilará para Victoria’s Secret en 30 dias

El argumento definitivo. Irina será uno de los ángeles que participará el próximo 5 de diciembre en el desfile de la firma en Paris. Así que, imposible que haya un bebé a bordo. Más que nada porque si ya se le nota la barriguita, en un mes sería inviable desfilar luciendo tipazo. A no ser que Victoria’s Secret quiera dar la campanada y pasarse a la lencería premamá. O eso, o que Irina confirme embarazo al estilo de Beyoncé (35), pero cambiando un escenario por una pasarela.

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3. La confección del vestido

Por mucho Lanvin que sea, este modelito está diseñado para que veamos hasta el alma de la que lo lleva puesto. Ya os digo yo que en una radiografía se intuye menos cuerpo. El problema del vestido es que lleva un drapeado justo en la cintura que hace que se marque hasta la más mínima gota de agua (y si ya es de alcohol ni te cuento) que hayas bebido. Literal. Por cierto, si te gusta, es de la colección primavera-verano 2017 y ya lo puedes reservar en la página web de la firma. Eso sí, ve preparando la cartera.



4. De perfil no hay barriga

Lo que será ver la misma escena desde otra perspectiva. Y si no que se lo digan a Chenoa (41), Bisbal (37) y la cobra. En las imágenes que tenemos de Irina de lado, lo que antes parecía una enorme barriga, ahora ya no lo es tanto. Es más, puede verse cómo debajo de las manos de Irina se forma una arruga o burbuja por el drapeado del vestido. ¡Ooooooh!

Irina Shayk de perfil. Gtres

Mi gozo en un pozo, ni gases ni bebé. Esta chica sigue siendo perfecta. ¡Maldita sea! Por cierto, un último consejo. Si a ella no le sienta bien ese vestido… A ver cómo decirlo… Vamos, que no te lo compres. Consejo de amiga.

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