A Luis Eduardo Aute (73) aún le queda mucho que luchar para recuperarse totalmente de las secuelas que le dejó el coma tras un infarto que sufrió el pasado 8 de agosto cuando regresaba de un concierto en Huelva. “Los médicos hablan de seis meses. No obstante, tampoco es definitivo ya que también era impensable que pudiera caminar y volver a pronunciar tan pronto y así está siendo”, asegura a EL ESPAÑOL un familiar del cantante. El pasado 2 de octubre abandonó el Hospital Gregorio Marañón y era trasladado al Hospital Rúber de Madrid. Para la recuperación de Aute es mejor estar en un centro hospitalario que en casa. El chalet dónde vive el artista tiene tres plantas y ahora mismo las escaleras y otras barrera arquitectónicas son inviables para él.
Hace una semana su oficina de representación Búho Management emitía un comunicado en el que asegura que “ su estado de salud ha mejorado notablemente en las últimas semanas y se encuentra en una nueva fase de recuperación". El artista sufrió un infarto el pasado 8 de agosto, y fue ingresado en la UCI del hospital Gregorio Marañón. Después de permanecer casi dos meses en estado de coma, y contra todo pronóstico, su estado comenzó mejorar notablemente gracias en buena parte a la intervención de un médico cubano recomendado por su amigo y también trovador, Silvio Rodríguez. Se baraja incluso llevarle a Cuba para ser visto por este especialista, cuando los médicos que le atienden ahora lo autoricen.
Con 11 años Aute llegó a España dejando atrás su Manila natal devastada por los bombardeos. Lo que le gustaba era pintar y tenía claro que se iba a dedicar a ello. Llegó hacer exposiciones a nivel internacional. Pero su afición por la poesía y la guitarra le llevó a componer canciones y a subirse a un escenario aunque le daba vértigo. En 1967, publicó su primer sencillo, después de que una compañía de discos le insistiera durante un año y este año celebraba su medio siglo de carrera musical.
María del Carmen Rosado, Marichu, con la que el artista lleva 47 años casado, no se ha separado de él en estos duros momentos. “Me casé en el 68, el año en el que no se casaba nadie. Por eso lo hice”, bromeaba en una entrevista reciente. En esta reconocía que en su matrimonio había habido todo tipo de altibajos, separaciones y reencuentros. “Pero con mi mujer es con la persona con la que mejor me peleo. Es importante tener una buena pelea, productiva. La mayoría de las peleas son inútiles, pero tener una persona con la que discutir bien y aprender de esas discusiones y de los errores propios me parece muy importante”, apuntaba al suplemento Magazine. Gran defensor de las mujeres a las que considera más generosas y compasivas que a los hombres y cuyo desnudo le ha fascinado toda su vida y nunca se ha cansado de plasmar en sus lienzos. Cuántas se habrán quedado hasta el alba escuchando o leyendo sus poemas de amor para curar sus heridas. Ahora es el propio cantante el que protagoniza sus desvelos.